miércoles, mayo 30, 2007

La papaya GM

RED POR UNA AMERICA LATINA
LIBRE DE TRANSGENICOS
BOLETIN 239


La organización Greenpeace Internacional a producido un informe sobre la problemática de la papaya genéticamente modificada en Hawai, cultivo que fue introducido a las islas en 1998.

En este boletín compartimos con ustedes un resumen del mismo.

El informe completo en inglés puede encontrarse en:

www.greenpeace.org
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EL FRACASO DE LA PAPAYA GM EN HAWAII


La papaya GM con resistencia al virus RINGSPOT fue introducida en1998 en Hawaii. Esta papaya transgénica ha significado un fracaso comercial que ha llevado a la industria de la papaya al colapso en la isla.

El documento reporta que en Hawai se han cosechado mucho menos papayas en la última generación. Menos aun que en los peores años en los que emergió el virus RINGSPOT.

La mayor producción de papaya en Hawai tuvo lugar en 1984, cuando se produjo cerca de 30 millones de Kg. En 1992, apareció el virus RINGSPOT en la Isla Grande, pero la producción se mantuvo en 19 millones kilos al año a lo largo de la década de 1990. Entre 1998 y 1999, antes de que sea muy evidente el rechazo a la papaya GM, la producción subió a 23,6 millones de kilos.

Pero con los precios de la fruta, el incremento en la producción no se tradujo en un incremento en las ganancias de los productores, porque el precio por kilo bajó a $ 0,66.

Desde el años 2001, la producción ha ido en caída. En 2004, la cosecha cayó a 15,5 millones de kilos, menos que la producción de los 90. En el 2005, la producción volvió a caer en un 12%. Sólo se cosechó 13,6 millones de kilos.

El valor bruto más alto de los cultivos de papaya fresca se alcanzó en 1997, el último año en que sólo se sembró papaya no transgénica. Desde 1998, la gente en Estados Unidos ha duplicado el consumo de papaya fresca. A pesar de ello, el área total de papayas cosechadas en Hawai es de menos de 600 Ha. Lo que significa una disminución del 28% desde que se adoptó la papaya GM.

En 1995, el valor bruto de los cultivos de papaya hawaiana era de US$ 22 millones (ajustado a la inflación). Ahora, este valor ha bajado a la mitad, pues su valor es de US$ 10,9 millones.

Hace 10 y 20 años, el área sembrada con papaya era el doble de la actual. Como promedio, los agricultores reciben menos del 35% por kilo de su fruta, de lo que recibían antes de la era de la papaya GM. En 1997, los agricultores recibían 1,23 dólares por kilo. En 1998 este valor bajó a 0,89 dólares por kilo porque los compradores tradicionales de la papaya hawaiana rechazaron la fruta. Las exportaciones al Japón cayeron de $10,3 millones en 1997 a $ 4,6 millones en el 2005.

Aunque en Canadá si está aprobada la importación de esta fruta transgénica, el precio nunca se ha recuperado. En los dos últimos años (2004 – 2005), el precio fue de $0,80 por kilo, lo que significa una ganancia muy marginal para el productor.

Junto con la caída en los precios de producción, el área cultivada también ha disminuido. Los promotores de la papaya GM frecuentemente citan estadísticas diciendo que el 60% del área sembrada con papaya es genéticamente modificada, pero hay que preguntar, ¿el 60% de qué?. En el 2004, sólo 500 hectáreas fueron cosechadas, lo que significa un 42% menos de lo que se sembró en 1998, y aun menos de lo que e sembró en 1979. En el 2005 el área creció de manera modesta (587 Ha.) y la producción bajó.

De acuerdo a las estadísticas de agricultura nacional, el número de agricultores que producen papaya bajó de 262 en 1998, a 205 en 2005.


A pesar de las evidencias presentadas en estas estadísticas del Departamento de Agricultura de EE UU (USDA), la industria biotecnológica y sus aliados insisten en que la papaya GM ha sido un éxito.

El Bureau de Agricultores Americanos dicen que ha sido un éxito dramático para la biotecnología (1).

Monsanto proclama que ha salvado la industria de papaya en Hawai (2).

En realidad, la ingeniería genética no ha salvado la industria. Ha acelerado la caída de las papayas hawaianas. Aunque se debe tomar en consideración otros elementos económicos y de mercado, la introducción de la papaya GM ha contribuido de manera significativa.

Los únicos beneficiarios de la introducción de la papaya GM en Hawai son las pocas compañías concentradas en una industria que frecuentemente depende de agricultores arrendatarios que no son dueños de la tierra que trabajan.

A partir de la adopción de la papaya GM, el mercado de la papaya hawaiana se dividió en tres sectores: orgánica, convencional y transgénica. Estas dos primeras con mejores precios en el mercado. Por ejemplo, en noviembre de 2005 un kilo de papaya orgánica cuestó $3,20 en contraste con $0,99 del kilo de papaya GM.

A pesar de ello, para los agricultores orgánicos y para aquellos que quieren llevar a cabo un tipo de agricultura más sustentable, la papaya GM ha sido una fuente de problemas.

La carga que tienen que enfrentar para defenderse de la contaminación del polen procedente de la papaya GM ha sido enorme e injusta.

La verdad sobre los fracasos en Hawai es especialmente importante debido a las presiones que Estados Unidos ejerce sobre otros país para que adopten esta tecnología.

