lunes, octubre 25, 2004

Trasnacionales usarán a México para experimentar transgénicos

Trasnacionales usarán a México para experimentar transgénicos, dice Pat Mooney

Autora: Elizabeth Velasco C.
La Jornada (México)

Fecha de Publicación: 25/10/2004

Los productores y consumidores de México podrían convertirse en "los conejillos de indias" que prueben los efectos de los organismos genéticamente modificados (OGM) en caso de que el Congreso omita aprobar fuertes leyes en materia de bioseguridad que eliminen la "preocupante" contaminación de maíz y trigo transgénico que ya se presenta en el país, señaló Pat Mooney, Nobel alternativo por su trabajo en la situación global de las semillas.

Indicó que aun cuando los científicos todavía no han analizado los "desastres" ambientales y sanitarios que pueden provocar los transgénicos, recientemente la Comisión Forestal para América Latina y el Caribe de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y la Organización Mundial de la Salud aceptaron la necesidad de realizar estudios sobre los efectos en la salud y los campos afectados por la contaminación de los OGM.

El también fundador canadiense del Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnológica y Concentración (ETC, por sus siglas en inglés), manifestó su preocupación porque el Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y el Trigo (CIMMYT) -que este lunes encabeza aquí con la Secretaría de Agricultura la asamblea del Grupo Consultivo de Investigación Agrícola Internacional-, se niega a aceptar que exista esta contaminación.

Entrevistado luego de participar en la Conferencia Internacional sobre Biopolítica 2004, convocada aquí por la fundación alemana Heinrich Böll, Mooney refirió que las semillas transgénicas están generando altos costos para los campesinos mexicanos al presentarse un "increíble incremento" en el costo de la semilla, el mayor gasto en pesticidas y en insumos y tecnologías estratégicas.

Refirió que en encuentros que ha sostenido con labriegos de Oaxaca y Puebla, éstos "me han dicho que las cosechas de maíz están enfermas, y pese a ello la CIMMYT -que posee el mayor banco genético de maíz del mundo y tiene su sede en México desde 1943- ha evitado enfrentar los problemas señalados por los campesinos o no ha compartido información de lo que ha hecho al respecto".

Mooney refirió que el fenómeno de los OGM -surgidos hace nueve años- está asociado con alrededor de 10 trasnacionales, cinco de las cuales (Dupont, Monsanto, Syngenta, Dow y Bayer) modificaron genéticamente las semillas para adaptarlas a la industria de los agroquímicos.

"Tanto las semillas transgénicas como los agroquímicos se han convertido en una gran industria con un mercado mundial de 25 mil millones de dólares cada una; esa industria conlleva a un control del mercado alimentario, con un valor estimado de más de 2 billones de dólares. El objetivo de las transnacionales es tomar el control de la fuente de alimentos, porque el primer eslabón de la cadena alimentaria es la semilla".

Dichas trasnacionales, que ya controlan las fuentes de semillas del mundo, provocaron la desaparición de 7 mil empresas dedicadas a desarrollar semillas, y ahora controlan 40 por ciento del mercado mundial, sin que hasta el momento se conozcan las implicaciones para el ambiente, en materia de agroquímicos, sin mencionar los costos en salud para los consumidores.

Precisó que la contaminación es una estrategia de las trasnacionales, porque si aparecieran rasgos de sus semillas transgénicas en las tierras de los labriegos, Monsanto o cualquiera de ellas podría "reclamarle a los campesinos que violaron su patente y se llevarían su cosecha. Eso ya sucedió en Canadá, donde esta compañía demandó a un agricultor".

De acuerdo con Silvia Ribeiro, de ETC-México, la contaminación de tierras de campesinos con OGM se ha extendido a por lo menos nueve entidades del país.



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