domingo, octubre 31, 2004

El dominio de transnacionales agrobiotecnológicas



"Favorecen en México dominio de transnacionales agrobiotecnológicas"


México, 27 oct (PL) Más de un millar de investigadores reunidos aquí para definir políticas agrícolas sólo favorecen los intereses del sector privado y las trasnacionales agrobiotecnológicas, denunciaron hoy organizaciones civiles mexicanas.

Aun cuando el Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional (CGIAR, según su sigla en inglés) asegura que una de sus preocupaciones es fusionar agricultura con protección del medio ambiente, busca promocionar variedades transgénicas, dijeron.

Integrantes de las organizaciones Presencia Ciudadana, Unión de Grupos Ambientalistas y Greenpeace México irrumpieron durante la apertura de la quinta asamblea anual del CGIAR con pancartas en español, inglés, francés y zapoteco, que exigían "Alto a la contaminación transgénica".

Además, distribuyeron entre los asistentes maíces criollos de distintos colores y un comunicado en el cual recordaron que en México, único centro de origen de este cultivo, por lo menos 15 millones de personas dependen de esta actividad.

La indolencia y la irresponsabilidad de las autoridades mexicanas para abordar el problema de la contaminación transgénica debe convocar a la acción de los científicos responsables de los bancos de semillas para que esto no continúe sucediendo, señalaron.


Destacaron que en esta reunión se discutirán las prioridades y estrategias en el desarrollo de la investigación agrícola global, por lo cual sus decisiones afectarán a todos, particularmente a países de alta biodiversidad como México.

En esta discusión -deploraron - no se está tomando en cuenta a campesinos e indígenas, principales responsables y promotores de esta agrobiodiversidad y de su conservación in situ, y, en consecuencia, sus legítimos dueños.

Los ambientalistas recordaron que las decisiones sobre la investigación agrícola en el CGIAR están fuertemente influidas por sus principales financiadores: el gobierno de Estados Unidos, el Banco Mundial y varias fundaciones privadas.

En la jornada de apertura del encuentro, que se extenderá hasta el próximo día 29, intervino el secretario de Agricultura mexicano, Javier Usabiaga, quien recordó que el país cuenta desde 1966 con el Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y el Trigo.

Abogó asimismo por impulsar la biotecnología como disciplina fundamental para lograr una producción agroalimentaria sana y rentable en lo económico y social, y con pleno respeto a las variedades de origen.

Prensa Latina, Internet, 28-10-04



La Sigatoka Negra y la banana de Monsanto


Autor: Sebastián Pinheiro, Rel-UITA

Hacia el control total de la banicultura familiar

En nuestros países periféricos identificamos grandes dificultades políticas que, en numerosas ocasiones resulta difícil desvincularlas de la mala intención y de la incompetencia. La cuestión de la soja transgénica y de los transgénicos en Brasil, son ejemplos lapidarios. Convivimos con esa situación en los últimos siete años de gobiernos estaduales (1995-2002) en Rio Grande do Sul y completaremos dos años con el actual gobierno nacional.

Los avances de la biología molecular no surgieron de la noche a la mañana. Cada uno de sus pasos fue evaluado por Estados nacionales y sus gobiernos atendiendo estrategias políticas, militares, comerciales o financieras. Esos avances comenzaron después de la Segunda Guerra Mundial y los estudios con drosófilas, y después con bacteriófagos, dieron el gran salto hacia los organismos genéticamente modificados: un producto comercial para la estupefacción, la fascinación y la idolatría del personal de los institutos de investigación de las universidades, que debieron por oficio analizar sus impactos, trascendencia y avatares. Sin embargo, no fue eso lo que sucedió. Observamos cómo una amplia mayoría subió a las graderías –como lo haría cualquier hincha en un estadio– gritando contra toda y cualquier precausión, cautela e intromisión del ámbito político, visión de Estado o directivas de gobierno. En muchos de ellos podemos auscultar y sentir el olor de la corrupción.

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viernes, octubre 29, 2004

Sembrar maíz nativo



Cómo resolver el problema de la contaminación del maíz por transgénicos en México. Qué podemos hacer las comunidades. Qué pueden hacer las ONGs. Qué hacen las transnacionales. ¿Necesitamos movilizarnos?, ¿y cómo?