En países del Sudeste de Asia, Estados Unidos ha presionado muchísimo para que se permita sembrar papaya GM en su territorio. Los promotores de la papaya GM como la USAID y la asociación industria biotecnológica ISAAA dicen que ha sido un éxito en base a esta aseveración dudosa, ellos han presionado para que los agricultores en Tailandia, Las Filipinas e Indonesia abran sus puertas a la fruta genéticamente modificada.

Aunque el “éxito” de la papaya GM es una gran sus inversionistas y los pocos de los grandes comercializadores de papaya en Hawai están encerrados en un círculo de la ingeniería genética. Si ellos no consiguen convencer a los países asiáticos que planten y coman papaya GM, entonces la industria hawaiana va a caer en espiral, pues los consumidores van a rechazarla.

Por otro lado, no se ha aprobado ninguna regulación para importar papaya GM en el Japón y los 25 países de la Unión Europea. El principal importador de papaya orgánica de Hawai es Japón.

La industria de la papaya en Hawai tiene un producto que los consumidores no quieren, y enfrenta además una fuerte competencia del sudeste de Asia y de América Latina. La papaya mexicana por ejemplo, se consume más en EE UU que la papaya hawaiana.


Notas:

(1) Truelsen, J. 2003. Biotechnology saves Hawaii papaya industry. American Farm Bureau News,26 May 2003. http://www.fb.org/news/fbn/html/biotechnology.html
(2) Monsanto. Monsanto Hawaii: Agricultural Biotech in the Islands.
http://www.monsanto.com/monsanto/layout/about_us/locations/us/hawaii/agr_biotech.asp

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martes, mayo 29, 2007

Monopolios artificiales sobre bienes intangibles. Los procesos de privatización de la vida y el conocimiento


La privatización de los bienes comunes, a través de sistemas jurídicos y técnicos que fortalecen monopolios y construyen un sistema de apropiación privada y concentración creciente de todo aquello que siempre había sido común en manos de unos pocos. El agua, las semillas, el aire, las ideas, la matemática, la música, la cultura, el folklore , las medicinas tradicionales, el ADN, la vida misma. ¿Qué tienen en común las semillas transgénicas patentadas por Monsanto con el software privativo y las políticas de Microsoft? Pues mucho más de lo que puede surgir a simple vista

No sólo se trata de poner en cuestión el sistema actual de regulaciones de patentes y copyrights, sino de entender cuáles son las implicancias de la revolución científicotécnica en la cual estamos inmersos y que nos está arrastrando hacia umbrales que debemos discutir como sociedades.

A lo largo de estos años de trabajo compartimos con otros movimientos la preocupación por la radicalización creciente del sistema de patentes y copyright, que no termina allí sino que avanza con otros tipos de regulaciones que se imponen cada vez más a través de los diferentes escenarios, desde las negociaciones internacionales hasta las regulaciones técnicas.

Para acceder a este documento (formato PDF) haga clic sobre el archivo a continuación

Monopolios artificiales sobre bienes intangibles

lunes, mayo 28, 2007

El imperio de Monsanto y la destrucción del maíz

Silvia Ribeiro

El monopolio más marcado de la historia del industrialismo lo tiene Monsanto con las semillas transgénicas. Según sus propios datos, esta trasnacional estadunidense controla más de 80 por ciento del rubro, porcentaje ampliamente mayor que el que detenta cualquier otra empresa en su campo, sea petrolera, química o informática.

Monsanto avanza además hacia el control de todas las semillas, no sólo transgénicas. Para ello ha comprado empresas semilleras en todo el mundo, con el fin de controlar un sector que aunque modesto en volumen de dinero -comparado con otras industrias-, es absolutamente imprescindible: es la llave de toda la cadena alimentaria. Una vez que controle la mayoría de las semillas convencionales (no transgénicas), lo único que necesitará hacer es dejar de producirlas, y a través de una política de hechos consumados -al no existir alternativas en el mercado y en contubernio con las escasas empresas que queden en el rubro- obligar a todos a sembrar sus transgénicos. A unos porque no tendrán otra opción y a otros -los campesinos que plantan sus propias semillas- a punta de contaminación, juicios y semillas suicidas Terminator

Según el monitoreo de la industria que hace el Grupo ETC (antes con el nombre de RAFI), a principios de la década de 1980 existían en el mundo más de 7 mil empresas semilleras que producían semillas para el mercado comercial. Ninguna llegaba a uno por ciento del mercado.

Hace algo más de una década, las empresas que producían agrotóxicos -como Monsanto, Dow, Bayer, Dupont y otras- comenzaron a comprar intensivamente a las semilleras. De esta forma promovieron la venta de semillas y agrotóxicos de la compañía en paquete. El resultado más visible de este casamiento de conveniencia fueron los transgénicos: más de dos tercios de los transgénicos plantados son cultivos resistentes a agrotóxicos.

En 1997, las 10 mayores empresas semilleras habían pasado a controlar la tercera parte del mercado mundial de venta de semillas comerciales. A 2005, las 10 más grandes tenían ya la mitad del mercado. Actualmente, las 10 mayores poseen 55 por ciento del mercado mundial, pero entre tres -Monsanto, Dupont y Syngenta- acaparan 44 por ciento. Monsanto -que en 1996 ni siquiera aparecía entre las 10 mayores- abarca 20 por ciento del total global.

