Semana de la Semilla en Paraguay y solidaridad con Chile
COMUNICADO
Debido a la inauguración de la “Semana de la Semilla”, que se realiza entre el 30 de mayo y el 1 de junio, en el predio del Ex Seminario Metropolitano, la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC) y La Vía Campesina Sudamérica, se dirigen a la opinión pública nacional e internacional para manifestar cuanto sigue:
La aprobación en Chile, días pasados, de la Ley de Obtentores de Semillas, a través de la cual se patentarán no solo las semillas, sino que afectará a todo tipo de vegetales, permitiendo, a la vez, ingresar al mercado los productos transgénicos, legitima el despojo a las comunidades campesinas e indígenas y violenta la soberanía alimentaria con un golpe fatal.
Consideramos esto como un grave atropello legislativo y un retroceso para nuestros países porque se traduce en una amenaza latente que puede alcanzar a toda la región, conocida mundialmente por su carácter agroexportador de materias primas y producción transgénica, que no reporta beneficio alguno para la población y solo perpetra crímenes continuos contra la biodiversidad.
Esta ley aprobada en el Congreso chileno favorece solamente a las corporaciones multinacionales como Monsanto y otras, que lucran con el patrimonio y la riqueza genética de los pueblos. Con la privatización de las semillas, se crean condiciones en el país andino para extender los cultivos transgénicos y el uso indiscriminado de agrotóxicos, con todos los efectos que esto entraña: más violación de derechos campesinos, más daño irreversible contra la Madre Tierra.
Esto es resultado de las discusiones que se desarrollan en el marco de la UPOV 91, la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales, organismo intergubernamental de la que Paraguay también forma parte desde 1997. Hoy es Chile; mañana, distraídamente, el Congreso paraguayo podría emular a sus colegas andinos en esta coyuntura desfavorable de confrontación de intereses.
La CLOC y La Vía Campesina declaran su lucha permanente contra los agrotóxicos y por la soberanía alimentaria, además de expresar su solidaridad plena con la lucha y la movilización de los campesinos y campesinas de Chile. Sería de lamentar que experiencias como la chilena, bajo un gobierno entreguista y neoliberal, se repliquen en nuestros países. De acuerdo a lo estipulado en la Declaración de Bali, somos víctimas de una guerra por el control de las semillas porque las empresas multinacionales se disponen a atacar deliberadamente a las poblaciones rurales.
Que en esta semana dedicada a nuestras semillas nativas y criollas no olvidemos que existe una propuesta elaborada por los movimientos campesinos e indígenas, el proyecto de ley de protección y defensa de semillas nativas y criollas del Paraguay, que será impulsada por el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) en instancias del Congreso Nacional, bajo el riesgo de la indiferencia de quienes debieran anteponer los intereses colectivos a los individuales.
¡Las semillas campesinas son dignidad, cultura y vida!
¡Por la tierra y la soberanía de nuestros pueblos! ¡América lucha!