A los pueblos indígenas nos preocupa resolver estas preguntas porque tenemos el problema encima y nos damos cuenta de que no es una comunidad, dos comunidades o una región la que está afectada: es un problema de todo el país.



martes, octubre 26, 2004

Venezuela: Transnacionales despejan camino para cultivo de transgénicos


Claudia Jardim

Desinformación, falta de fiscalización y buena propaganda. Estos son los elementos que han favorecido a las transnacionales productoras de semillas genéticamente modificadas para preparar el terreno a la producción de transgénicos en Venezuela. Los productores aseguran que ya están realizándose experimentos con maíz transgénico. El campo venezolano continúa bajo la amenaza de los intereses de las industrias productoras de semillas genéticamente modificadas.
En abril de este año, alertado por un líder brasileño del movimiento Vía Campesina sobre los proyectos de la transnacional Monsanto de cultivar soya transgénica en el país, el presidente de la República, Hugo Chávez prohibió el uso de transgénicos en la producción agrícola. La declaración del presidente fue aplaudida por los movimientos sociales y campesinos de todo el continente que luchan contra la dominación de las transnacionales en la agricultura.
Sin embargo, más allá del discurso del presidente, nada se ha hecho. Ninguna ley ni decreto fue expedido para prohibir o reglamentar el manejo de los transgénicos en el país. Algo semejante a lo que ocurrió en Brasil durante el gobierno de Cardoso. Cuando se inició la plantación ilegal en los campos de Río Grande del Sur, el Ministerio de Agricultura y Tierras (MAT) no fiscalizó la producción ni tampoco la entrada de semillas provenientes de Estados Unidos y Argentina (primero y segundo productores mundiales de transgénicos, respectivamente)
El presidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Prudencio Chacón afirma que el 70% de las semillas venezolanas son importadas, y admite que no hay control aduanero para la entrada de semillas. "Es bastante probable que así como hicieron en otros países, las semillas entren de contrabando, pero no tenemos control", afirma.La falta de equipos capaces de detectar a los transgénicos es uno de los factores que imposibilitan la fiscalización. "No tenemos equipos. Para realizar pruebas tendríamos que contratar a una empresa privada, a altos costos", afirma Jesús Ramos Oropeza, Director general de la oficina Nacional de Diversidad Biológica del Ministerio del Medio Ambiente.

lunes, octubre 25, 2004

Trasnacionales usarán a México para experimentar transgénicos

Trasnacionales usarán a México para experimentar transgénicos, dice Pat Mooney

Autora: Elizabeth Velasco C.
La Jornada (México)

Fecha de Publicación: 25/10/2004

Los productores y consumidores de México podrían convertirse en "los conejillos de indias" que prueben los efectos de los organismos genéticamente modificados (OGM) en caso de que el Congreso omita aprobar fuertes leyes en materia de bioseguridad que eliminen la "preocupante" contaminación de maíz y trigo transgénico que ya se presenta en el país, señaló Pat Mooney, Nobel alternativo por su trabajo en la situación global de las semillas.

Indicó que aun cuando los científicos todavía no han analizado los "desastres" ambientales y sanitarios que pueden provocar los transgénicos, recientemente la Comisión Forestal para América Latina y el Caribe de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y la Organización Mundial de la Salud aceptaron la necesidad de realizar estudios sobre los efectos en la salud y los campos afectados por la contaminación de los OGM.

El también fundador canadiense del Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnológica y Concentración (ETC, por sus siglas en inglés), manifestó su preocupación porque el Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y el Trigo (CIMMYT) -que este lunes encabeza aquí con la Secretaría de Agricultura la asamblea del Grupo Consultivo de Investigación Agrícola Internacional-, se niega a aceptar que exista esta contaminación.

Entrevistado luego de participar en la Conferencia Internacional sobre Biopolítica 2004, convocada aquí por la fundación alemana Heinrich Böll, Mooney refirió que las semillas transgénicas están generando altos costos para los campesinos mexicanos al presentarse un "increíble incremento" en el costo de la semilla, el mayor gasto en pesticidas y en insumos y tecnologías estratégicas.

Refirió que en encuentros que ha sostenido con labriegos de Oaxaca y Puebla, éstos "me han dicho que las cosechas de maíz están enfermas, y pese a ello la CIMMYT -que posee el mayor banco genético de maíz del mundo y tiene su sede en México desde 1943- ha evitado enfrentar los problemas señalados por los campesinos o no ha compartido información de lo que ha hecho al respecto".

Mooney refirió que el fenómeno de los OGM -surgidos hace nueve años- está asociado con alrededor de 10 trasnacionales, cinco de las cuales (Dupont, Monsanto, Syngenta, Dow y Bayer) modificaron genéticamente las semillas para adaptarlas a la industria de los agroquímicos.

"Tanto las semillas transgénicas como los agroquímicos se han convertido en una gran industria con un mercado mundial de 25 mil millones de dólares cada una; esa industria conlleva a un control del mercado alimentario, con un valor estimado de más de 2 billones de dólares. El objetivo de las transnacionales es tomar el control de la fuente de alimentos, porque el primer eslabón de la cadena alimentaria es la semilla".

Dichas trasnacionales, que ya controlan las fuentes de semillas del mundo, provocaron la desaparición de 7 mil empresas dedicadas a desarrollar semillas, y ahora controlan 40 por ciento del mercado mundial, sin que hasta el momento se conozcan las implicaciones para el ambiente, en materia de agroquímicos, sin mencionar los costos en salud para los consumidores.

Precisó que la contaminación es una estrategia de las trasnacionales, porque si aparecieran rasgos de sus semillas transgénicas en las tierras de los labriegos, Monsanto o cualquiera de ellas podría "reclamarle a los campesinos que violaron su patente y se llevarían su cosecha. Eso ya sucedió en Canadá, donde esta compañía demandó a un agricultor".