Dos de las compras más significativas de Monsanto en los años recienes -que lo convirtieron en la semillera industrial más grande del mundo- fueron la mexicana Seminis (ex Savia y Grupo Pulsar) con lo que logró la mayoría del mercado mundial de semillas de frutas y hortalizas, y la de Delta & Pine Land, la mayor empresa de semillas de algodón y dueña de la primer patente de semillas suicidas Terminator.

Es evidente que avanzando por medios legales e ilegales -desde la contaminación transgénica y los juicios por patentes que hace contra las víctimas hasta el soborno de funcionarios y legisladores para que le otorguen autorizaciones y hagan leyes o reglamentos a su favor- Monsanto pretende apoderarse del mercado mundial de semillas, o como mínimo, repartírselo con un par de otras trasnacionales.

En camino hacia ese objetivo, Monsanto compró hace una década la compañía Agracetus, para apoderarse de una patente monopólica sobre toda la soya transgénica del planeta. Esta patente la acaba de perder el 3 de mayo de 2007 en la Oficina Europea de Patentes, como consecuencia de un litigio que duró 13 años, iniciado por el Grupo ETC junto a una coalición de organizaciones sociales y ambientalistas, que finalmente derrotaron a Monsanto. Pero en ese periodo, Monsanto usó y abusó de este monopolio para hacer juicios y amenazar desde productores a gobiernos, creando un monopolio de facto sobre la soya, aunque ya no tenga la patente.

En este contexto, es totalmente cínico que Monsanto, uno de los mayores contaminadores del planeta y responsable junto a un par de otras transnacionales de la contaminación transgénica del maíz campesino en México, anuncie que va a hacer un fondo para "proteger el maíz nativo". Para ello, pretende formar con algunos de los pocos productores industriales de maíz en México, un banco de semillas nativas. La propuesta ni siquiera es original -también Syngenta, Dupont y otras productoras de transgénicos tienen proyectos similares en otros países- ya que proviene de Croplife International, una asociación internacional de estas empresas para defender sus intereses en la comunidad internacional.

Monsanto pretende así lavar su imagen de contaminador, acceder -y patentar cuando le convenga- razas de maíz campesino que le resultan imprescindibles para seguir desarrollando sus semillas transgénicas y por otro lado justificar la introducción de más transgénicos y la contaminación futura.

Los industriales de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México, que firmaron este acuerdo con Monsanto -quién sabe a qué precio- probablemente ya ni saben qué es el maíz nativo, porque hace tiempo son esclavos de lo que les vendan las empresas semilleras.

Los que de verdad conocen, cuidan y siguen plantando el maíz nativo -85 por ciento de los que producen maíz en México- son campesinos e indígenas y ya declararon que no piensan dejarlo ni dejar que los dueños del dinero y los industriales se apropien de él. Les llevan 10 mil años de experiencia y más de 500 de resistencia.

*Investigadora del Grupo ETC

http://www.jornada.unam.mx/2007/05/26/index.php?section=opinion&article=019a1eco

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sábado, mayo 26, 2007

Declaración del Taller en Defensa territorial del maíz nativo en México


"Las grandes empresas y el gobierno mexicano que implementa las políticas de éstas tienen decretada una guerra contra nuestro modo de vida campesino, nuestra cultura indígena y nuestros maíces nativos con el afán de apropiarse de nuestros territorios. Esta guerra busca someternos al imperio del mercado, con reformas, leyes y programas que privatizan la tierra, el agua y los bosques, dividen a nuestras comunidades y permiten el saqueo de nuestros recursos naturales y nuestros saberes"

Para pensar juntos cómo enfrentar y resistir las agresiones que vivimos, nos reunimos nuevamente después de varias veces, en Cenami, delegados, representantes, comuneros, ejidatarios y miembros de organizaciones indígenas, campesinas y de la sociedad civil de Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Jalisco, Puebla, Estado de México, Veracruz, Chihuahua, Durango, Zacatecas, Guerrero, Distrito Federal y organizaciones hermanas de Chile, Perú y Brasil, en torno a la defensa de nuestros maíces, territorios, comunidades y autonomía.

Las grandes empresas y el gobierno mexicano que implementa las políticas de éstas tienen decretada una guerra contra nuestro modo de vida campesino, nuestra cultura indígena y nuestros maíces nativos con el afán de apropiarse de nuestros territorios.

Esta guerra busca someternos al imperio del mercado, con reformas, leyes y programas que privatizan la tierra, el agua y los bosques, dividen a nuestras comunidades y permiten el saqueo de nuestros recursos naturales y nuestros saberes. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte es un ataque directo contra la economía de los agricultores mexicanos y le abrió la puerta al maíz transgénico que contaminó muchas regiones maiceras del país.

El gobierno se empeñó en negar esta contaminación y con todo descaro elaboró una ley que le dictaron las empresas para inundar con sus cultivos transgénicos nuestros campos —la Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados, a la que irónicamente llamamos Ley Monsanto.

Ante esta guerra con que nos atacan, desde 2003 comenzamos los Talleres en Defensa del Maíz para reflexionar juntos y compartir experiencias de las diferentes regiones. Comenzamos preocupados por las milpas contaminadas, pero fuimos viendo que también es vital defender los ríos que las atraviesan, los bosques que las rodean, toda nuestra vida como campesinos, nuestra comunidad, nuestra cultura indígena, nuestros saberes, nuestra autonomía. En fin, que defender al maíz es defender nuestro territorio, porque el territorio es todo: donde vivimos y todo lo que somos como pueblos, como pueblos del maíz.

