Puerto Rico, semillero del capitalismo
Nueva inversión en biotecnología agrícola
Expande AgReliant en Corozal con inyección de $1 millón
Por Rebecca Banuchi / rebecca.banuchi@elnuevodia.com
La compañía AgReliant Genetics, una de las principales semilleras de maíz en Estados Unidos, busca afianzarse en Puerto Rico, y a tono con esos planes inauguró una nueva planta en Corozal a un costo aproximado de $1 millón.
La estación de investigación lleva dos años operando en el montañoso pueblo haciendo pruebas y análisis, pero no es hasta ahora que la empresa estadounidense confirmó que el proyecto mediante el cual se producen semillas híbridas de maíz es viable.
Esta es la segunda estación de AgReliant Genetics en Puerto Rico. La primera y una de las más importantes para la empresa a nivel mundial opera en Santa Isabel, y emplea a cerca de 500 personas.
“Ciertamente, Puerto Rico ha sido esencial para nuestro éxito. Todas las estaciones que tenemos en AgReliant, así como las 30 que tenemos alrededor del mundo a través de nuestras compañías matrices, todas dependen de las estaciones de Puerto Rico para tener éxito”, afirmó Tom Koch, vicepresidente de investigación de la empresa.
AgReliant Genetics fue establecida en el 2000 como parte de una alianza de las compañías semilleras KWS, de Alemania, y Groupe Limagrain, de Francia, para atender el suplido de semillas en el mercado norteamericano.
En Puerto Rico, solo se desarrolla parte de la fase de investigación necesaria para producir los híbridos, y luego en Estados Unidos se completa el proceso con las etapas de producción, en la que se aumenta la cantidad de semillas, y su posterior venta a los agricultores. El objetivo es que el producto final sean semillas de mayor rendimiento y más resistentes a elementos como las plagas, enfermedades y temperaturas hostiles.
Contrario a otras plantas de la empresa en Estados Unidos, la Isla -debido a lo costosas que resultan las operaciones- solo recibe material elite, es decir, aquellos componentes que se ha probado científicamente que tienen potencial para desarrollarse favorablemente.
“Aquí tienen que enviar los materiales que están probados, que van a seguir en el ciclo de desarrollo para híbridos comerciales porque todo lo que envíen que no tenga datos (científicos), si se pierde, se perdió mucho dinero”, explicó el agrónomo Ramón Molinary, gerente de operaciones de AgReliant en la zona del trópico.
Puerto Rico representa un gran activo para la empresa, pues aquí los trabajos investigativos se aceleran a tal punto que la empresa puede completar el proceso en la mitad del tiempo que le tomaría hacerlo en sus otras estaciones en Norteamérica.
“Se adelanta el proceso de creación de híbridos considerablemente, en más de siete generaciones, lo que se traduce en tres y cuatro años”, abundó Molinary.
Clima apto para la inversión
Ello es posible debido a las condiciones climáticas de Puerto Rico, ya que se pueden trabajar hasta tres ciclos por año de manera continua debido a que no hay inviernos extremos que interrumpan el proceso. En Estados Unidos, solo es posible manejar una generación por año.
El clima precisamente fue un factor clave cuando la empresa determinó instalarse en Corozal como parte de su plan de expansión, pues allí se utiliza el proceso de haploides, mediante el cual se utilizan células reproductoras con la mitad de los cromosomas, lo que luego del proceso de polinización produce plantas más pequeñas y frágiles, que resultan más vulnerables a los factores externos.
AgReliant Genetics ocupa un espacio aproximado de 20 cuerdas en el barrio Maná, de las cuales tres se mantienen bajo techo para que la etapa de polinización no se afecte con las constantes lluvias que caracterizan el lugar.
Como parte de la estructuración de las operaciones en la nueva instalación, la administración se encuentra conformando un plan de trabajo a tres y cinco años con las expectativas de producción y los costos proyectados, para determinar a cuánto ascenderá la inversión prospectivamente.
Harry Brokish, director de desarrollo de productos de AgReliant, confirmó que la meta es ampliar las instalaciones en Corozal.
Actualmente, entre 20 y 40 personas laboran en esa planta. Sin embargo, la gran mayoría lo hace a tiempo parcial.
Molinary estimó que podrían producirse alrededor de cinco puestos a tiempo completo, aunque el personal -incluyendo a quienes laboran una jornada menor- rondará los 40 empleados.
El secretario de Agricultura, Javier Rivera Aquino, resaltó que el sector de biotecnología agrícola logra emplear trabajadores de todos los niveles, desde el científico con doctorado hasta el obrero. “El sector de biotecnología agrícola es uno que todo Puerto Rico debe apoyar”, dijo Rivera Aquino, cuya agencia asignó $185,000 a la estación de Corozal.
“Creo que nosotros tenemos muchas cosas buenas que ofrecer para este sector, y el sector, al mismo tiempo, tiene muchas cosas buenas para Puerto Rico”, sostuvo el titular de Agricultura.
Etiquetas: es, Puerto Rico
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