De acuerdo con Silvia Ribeiro, de ETC-México, la contaminación de tierras de campesinos con OGM se ha extendido a por lo menos nueve entidades del país.



Empresa dona arroz transgénico


La empresa Syngenta anunció recientemente en su sitio de internet que donará nuevas variedades de “Arroz Dorado” transgénico al consorcio denominado Golden Rice Humanitarian Board. Este organismo está asociado al Instituto Internacional de Investigación del Arroz (IRRI), la Fundación Rockefeller, la iniciativa internacional Harvest Plus y la agencia norteamericana de cooperación internacional (USAID), y está dirigido por el científico suizo Ingo Potrykus, quien desarrolló la modificación genética de alto contenido en vitamina A para el arroz convencional.

Empresa dona arroz transgénico alegando fines humanitarios


miércoles, octubre 20, 2004

Carta al Vaticano




CARTA ABIERTA AL VATICANO


Canciller de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales
Msgr Marcelo Sánchez Sorondo
Casina Pio IV
00120 - VATICANO

Estimado Msgr Marcelo Sánchez Sorondo

Con mucha preocupación hemos conocido que el 23 de septiembre en la Universidad Gregoriana en Roma tuvo lugar una conferencia patrocinada por la Embajada de EEUU en la Santa Sede y la Academia Pontificia de Ciencias. El tema de la conferencia fue "Alimentando un Mundo Hambriento; imperativos morales de la biotecnología". Conocemos que todos los oradores mantuvieron una posición totalmente favorables a los alimentos transgénicos, y señalaron que estos constituyen la única manera práctica de resolver el hambre en el mundo, ignorando que el hambre en el mundo se está agravando como lo explicaremos en esta carta, justamente por los cultivos trasngénicos, y que además hay graves implicaciones en la salud, la ética y la moral en el uso de estas tecnologías.

La agrobiotecnología, forma parte del paquete de ajuste estructural que obliga a nuestros países a usar nuestras mejores tierras en áreas dedicadas a la generación de divisas para el pago de la deuda externa que pesa sobre todos nuestros países. No se preocupa de solucionar el hambre de los pobres. En países como Argentina, el modelo económico basado en la soya transgénica ha producido severos impactos, incluyendo la expansión de monocultivos a gran escala, degradación del suelo, pérdida de biodiversidad, y un modelo agrícola sin agricultores, lo que ha generado hambre y pobreza en el país.

Con las semillas manipuladas genéticamente se corona el proceso de privatización de la vida en manos de unos pocos, el productor pierde definitivamente el control sobre las semillas, pues pesan sobre ellas derechos de propiedad intelectual, lo que refuerza el monopolio de las grandes empresas transnacionales que desarrollan y comercializan estas semillas.

Pretender alimentar a los hambrientos con alimentos transgénicos, es exponer a la población más vulnerable, por su nivel de desnutrición, a alimentos que no han sido apropiadamente evaluados para el ser humano. Existen ya varias evidencias de los impactos en la salud que estos alimentos producen en seres humanos. El peligro que entrañan los alimentos transgénicos serán mucho mayores en estas poblaciones humanas inmunodeprimidas.

El hambre en el mundo puede resolverse únicamente a través de la Soberanía Alimentaria a nivel local, regional y nacional en mano de sus pueblos. Esta debe basarse no sólo en el incremento en la producción de alimentos, sino también a través en la capacidad de autoabastecimiento que garantice el acceso físico y económico a alimentos sanos y nutritivos a nivel de unidad familiar, de localidad y de país, mediante el control del proceso productivo, de manera autónoma, con la promoción y/o recuperación de las prácticas y tecnologías tradicionales, que aseguren la conservación de la biodiversidad, la protección de la producción local y nacional, garantizando el acceso al agua, la tierra, los recursos genéticos y los mercados justos y equitativos. Todo esto, con el apoyo gubernamental y de la sociedad toda.

En este mismo momento, los grandes productores están entregando alimentos transgénicos como ayuda alimentaria a los hambrientos, a las mismas víctimas producidas por el modelo económico imperante, pero no hay duda que no constituye una acción de solidaridad con quien padece hambre, que se le da productos cuya seguridad ha sido cuestionada alrededor del mundo. Ellos deben recibir los mejores alimentos, según sus patrones culturales, pero por sobre todo, no se puede socavar la Soberanía Alimentaria y autodeterminación de quienes la reciben.

Existe suficiente literatura científica independiente de las grandes transnacionales biotecnológicas, que dan fe de los múltiples impactos ambientales, socioeconómicos y en la salud humana por parte de los organismos genéticamente modificados, por lo que no queremos redundar.

Por otra parte, la iglesia no puede desconocer los cuestionamientos de orden ético relacionados con la manipulación de la vida. Avalar, aceptar o permitir que las empresas jueguen al papel de "El Creador", provocará un sismo en los cimientos de la iglesia.