Hoy sabemos que viene un ataque nuevo y más agresivo contra nosotros: quieren abrir el campo de toda América Latina a la invasión transgénica para expandir la agricultura comercial de mucha producción y mucha devastación, promover los agrobiocombustibles para llenarle el tanque a los automóviles aunque esto signifique que las comunidades dejemos de comer y vivir del maíz y de otros muchos cultivos nuestros.

Con la nueva tecnología Terminator (semillas transgénicas que se vuelven estériles) buscan sembrar la muerte, impidiendo que guardemos nuestras semillas nativas, para hacernos totalmente dependientes de las grandes industrias a las que les tendríamos que comprar semilla todo el tiempo.

En las comunidades estamos preocupados porque cada vez es más difícil entender las señales de la luna, las nubes, y los ciclos del agua que nos permitían saber cuando sembrar, como lo hacíamos antes con nuestros saberes tradicionales. Las industrias energética, automotriz y agrícola, que son las culpables del calentamiento del planeta, quieren ahora que cultivemos agrobiocombustibles para ellos tener más ganancias a costa de nosotros. Para ellos el cambio climático es pretexto de discursos y excusa para justificar la ambición y amenazarnos nuevamente. Las transnacionales, apoyadas por el gobierno, dicen que la única manera de solucionar el cambio climático y la escasez de petróleo es sembrar cultivos transgénicos para producir agrobiocombustibles en todo el mundo. Todas estas amenazas forman parte de un modelo más grande, el neoliberalismo, cuyo objetivo es saquear nuestros territorios y sacarnos de ellos.

Atacar al maíz significa atacar a las comunidades, a la misma idea de la comunidad. El maíz es nuestra vida, no sólo porque nos alimenta sino porque nuestra vida es cuidarnos con la milpa mutuamente; es la base de nuestra alimentación y nuestras tradiciones. Los campesinos e indígenas que cultivamos el maíz le estorbamos al sistema, porque el que siembra comunitariamente se nutre con lo que cultiva, pero ellos quieren que no seamos autosuficientes en nuestra alimentación para volvernos dependientes de las empresas y sacarnos del campo. El territorio y el maíz que para nosotros son sagrados, para ellos son una cosa que se compra y se vende. Quieren que olvidemos que el territorio con el maíz y la comunidad es la vida de los pueblos. Quieren que nos rindamos por completo a la cultura del dinero. Y si no lo hacemos, pretenden desaparecernos como pueblos y como campesinos.

Los gobiernos ven al territorio como oportunidad para hacer ganancias y buscan hacerlo producir lo más posible. Como quieren expulsarnos porque nuestros territorios tienen muchas riquezas, inventan reservas “ecológicas” y nos engañan diciendo que las van a cuidar cuando en realidad quieren aprovecharlo a escondidas. Nosotros somos quienes lo hemos cuidado desde siempre.

Nos quieren eliminar a punta de proyectos amañados: carreteros, turísticos, ganaderos, de “semillas mejoradas” o transgénicas y proyectos productivos para el mercado, no para los pueblos, que se quedan sin sus hombres y sin sus jóvenes que tienen que ir a buscar la sobrevivencia a otras tierras. A los que quedan en el lugar donde nacieron, los engañan y dividen con miserias. Le enseñan a nuestros jóvenes otros modos con sus programas educativos para que ya no quieran vivir en comunidad, para que ya no quieran sembrar y que rechacen su origen, en vez de responder a las necesidades de nuestros pueblos con nuestros saberes y tradiciones. A todo esto le dicen desarrollo y progreso, pero nosotros sólo vemos miseria, migración y muertes como resultado.

Por nuestros saberes, experiencias y reflexión colectiva estamos claros que con maíz sembrado por nosotros mismos resistimos y que la mejor manera de defender nuestro maíz es sembrarlo. Tener maíz para comer las comunidades, es más importante que el dinero, por lo que:

1. Reivindicamos los cultivos propios que fomentan la soberanía alimentaria de nuestras comunidades. Quieren impedir que sembremos para comer y así hacernos dependientes y esclavos y comamos la basura que producen las grandes empresas. Nuestros propios cultivos son la mejor alternativa para la defensa de los pueblos y la construcción de nuestra autonomía.

2. Reafirmamos como lo más importante la fuerza de lo sagrado que significa nuestra vida en comunidad, como sembradores, y nuestro cuidado del territorio que expresamos en nuestros ciclos y ceremonias. Cada vez valoramos más la enorme riqueza que tenemos, una que no tiene nada que ver con el dinero.

3. Rechazamos los agrobiocombustibles porque mantienen el mismo modelo que destruye la naturaleza; no resuelven el cambio climático ni la crisis energética. Benefician sólo a las grandes industrias, convierten los cultivos en máquinas y a los campesinos en trabajadores asalariados. Finalmente, los verdaderos culpables del cambio climático siguen impunes.

4. Exigimos la salida total de los transgénicos de América Latina y la prohibición tajante de la tecnología Terminator.

5. Rechazamos los arreglos entre las agroindustrias y las centrales campesinas oficialistas (como el acuerdo entre Monsanto y la CNC) que pretenden inundarnos con tecnologías nocivas.

