Monsantolandia
Monsantolandia, por Enildo Iglesias, Rel-UITA
Finalmente los septuagenarios Percy y Lousie Schmeiser, pequeños agricultores canadienses, fueron vencidos por Monsanto. En una votación dividida de 5 a 4, la Corte Suprema de Canadá ratificó, a favor de la compañía, la patente de una forma genéticamente modificada del grano de colza
Monsanto ya había ganado juicios en tribunales de menor grado con el argumento de que los Schmeiser habían cultivado en sus campos colza genéticamente modificada de su propiedad sin el pago de la correspondiente licencia.
El fallo, modificando una sentencia anterior, establece que los Schmeiser no tienen que pagar ni un centavo a Monsanto, lo cual no impedirá que el matrimonio vea comprometido su futuro, dado que en el año 2002 ya llevaban invertidos en el juicio 120 mil dólares estadounidenses, extraídos de sus respectivos fondos de pensión. Por otra parte, esta decisión no perjudica a Monsanto, a quien no le interesa el cobro de una multa, pues su estrategia es que se reconozcan sus patentes y la desaparición –por contaminación– de todas aquellas variedades que no sean transgénicas. Esta estrategia está siendo exitosa desde el momento en que en el oeste de Canadá prácticamente ya no existe una sola plantación de colza que no se encuentre contaminada con la variedad Roundup Ready de Monsanto.
Finalmente los septuagenarios Percy y Lousie Schmeiser, pequeños agricultores canadienses, fueron vencidos por Monsanto. En una votación dividida de 5 a 4, la Corte Suprema de Canadá ratificó, a favor de la compañía, la patente de una forma genéticamente modificada del grano de colza
Monsanto ya había ganado juicios en tribunales de menor grado con el argumento de que los Schmeiser habían cultivado en sus campos colza genéticamente modificada de su propiedad sin el pago de la correspondiente licencia.
El fallo, modificando una sentencia anterior, establece que los Schmeiser no tienen que pagar ni un centavo a Monsanto, lo cual no impedirá que el matrimonio vea comprometido su futuro, dado que en el año 2002 ya llevaban invertidos en el juicio 120 mil dólares estadounidenses, extraídos de sus respectivos fondos de pensión. Por otra parte, esta decisión no perjudica a Monsanto, a quien no le interesa el cobro de una multa, pues su estrategia es que se reconozcan sus patentes y la desaparición –por contaminación– de todas aquellas variedades que no sean transgénicas. Esta estrategia está siendo exitosa desde el momento en que en el oeste de Canadá prácticamente ya no existe una sola plantación de colza que no se encuentre contaminada con la variedad Roundup Ready de Monsanto.
Etiquetas: Schmeiser
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