In dubio pro natura
In dubio pro salute
In dubio pro popolo
In dubio pro vita

RED POR UNA AMERICA LATINA LIBRE DE TRANSGENICOS



MeXICO: Informe sobre maíz transgénico

martes, octubre 19, 2004

Inundar a África de transgénicos

Tomado de Radio Mundo Real

África: se mantiene el interés para inundar el continente de transgénicos

Sudáfrica cumple un rol central en el interés de las empresas dedicadas al comercio de semillas transgénicas para inundar el continente, principalmente "su legislación laxa, su proceso de autorización de nuevos OGM poco transparente y una infraestructura bien desarrollada"

Entre el 20 y 22 de septiembre pasado se llevó a cabo en la ciudad de Harare, Zimbabwe, una conferencia titulada “Diálogos de política africana sobre biotecnología: fomento del consenso y estrategias para una acción común en el África meridional”. A finales del mes de junio pasado, otra instancia celebrada en la capital de Burkina Faso -“Conferencia Ministerial sobre Ciencia y Tecnología Agraria aplicada a África Occidental”- promovió el uso de cultivos transgénicos por parte de los agricultores del continente con el supuesto propósito de aumentar la producción de alimentos y disminuir así el hambre de millones de personas.

En aquella ocasión en la Conferencia de Burkina Faso, el Ministro de Agricultura de Burkina Faso, Salifi Diallo expresó: "Sería un error monumental no participar en la evolución de la biotecnología. Es en nuestro interés abordar este tren en movimiento aunque no viajemos en primera clase".

La Reunión de Harare fue organizada por la Red de Análisis de Políticas sobre Recursos Alimentarios, Agrícolas y Naturales (FANRPAN), el Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias (IFPRI) y la Nueva Alianza para el Desarrollo de África (NEPAD).

Entre los temas que fueron tratados en la Conferencia, se encontraban sugerentemente dos ejes muy relevantes para las empresas que impulsan los cultivos transgénicos a nivel mundial; por un lado el cómo aplicar la biotecnología en África y por otro la protección de los derechos de propiedad intelectual y biotecnología, fuente de ganancias millonarias para las empresas en aquellos estados que garantizan a las trasnacionales el cobro de royalties por ese concepto.

Según cifras de la FAO, 23 países de los 53 del continente africano sufren la falta de alimentos, principalmente debido a las sequías. Burkina Faso fue el primer país de la región que aceptó que la empresa multinacional Monsanto realizara pruebas con cultivos de algodón modificado genéticamente o transgénico, dado que mantiene desde hace dos años campañas de ensayo con algodón modificado.

Actualmente cuatro presidentes de África Occidental, que son Amadou Toumani Touré de Mali; John Kufuor de Ghana; Mamadou Tandja de Níger y Blaise Compaoré de Burkina Faso, se han declarado favorables a que se apruebe el uso de la biotecnología en su agricultura.

Según Marian Mayet, del Centro Africano para la Bioseguridad, Sudáfrica cumple un rol central en el interés de las empresas dedicadas al comercio de semillas transgénicas para inundar el continente, principalmente “su legislación laxa, su proceso de autorización de nuevos 'organismos genéticamente modificados' poco transparente y una infraestructura bien desarrollada”.

“Sudáfrica actúa como un actor crítico en la proliferación global de los OGM en los países en desarrollo”, concluye la activista.




La Biotecnología para ayudar a los Pobres


Por Dra. Lilian Joensen

En qué parte de esta historia hay alguien que se preocupe de los intereses de los pueblos originarios y los campesinos del tercer mundo? De qué forma puede el modelo de biotecnología agropecuaria ayudar al "pobre"? Si a alguien le queda alguna duda sobre las ideas y las intenciones detrás del mito "la biotecnología salvará al pobre", que se anote en la 5ta Conferencia Internacional de Biotecnología en Agricultura, "AgBiotech goes Europe", ABIC 2004, que se llevará a cabo en Colonia, Alemania entre el 12 y el 25 de septiembre de 2004, hospedada por Phytowelt. Una recorrida por su página de internet podría ayudar a que los soñadores utópicos, que creen en una biotecnolgía de justicia social, puedan volver a poner los pies en la tierra. Claro que para ello, deben revisar su posición ideológica dentro de su papel en la ciencia. Deben repensar la sinceridad de su discurso y decidir si, auténticamente, quieren estar del lado de sus patrocinantes o trabajar para desarrollar ciencia sustentable que sirva verdaderamente a la misma ciencia y porqué no, a su pueblo.