6. La Red en Defensa del Maíz declara también su solidaridad y protesta contra los ataques, represión y juicios sumarios a los pueblos y comunidades que luchan por existir como tales, por sus derechos, por su tierra y territorios, por las semillas y la biodiversidad, por el derecho a su cultura y a la autonomía. Sabemos que hoy le toca a unos pero que esos podríamos ser cualquiera de nosotros.

Repudiamos enérgicamente el asesinato y la violación de la anciana nahua Ernestina Ascensión Rosario, de Zongolica, Veracruz; el asesinato de Concepción Gabino, de la comunidad de Cuzalapa, de Aristeo Flores Rolón, autoridad tradicional del pueblo nahua en la Sierra de Manantlán, Jalisco; del compañero Faustino Acevedo de San Blas Atempa, en el Istmo de Tehuantepec, y de todos los asesinados en Oaxaca y San Salvador Atenco. Repudiamos también la violación de las mujeres por parte del Ejército federal en Michoacán y Coahuila, entre otros casos de represión brutal desde el poder. Exigimos la liberación de todos los presos y presas políticas en el país.

El maíz, origen de nuestros pueblos, sigue siendo el centro de la vida, de la cultura, de la inteligencia y de la sabiduría. Si seguimos haciendo nuestro cultivo como nosotros sabemos sin meternos en la otra tecnología, la agricultura de nuestros pueblos va a seguir adelante en la historia y nosotros seguiremos también adelante con la ayuda del maíz construyendo la autonomía desde nuestros territorios.

México DF, a 16 de mayo de 2007

PARTICIPANTES:

Comunidades indígenas. Pueblo Wixárika, de Jalisco, Durango y Zacatecas; Pueblo Rarámuri de la Sierra Tarahumara, Chihuahua; Comunidad Nahua de Ayotitlán, Jalisco; Comunidad Ñañhu, de Atlapulco, Estado de México; Comunidad Totonaca de la Sierra Norte de Puebla; Comunidades Campesinas de Los Tuxtlas, Veracruz; Comunidades Campesinas del Sur de Veracruz; Comunidades Zapotecas de los Valles Centrales de Oaxaca; Comunidad Chontal de Centla, Tabasco; Comunidad Tlapaneca, de Tlapa, Guerrero, comunidad mixteca de San Juan Mixtepec, Oaxaca; representante del pueblo Quechua de Perú

Organizaciones Indígenas. Organización de Agricultores Biológicos, AC, Oaxaca; Centro de Derechos Indígenas Flor y Canto AC, Oaxaca; Grupo Indígena de Protección Ambiental (GIPA), Jalisco. Organizaciones de la sociedad civil . Centro Nacional de Apoyo a las Misiones Indígenas AC (CENAMI); Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano (CECCAM); Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración (Grupo ETC); Centro de Análisis Social, Información y Formación Popular (CASIFOP); Coa AC; Consultoría Técnica Comunitaria AC (CONTEC), Chihuahua; Grupo de Estudios Ambientales (GEA AC), Asociación Jalisciense de Apoyo a Grupos Indígenas (AJAGI); Centro Regional para la Educación y la Organización, Los Tuxtlas, Veracruz; Unidad de Apoyo a las Comunidades Indígenas (UACI-Universidad de Guadalajara, Jalisco; Universidad de la Montaña (UNIMON), Chiapas; Desarrollo Integral de los Mexicanos Indígenas (DESMI), Terra de Direitos, Brasil; GRAIN, Enlace, Comunicación y Capacitación AC, Grupo Cultural Nivi Ñuu.

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viernes, mayo 25, 2007

Terminator part two?

Transcontainer aims to develop GM plants that are "biologically contained". Put in other words, industry is interested in developing new means to keep farmers from saving seed.


Developing efficient and stable biological containment systems for genetically modified plants

This is the official internet page for “Transcontainer”, a European Commission-funded Specific Targeted Research or Innovation Project (STREP) in the Sixth Framework Programme Priority 5: Food Quality and Safety.


http://www.sbcbiotech.nl/news/item/Transcontainer_has_started/90?mid=

The European research project Transcontainer has
officially started as of 1 May 2006. This research
project, which comprises 13 partners from
universities, research and government institutes,
small and medium-sized enterprises and an industrial
partner, is partly funded by the European Commission.
It aims at developing and studying genetically
modified (GM) crop plants that are 'biologically
contained', in order to reduce significantly the
potential spread of transgenes of such GM crop plants
to conventional and organic crops and to wild and
weedy relatives, when such exist.

The main task of Schenkelaars Biotechnology
Consultancy within Transcontainer consists of
communication of the results of the technical,
biosafety and socio-economic research to parties
interested in (regulatory) policy and public debates
on 'co-existence of GM and non-GM crops' and
'outcrossing from GM crops to wild plants'.

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jueves, mayo 24, 2007

Transgénicos sin fronteras

Mariano Cereijo

El sórdido caso de un arroz manipulado genéticamente que se pasea por medio mundo como “Pedro por su casa”. Los protocolos de bioseguridad se derrumban como castillo de naipes. La seguridad alimentaria, una vez más en entredicho.

El título no hace mención al nombre de una ONG, sino a una muestra más de la inseguridad intrínseca de los cultivos transgénicos, a su falta de control y a la temeridad a la que nos someten políticos ineptos y empresarios sin escrúpulos. El protagonista de esta historia es el arroz transgénico LL601, que ha sido manipulado genéticamente por la multinacional Bayer CropScience para otorgarle resistencia a herbicidas.

El engendro era ilegal en Estados Unidos para consumo humano. Sólo fue permitido a modo experimental entre los años 1998-2001. Misteriosamente, cinco años después, concretamente el 18 de agosto de 2006, el gobierno norteamericano declaraba que contenedores comerciales se hallaban inexplicablemente contaminados con el arroz LL601. Dicho de otra manera más sencilla, los granos de arroz normales estaban mezclados con estos granos transgénicos ilegales. Esta noticia propició medidas tales como la cancelación de las importaciones desde Japón, la certificación de ausencia del LL601 y el incremento de controles en la Unión Europea. En ambos lugares el arroz transgénico no estaba autorizado para humanos y era ilegal. [i]

La contaminación fue detectada inicialmente en enero de 2006 en Arkansas. Bayer lo notificó el 31 de julio al gobierno y éste tardó 18 días en hacerlo público. Luego apareció en Mississippi, Louisiana, California, Texas y Missouri. Inmediatamente después del escándalo se activaron los controles en Europa y entre septiembre y octubre se descubrió el LL601 en 15 países europeos. Algunos de los hallazgos, incluso iban certificados como ausentes de transgénicos por las autoridades norteamericanas, lo que facilitó que los lotes contaminados se dispersaran por más países. Estos controles evidenciaron también la presencia ilegal del arroz transgénico chino Xianyou BT63 en Reino Unido, Francia, Alemania y Austria. [ii]

La estrategia inicial de la Unión Europea fue permisiva y fracasó. El LL601 pululó a su libre albedrío por el viejo continente. En septiembre, la Agencia Europea para la Seguridad Alimentaria (AESA) anunció que el arroz ilegal LL601 no presentaba riesgos inminentes para la salud humana, en un informe que la Comisión Europea calificó como limitado por la falta de un análisis adecuado. La propia AESA reconocía que lo elaboró con datos insuficientes. En noviembre el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) autorizaba el arroz LL601 y advertía que no era nocivo. [iii] Claramente las autoridades en ambas partes del Atlántico contrarrestaban sus errores mediante estudios irresponsables y licencias rápidas.

El 24 de noviembre, ecologistas costarricenses denunciaron públicamente, que Greenpeace había descubierto un barco estadounidense que iba rumbo a Costa Rica cargado de arroz con fracciones contaminadas de LL601. [iv] Ese mismo día, Amigos de la Tierra reveló que Estados Unidos había exportado el arroz contaminado a Ghana y Sierra Leona. Lo más repugnante fue que lo camufló como ayuda alimentaria para los más necesitados. [v] A inicios de febrero de 2007 se halló el rastro en Filipinas [vi] . El 15 de febrero, la Alianza para la Protección de la Biodiversidad de Nicaragua atestiguó que arroz contaminado con la variedad transgénica LL601 se estaba vendiendo en diversos supermercados de la nación. Según la propia Alianza, las marcas con presencia de transgénicos eran: Carolina, Indiana, Gallo Dorado, Continental, Canilla, Faisán, América, Sabemás e Imperial . Las muestras fueron recogidas en varios puntos del país y el 75% dieron positivo. El propio estudio de la Alianza desvelaba que, si bien el origen de las muestras en su mayoría pertenecía a Estados Unidos, existieron otras de Guatemala y Nicaragua. Esto hizo pensar que algunos arroceros centroamericanos podrían estar cosechando o exportando arroz transgénico. [vii]

El 8 de marzo, Greenpeace México expuso en rueda de prensa que la contaminación con LL601 había llegado al país azteca. Tras recoger muestras se realizaron pruebas y algunas dieron positivo. [viii] Este descubrimiento vino envuelto en una gran polémica, porque se sabe que las Secretarías de Salud y Agricultura efectuaron sus pruebas para detectar el arroz contaminado y los resultados siguen siendo un enigma. Greenpeace, amparado en la Ley de Transparencia y Acceso a la Información, solicitó información a la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS, Instancia que en México tendría que retirar aquellos productos no aprobados para consumo humano) y ésta la negó argumentando la falta de tiempo para buscarla. Sin embargo, ante las presiones ecologistas y los síntomas de escándalo que se avecinaban, el 16 de marzo, la COFEPRIS decidió cerrar la importación de arroz norteamericano, exigiendo la certificación del arroz como no contaminado. [ix] Se sospecha que nadie está haciendo nada para frenar la entrada de arroz transgénico, y es más, la Secretaría de Salud emitió en abril un comunicado en el que decía que el LL601 era seguro para la salud y en breve se podría aprobar su consumo humano. [x] Se sigue manteniendo un silencio tan hermético como cómplice sobre los controles iniciales en arroz, así como unos muestreos realizados en campos de maíz de diferentes puntos del país. [xi] Por algo será.


Revoltosos esos transgénicos.

Los agricultores norteamericanos están mosqueados. No es para menos. A raíz del descubrimiento los precios del arroz se han desplomado. El 40% de la exportación total estadounidense se ha visto afectada. Pero los problemas no acaban ahí. Campesinos y autoridades estadounidenses enfrentan la complicada tarea de limpiar los arrozales de restos de LL601. Empresa faraónica por cuanto la contaminación genética es invisible, incolora, inodora e insípida; además de escurridiza, imprevisible y difícil de revelar. De momento los arroceros han establecido una serie de medidas, como suprimir del mercado la variedad de arroz que contenía los genes contaminantes. Paralelamente los juicios contra Bayer ya han iniciado. La empresa se defiende afirmando que lo sucedido es un hecho fortuito cimentado en la negligencia y descuido de los propios agricultores. [xii] La transnacional no tenía intención de comercializar el LL601, pero el mismo día que se hizo público el escándalo solicitó la aprobación a la USDA. Fue concedida velozmente en noviembre. Con esa autorización, el arroz LL601 deja de ser ilegal en Estados Unidos y Bayer gana posiciones en los litigios. [xiii] Patético el despotismo de la USDA y claro aviso a los agricultores de todo el mundo: las multinacionales no están dispuestas a asumir sus responsabilidades ante contaminaciones genéticas, por mucho que éstas cierren mercados y generen pérdidas económicas.