Una prueba

Alimentemos al mundo sin plaguicidas y transgénicos


Más de 840 millones de personas siguen padeciendo hambre en el mundo y son muchas más aún las que sufren carencias de micronutrientes. Una justa redistribución del ingreso y una adecuada protección de la biodiversidad son cruciales para alcanzar el objetivo de alimentar a la humanidad en forma sustentable. Y eso sólo será posible en un mundo sin plaguicidas y transgénicos.



miércoles, octubre 13, 2004

Transgénicos, soberanía y derechos humanos


Transgénicos, soberanía y derechos humanos

Por Lorna Haynes

La alimentación es una necesidad básica y el derecho a la alimentación es un derecho humano fundamental. Es obligación del Estado garantizar este derecho para lo que se requiere de políticas agrícolas sostenibles que procuran la autosuficiencia nacional en la producción de sus alimentos. La soberanía alimentaria se refiere al control propio que una nación ejerce sobre su sistema alimentario y por tanto su capacidad de cumplir con sus obligaciones en este ámbito. Sin semillas, no hay agricultura.

Los organismos modificados genéticamente (OMG) también llamados “transgénicos” son organismos nuevos creados en laboratorio, cuyas características se han alterado mediante la inserción de genes de otras especies. Por ejemplo, se insertan el gen de resistencia al frío del salmón en papa para buscar resistencia a heladas, o genes humanos en arroz para que en el arroz se produzcan sustancias presentes en la leche materna.



Corn grenade: the winning image from the Greenpeace Seeds of Trouble competition
Corn grenade: the winning image from the Greenpeace Seeds of Trouble competition



16 de octubre: Día Mundial de la Alimentación: por una agricultura libre de transgénicos

Por Lorna Haynes

Los transgénicos constituyen la más grave amenaza a la biodiversidad que, como el tema del Día Mundial de la Alimentación refleja, es esencial para la seguridad alimentaria. Asombra entonces, que en mayo de este año, la FAO haya publicado un informe titulado: “Biotecnología:¿satisfacerá las necesidades de los pobres?” en el que se promueve la utilización de cultivos transgénicos como parte de la solución al problema del hambre. Centenares de ONG de todo el mundo suscribieron una carta (2) al Dr. Diouf, Director General de la FAO, expresando su indignación y su rechazo a estos planteamientos. Reclaman que dicho informe ignora las evidencias de los efectos adversos sobre la salud, el ambiente y la agricultura y el hecho de que la agricultura transgénica consolida y amplía el control corporativo sobre la agricultura y la alimentación.



martes, octubre 12, 2004

Supermalezas transgénicas


Un estudio revela la primera evidencia de la existencia de supermalezas modificadas genéticamente

Por Steve Connor

La polinización cruzada entre plantas modificadas genéticamente y sus parientes silvestres es inevitable y podría crear supermalezas resistentes a los más poderosos herbicidas, de acuerdo a los resultados del primer estudio nacional sobre la forma en que pasan los genes desde los cultivos a las malezas

Un estudio nacional sobre transferencia genética realizado en el Reino Unido por científicos con la financiación del gobierno, detectó que la polinización cruzada entre plantas modificadas genéticamente y sus parientes silvestres es inevitable, y podría crear supermalezas híbridas, resistentes a los más poderosos herbicidas. El hallazgo fue publicado en la revista “Science” el 10 de octubre de 2003.

Las supermalezas son consideradas una amenaza porque, en algunos casos, dichas hierbas podrían haber absorbido resistencia a los herbicidas de cultivos genéticamente modificados para ser tolerantes a los mismos.

La investigación, que incluyó el análisis de imágenes satelitales de las regiones rurales del país y el patrullaje de 300 kilómetros de riberas de río, revela que la hibridación es mucho más extensa y frecuente que lo que se había previsto

Según el doctor Mike Wilkinson de la Universidad Reading, quien dirigió el estudio, las barreras físicas, tales como las distancias de aislamiento (por ejemplo, zonas de amortiguación diseñadas para detener la propagación del polen de los cultivos modificados genéticamente en los campos no cultivados, podrían tener solamente un limitado impacto en la prevención de la hibridación. Esto significa que la hibridación en el Reino Unido “es más o menos inevitable”.

La promoción de los transgénicos


Como una bofetada para los millones de campesinos del mundo, el Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y el Trigo (CIMMYT) acaba de anunciar públicamente que no sólo seguirá con el desarrollo de trigo transgénico, sino también con el de maíz, a espaldas de las fuertes críticas emitidas en todo el mundo contra este tipo de cultivos, incluyendo las actitudes de este centro internacional en el tema de la contaminación del maíz campesino en México

Parece una provocación deliberada, ''a tiempo'' para la próxima reunión que se celebrará en México del Grupo Consultivo Internacional de Investigación Agrícola (CGIAR, por sus siglas en inglés), entre el 25 y 29 de octubre, y deja en claro lo poco que le importa la opinión de miles de organizaciones campesinas y de la sociedad civil que los cuestiona.

Greenpeace Thai activists seal off the GE papaya at the  Khon Kaen agricultural research station of the Department of Agriculture.

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¿A quién le interesan los transgénicos?


Las multinacionales del agro-negocio saben lo que quieren y donde quieren llegar. Para ellas, los transgénicos son un importante frente de batalla, pero tan sólo uno más, y para los que quieren un Brasil soberano, con una agricultura campesina fuerte produciendo alimentos saludables y variados en gran cantidad para nuestra población y para el mundo.

Link to GE frankenfish e-card

lunes, octubre 11, 2004

Preocupación por flujo genético



Los arroceros de California temen que sus clientes japoneses boicoteen sus productos si las autoridades permiten el cultivo de arroz genéticamente modificado en el estado.

Y en Hawai, los agricultores de papaya orgánica están indignados porque han encontrado rastros de papaya alterada genéticamente en sus cultivos.

Los biólogos lo llaman 'flujo genético'. Se refiere al modo en que las plantas han intercambiado material genético con la polinización cruzada desde los orígenes de la vida.

Pero para la gente que eligió cultivar granos sin alterarlos genéticamente, ese intercambio biológico natural representa una amenaza.

Las tensas relaciones entre la industria de la biotecnología y sus enemigos se incrementaron en los últimos días, cuando el gobierno estadounidense publicó un estudio que mostró que se encontraron hierbas genéticamente modificadas entre otras hierbas de crecimiento convencional a unos 19 kilómetros del Valle Willamette, en el estado de Oregón.


Action against GM maize in Spain, August 2003

sábado, octubre 09, 2004

La agricultura orgánica, ¿Mecanismo de sometimiento?


Angela María Gómez

La agricultura orgánica y el desarrollo sustentable ¿son una oportunidad para generar transformaciones, asumir posiciones y concepciones de carácter político o simplemente un nuevo mercado para consumir? La caficultura y/o la producción orgánica-ecológica ¿se sustenta en principios o simplemente reúne un conjunto de tecnologías e insumos para ofertar-vender y normatizar?

viernes, octubre 08, 2004

Brasil: Polémico proyecto de bioseguridad


BRASILIA, Oct 6 (AFP) - El Senado brasileño aprobó este miércoles un polémico proyecto de ley sobre bioseguridad que autoriza y regula la investigación, el cultivo y la comercialización de transgénicos, así como la investigación con células madre de embriones humanos, pero aún tiene que ser aprobado por la Cámara de Diputados.

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Paraguay: campesinos bloquean en ruta transgénicos

Paraguay: campesinos bloquean en ruta transgénicos brasileños

Cientos de habitantes de la localidad campesina de Yasy Kañy, 400 kilómetros al noreste de Asunción, bloquearon hoy una ruta en rechazo a la soja transgénica y a lo que denominan "invasión brasileña" en la región.

ASUNCION, 7 (ANSA)- Estos reclamos se suman a los pedidos de parcelas para cultivadores sin tierras y otros de caracter social de varias organizaciones campesinas.

A pesar de estar prohibido su cultivo, la soja transgénica constituye hoy gran parte de las 5 millones de toneladas de ese grano que produce anualmente el país.

Los campesinos critican lo que denominan "invasión brasileña" ante el ingreso masivo en las últimas décadas de inmigrantes de ese país en territorio paraguayo, donde formaron colonias y se dedicaron al cultivo de soja.

(Tomado de la agencia noticiosa ANSA, 7 de octubre 2004)

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jueves, octubre 07, 2004

Unión Europea trabaja desde otra posición

Programa Horizonte Sur - Radio Nacional


(Transcripción)

Editorial del día 25 de septiembre de 2004


Tiene la palabra: Jorge Rulli



Buenos días. Buenos días a todos.

Hay un modelo que el Lic. Corcuera de la Fundación Vida Silvestre denominó: Soja Sustentable. Este modelo es una planificación de la Argentina para los próximos diez o quince años y vuela por arriba de las polémicas que se dan sobre patentamiento, genes de resistencia a Roundup, debates entre Agricultura y la empresa Monsanto, debates entre los productores de soja, etc., etc. Este modelo implica una planificación de la Argentina para alcanzar las cien millones de toneladas de granos de exportación e implican también diez millones de hectáreas más para los desiertos verdes de la soja, y sobre todo significa un planificación inteligente que permita alcanzar estos niveles extraordinarios de sojización sin provocar nuevos estallidos sociales. Y aquí es donde mucha gente va a sumar su voluntad para colaborar con las multinacionales y con este proyecto de la multinacional Monsanto. Por que este proyecto tiene cómplices concientes y también tiene aliados inconscientes. Por eso es importante que hablemos de eso.

Desde Vida Silvestre, que trata de preservar los Praques Nacionales para que no vuelva a ocurrir como en Salta, donde la ambición desmedida de los monocultores de soja y de caña de azúcar lograron levantar las inhibiciones sobre un parque o sobre una zona restringida, como ya a ocurrido en uno de los lotes mayores, hasta el caso de la Federación Agraria que hoy está levantando viejos discursos del Grupo de Reflexión Rural, y nos alegramos de ello, y nos alegramos de que estén levantando muchas de nuestras banderas cuando señalábamos que se había instalado en la Argentina una agricultura sin agricultores, que nuestra economía era cada vez más frágil y que los desiertos verdes de la soja estaban despoblando el campo y arrojando hacia los cinturones urbanos de pobreza a los pequeños productores. Pero hay también otros sectores, entre comillas progresistas que continúan levantando la bandera de la reforma agraria. Y hoy hablar de la reforma agraria en este país, sin hablar a la vez de la soja y la biotecnología, significa clara y llanamente que el modelo de la sojización tenga más base social que la que tiene ahora.