Investigaciones efectuadas en el Centro de Investigación del Arroz de Crowley (Louisiana), han desvelado la existencia de granos correspondientes al año 2003 contaminados con el evento LL601. [xiv] Este dato, junto a la existencia de trazas de LL601 provenientes de Nicaragua y Guatemala, indicaría que la contaminación es anterior a la fecha de detección (agosto de 2006).

La legislación en bioseguridad ha quedado en ridículo. El Protocolo de Cartagena ha sido reducido a poesía en el desierto, las normativas en coexistencia han envejecido prematuramente, y los proyectos emprendidos por algunas instituciones como Naciones Unidas, en materia de “Creación de Capacidades en Bioseguridad”, han demostrado ser infructuosos. El caso del arroz chino BT 63, el del maíz Star Link y el del maíz Bt 10 que estuvo a punto de filtrarse en Europa en el año 2005, serían tres ejemplos más de movimientos transfronterizos ilegales. [xv]

El capítulo del arroz LL601 nos deja una lección más importante si cabe: la necesidad imperiosa de desarrollar políticas agrarias dirigidas a consolidar de la Soberanía Alimentaria, en lugar de claudicar ante las políticas neoliberales que arrasan con el tejido productivo nacional. ¿Qué sucedería si México -por ejemplo- decidiera interrumpir o limitar la importación de arroz desde Estados Unidos ante la presencia del LL601? Pues posiblemente un desabastecimiento y su consecuente incremento de precios, pues México importa la mayor parte del arroz que consume. La dependencia al arroz norteamericano de algunos países es tal, que simple y llanamente no pueden detener las importaciones por muy contaminadas que estén. El caso del arroz LL601 y la “Crisis de las Tortillas”, sitúan a México como paradigma de la inseguridad y servidumbre alimentaria. Calderón Hinojosa debería pensar antes en el arroz y el maíz como alimentos seguros para sus 60 millones de pobres y extremadamente pobres, que en encender fuegos de artificio con el agribusiness, los transgénicos y los biocombustibles.

En definitiva y a modo de conclusión, una vez más se demuestra la inexistencia de controles serios que permitan localizar, controlar y erradicar un brote indeseable de transgénicos y más si hay necios en los cargos de responsabilidad. Una vez más una variedad transgénica ha logrado filtrarse, recorrer miles de kilómetros y colocarse inocentemente en las estanterías de los supermercados. Una vez más ha quedado patente la necesidad de tomar medidas urgentes ante los cultivos transgénicos comerciales y experimentales. Y una vez más las organizaciones sociales han reemplazado a los poderes públicos en su misión de defender a la sociedad. Esta vez y según rápidos e insuficientes estudios, el arroz transgénico LL601 no era dañino para la salud, pero ¿Qué pasará cuando la variedad que se escape sí lo sea? ¿Cuántos alimentos estarán contaminados y cuándo, dónde y cómo se hallarán? ¿Seguiremos amparándonos en la fortuna o habrá algún político decente que se tome esto en serio?



[i] GREENPEACE MÉXICO: “El arroz transgénico ilegal amenaza a los mexicanos”, 12 febrero de 2007, en http://www.greenpeace.org/mexico/news/el-arroz-transgenico-ilegal-am [ii] http://www.foeeurope.org/GMOs/rice_contamination.htm , LEAN, G.: “Rice contaminated by GM has been on sale for months”, en The Independent, Londres, UK , 27 de agosto de 2006, en http://news.independent.co.uk/environment/article1222081.ece y EFE: “CE confirma la presencia de arroz ilegal en Holanda y Bélgica”, 21 de septiembre de 2006, en http://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/73179/02/07/ [iii] http://www.efsa.europa.eu/en/science/gmo/statements0/efsa_statement_gmo_LLrice601.html y MAPA: “Plan para eliminar el arroz transgénico LL601 de la cadena alimentaria”, 16 de enero de 2007, en http://www.agroinformacion.com/leer-noticia.aspx?not=35503

[iv] ACAN-EFE: “Denuncian importación de arroz no apto para consumo”, La Nación, San José, Costa Rica, 24 de noviembre de 2006, en http://www.nacion.com/ln_ee/2006/noviembre/24/ultima-cr2.html

[v] AMIGOS DE LA TIERRA: “West Africa contaminated by US GM Rice”, 24 de noviembre de 2006, en http://www.eraction.org/index.php?option=com_content&task=view&id=27

[vi] www.gmwatch.org/archive2.asp?arcid=7537

[vii] GOMEZ, O.: “Nos hacen tragar arroz transgénico”, en Nuevo Diario, Managua, Nicaragua, 16 de febrero de 2007, en http://www.elnuevodiario.com.ni/2007/02/16/nacionales/41473 y TRUCCHI, G.: “Se detecta arroz transgénico”, 16 de febrero de 2007, en http://www.rel-uita.org/agricultura/transgenicos/arroz-nicaragua.htm