También las numerosas campanas donde se sientan Tirios y Troyanos en la misma mesa: la gente de AAPRESID o los sojeros y los antisojeros son parte de este modelo de la soja sustentable por que legitima al enemigo, lo transforma en adversario. Y son muchos, especialmente desde los niveles académicos que proponen esto de escuchar las dos campanas por que quieren ahora jugar a ver quién tiene razón cuando el país tiene más de quince millones de hectáreas de transgénicos. Jeremy Rifkin, el norteamericano que acaba de estar en la Argentina dijo que somos el experimento biotecnológico más grande del mundo y además fracasado. Pese a lo cual hay muchos sectores progresistas, y hasta de izquierda, que quieren escuchar las dos campanas para tomar opinión... ¡ahora señores!, ahora la opinión que ustedes puedan construir a nadie le importa.

La respuesta de importantes chacareros y arrendatarios productores de soja frente a este panorama incierto, de las regalías, de las retenciones, de los precios que bajan, de los monocultivos que crecen, es la continuar evitando los debates sobre la biotecnología y sobre el modelo de agriculturización y sojización a la vez que son críticos solamente a sus consecuencias.

Decíamos que la reforma agraria, como consigna, trata de poner freno a la extranjerización de la tierra e inclusive de implementar planes de colonización, como dicen muchos: para un millón de nuevos productores. Pero que se resume en el proyecto encubierto de ampliar la base social del modelo sojero. Para estos sectores ligados a la producción de soja y al pensamiento progresista la disputa es fundamentalmente por la renta de la tierra, que arriendan unos y que otros trabajan y se trataría de socializar con nuevos protagonismos la riqueza que hoy queda en manos de los terratenientes de la agricultura industrial, riqueza con la cual seguramente, se podría solucionar innumerables problemas urbanos, sociales, salariales y aún intentar el famoso shock distributivo del cual nos han hablado hasta el cansancio algunos sectores sindicales y de izqiuierda y al que se asignan mágicos resultados.

Parte de estos reclamos es el rechazo ingenuo del sistema de patentes de las transnacionales a la vez que usamos la semilla de la soja RR de Monsanto y el trigo de Nidera y alentamos la posibilidad de una biotecnología nacional como hace el INTA en falsos aprontes de presuntas independencias, que no se plantean seriamente considerar las complejidades de la actual globalización.

Días pasados estuvimos en la reunión de la Comisión de Agricultura de Cámara de Diputados de la Nación, justamente escuchando a la dirección del INTA y a la dirección del CONICET y también de la Agencia de Financiamiento para estas cuestiones sobre estos temas, en los cuales no solamente reclaman mayores presupuestos para el año próximo sino que anticiparon que el mayor esfuerzo de estas agencias y del INTA están puestos en elaborar una estrategia y un plan nacional de biotecnología. El CONICET tiene cerca de mil cuadros para trabajar en estos temas y está poniendo todo el esfuerzo interior en un polo de desarrollo biotecnológico que está llevando adelante con sus propias instalaciones estatales en la ciudad de Rosario y con empresas privadas como las de Grobocopatel, Bio Ceres, Bio Sidus, etc. O sea, lo poco del Estado que nos resta trabaja abierta y descaradamente para el proyecto de las multinacionales.

Triste panorama. Tristes panoramas los que pintan estos restos del viejo Estado y la falta a la vez de estrategias y de planificación y de políticas de estado.

Nosotros consideramos que la denuncia contra el modelo de monocultivos sojeros y la relación de ese modelo con la deuda externa, con el sistema de endeudamiento, tal como lo hemos dicho muchas veces, es fundamental y la introducción necesaria a cualquier discurso sobre le tema. Consideramos que es válida una moratoria nacional frente a los desmontes, como han presentado algunos diputados nacionales, pero no solamente sujetas a las leyes biotecnológicas que van a fundamentar el nuevo modelo de la soja sustentable, sino como compromiso nacional frente a los protocolos de Río de Janeiro en los que nos hemos comprometido a preservar la biodiversidad. Consideramos que es muy importante impulsar la producción de semillas nacionales para liberarnos en un futuro cercano de la absoluta sumisión que tenemos ahora a las semillas de las empresas transnacionales y también necesitamos retomar el control del comercio exterior, restablecer la Junta Nacional de Granos a la vez que establecer precios sostén para las producciones que como la lenteja y el arroz y ahora también la cebolla que aportan a la mesa de los argentinos y que tenemos que pagar a un precio absolutamente irracional.

Necesitamos en especial funcionarios honestos en el sector agropecuario, que no solamente cobren del Estado sino que trabajen para el país, y no sobornados como ahora por las transnacionales. Necesitamos un Proyecto Nacional y necesitamos reconstruir el Estado para disponer de los instrumentos necesarios que nos aseguren la Soberanía Alimentaria de los argentinos.




J.R.
Grupo de Reflexión Rural

Drogas en Cultivos


FARMACULTIVOS: cultivos modificados genéticamente para producir vacunas, anticuerpos, fármacos y otros productos de uso médico e industrial.

Vean también mi artículo "La Cosecha Biofarmacéutica".

lunes, octubre 04, 2004

Monjes contra Monsanto

Monjes contra Monsanto

Por Helena Migueiz

Los jainistas encabezan la oposición de toda la población vegetariana de la India (unos 500 millones de personas, más de la mitad de la población) contra los alimentos transgénicos. La incorporación de genes animales en las plantas ha desatado un conflicto religioso, que puede llegar a impedir la implantación de la biotecnología en ese país. De momento, la importación de semillas transgénicas para el consumo humano aún no ha sido aprobada por el Gobierno indio. También las pautas y procesos de selección son más estrictos que en otras partes del mundo para no violar los fuertes sentimientos religiosos. El monje jainista, arrodillado frente a la grandeza del señor Bahubali, no vende sus principios a ídolos de barro como Sygenta o Monsanto.


sábado, octubre 02, 2004

MSTsembrando diversidad


Durante miles de años los seres humanos fueron domesticando, mejorando y seleccionando las especies y variedades más interesantes para su uso, principalmente del punto de vista alimentario, cultural y religioso, buscando en la naturaleza su alimento en abundancia y de forma perenne.

Sin embargo en épocas recientes, en los últimos 100 años, y esto en la historia de la humanidad representa muy poco tiempo, las semillas y razas animales comenzaron a ser apropiadas por empresas privadas que se autodenominan "propietarias" del conocimiento y saber milenarios y pasaron a lanzar "nuevas variedades" en el mercado.

Producidas bajo la óptica del productivismo preconizado por la mal llamada "Revolución Verde" que en realidad fue una gran victoria de las empresas privadas y países industrializados sobre el conjunto de los agricultores de todo el mundo. Este proceso impuso un modelo tecnológico pautado en los intereses del sistema agro-industrial, basado en la genética-química-mecánica y subordinó los intereses y estrategias de los agricultores a las industrias.

Estas variedades de plantas y animales consideradas como "modernas" se vieron acompañadas, además del paquete tecno-industrial, de una serie de instrumentos tecnológicos y jurídicos que esclavizan a los agricultores y establecen todos los poderes a las industrias, tales como:

- Imposición de los transgénicos: como instrumento más contemporáneo en la dominación de la agricultura por las grandes empresas del ramo de la genética, se presentan ahora los transgénicos. Los transgénicos representan el conjunto de dolencias que la posesión privada de la genética y las legislaciones perniciosas pueden ofrecer: no permiten la multiplicación año a año, tienen un valor muy alto, cobran royalties, ofrecen serios riesgos al ambiente y la salud humana y están subordinados a los intereses privados, del gran capital financiero internacional, dejando aún más a la deriva a los agricultores.

viernes, octubre 01, 2004

Monsanto y las regalías semilleras en Argentina

Por GRAIN

Una comedia dramática en tres actos (por ahora). O cómo las corporaciones continúan imponiendo sus pretensiones para aumentar sus ganancias con la complicidad de los gobiernos.


Protesta en Brasil

Protestas contra liberalización de transgénicos por parte del gobierno de Brasil

Por Radio Mundo Real

Varias entidades de la sociedad civil y movimientos sociales brasileños enviaron una carta al presidente Luis Inácio Lula Da Silva, en la que declaran su discrepancia frente a la intención manifiesta de Lula de liberalizar la plantación y comercialización de soja transgénica en el país. Entre los firmantes de la carta se encuentran el Instituto de Defensa del Consumidor (IDEC), ActionAid Brasil, el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT).

Según el documento, las instituciones firmantes estaban de acuerdo con el Proyecto de Ley de Bioseguridad original, enviado por el gobierno federal a la Cámara de Diputados. Sin embargo, el proyecto fue modificado por el Senado, y de acuerdo a la carta, se quitaron puntos importantes, amenazando la salud pública, el medio ambiente brasileño y la soberanía nacional.

Uno de los cambios fundamentales, por ejemplo, fue la derogación del carácter obligatorio del etiquetado de los productos que contengan Organismos Genéticamente Modificados (OGMs).

La carta alerta que la liberalización de la plantación y comercialización de soja transgénica viola el Principio de Precaución de la Convención de Biodiversidad, suscripta por Brasil, entre otros países, en febrero de 2004 y que la ley que habilita la liberalización tiene principios inconstitucionales.

Entre ellos la ley prefigura la liberalización de los transgénicos sin cualquier estudio previo de impacto ambiental y de riesgo para la salud de los consumidores, sin que dichos productos supongan algún beneficio para los productores y exportadores brasileños.