[viii] BALBOA, J: “Tiendas venden arroz contaminado con transgénicos, denuncia Greenpeace”, en La Jornada, México DF, 9 de marzo de 2007, en http://www.jornada.unam.mx/2007/03/09/index.php?section=politica&article=013n1pol

[ix] BALBOA, J.: “Cierra México sus fronteras al arroz transgénico procedente de Estados Unidos.”, en La Jornada, México DF, 16 de marzo de 2007, en http://www.jornada.unam.mx/2007/03/16/index.php?section=politica&article=016n1pol

[x] GREENPEACE MEXICO: “Devuelve Greenpeace dos toneladas de arroz contaminado a salud”, 29 de marzo de 2007, en http://www.greenpeace.org/mexico/news/devuelve-greenpeace-2-tonelada

[xi] COVANTES, L.: “¿Qué pasó con la contaminación transgénica de maíces mexicanos?”, en La Jornada Ecológica, México DF, 29 de enero de 2007, en http://www.jornada.unam.mx/2007/01/29/eco-f.html

[xii] WASHINGTON POST: “Act of God blamed for rice contamination”, 25 de noviembre de 2006, en http://www.newsobserver.com/126/story/514421.html y http://www.gmwatch.org/archive2.asp?arcid=7233

[xiii] WEISS, R.: “Gene-Altered Profit-Killer”, en Washington Post, Washington, USA, 21 de septiembre de 2006, en http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2006/09/20/AR2006092001903.html

[xiv] BENNETT, D.: “Rice breeder Linscombe on GM rice troubles”, en Delta Farm Press, 21 de septiembre de 2006, en http://deltafarmpress.com/news/060921-linscombe-gmrice/

[xv] http://actualidad.terra.es/internacional/articulo/ue_bt10_eeuu_1331888.htm

martes, mayo 22, 2007

Maíz e infamias

Silvia Ribeiro



Una forma de ocultar la realidad es repetir una mentira hasta el cansancio, esperando que finalmente algunos se la crean. El tema del maíz en México tiene muchos ejemplos de esta técnica de la infamia.

Hace unos meses, el aumento del precio de la tortilla generó un enorme malestar en el país. Por la importancia del grano en México, su centro de origen, fue noticia en los mayores diarios del globo. En la mayoría de los medios se manejó que el aumento se debió al incremento del precio del maíz en el mercado mundial, generado por la demanda de este grano como agrocombustible.

Sin embargo, el aumento de la tortilla excedió con mucho el porcentaje de aumento del precio del grano, y la coyuntura fue aprovechada como jugoso negocio por los grandes comercializadores e industrializadores del grano. Algunos de ellos, como Cargill, habían incluso acaparado maíz mexicano y lo vendieron a más del doble del precio al que lo habían comprado. El gobierno intervino, y en una reunión inverosímil donde participaron, entre otros, las grandes transnacionales de la distribución e industrialización del maíz, decidieron fijar un aumento de 40 por ciento en el precio de la tortilla. Esto se presentó mediáticamente como un freno al precio de la tortilla -a favor del público- cuando en realidad fue una legalización del aumento desproporcionado que habían impuesto los grandes empresarios. El acuerdo, que iba a durar hasta el 30 de abril, fue recientemente renovado hasta agosto.

En esta ocasión, los grandes empresarios de distribución, procesamiento y uso industrial del maíz como forraje, exigieron además de mantener alto el precio de la tortilla, pagar precios menores a los productores, -porque ahora sí era hora de reconocer que el aumento anterior no era real. Es decir, exigieron ganar en todas las puntas. Nuevamente se firmó el "acuerdo", como si fuera un acto dadivoso del gobierno para defender los intereses de la población, cuando lo que se hizo fue legalizar el despojo y favorecer a unas cuantas trasnacionales.

En paralelo a estas componendas, se activaron otros frentes de guerra sobre el maíz, por parte de las empresas y gobierno contra los campesinos y la mayoría de la población. Por un lado, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), que es parte del Consejo Coordinador Empresarial -al cual pertenecen los mismos que se beneficiaron con la crisis de la tortilla- publicaron "estudios" indicando que la salida de la crisis para México es la producción de maíz para agrocombustibles y que para ello, es necesario que sea maíz transgénico. Me refiero a "estudios" con comillas, porque según su propia definición, "El CEESP (Š) financia todas sus actividades de investigación gracias a los donativos de sus patrocinadores". Es decir son estudios financiados por el lobo sobre lo que le conviene a Caperucita.

De otro modo, no se entendería como este pretencioso "estudio" ignora el hecho de que la productividad del maíz como agrocombustible es muy baja, y que si se agregan los costos de los insumos basados en petróleo que requiere su producción y procesado (agrotóxicos, gasolina para maquinaria, transporte, conversión en etanol, refinado, etc.), el aporte energético es negativo. Es decir, no es una solución para el cambio climático, que es la razón por la que teóricamente se promueve, sino lo contrario.

Sin embargo, para Estados Unidos sí es negocio, porque lo anterior no es un dato que le importe. Basta que se publiquen estudios parciales que parezcan positivos -si no se analizan de cerca- que le sirva de coartada para subsidiar aún más a sus propios productores de maíz, ahora con el pretexto de combatir el calentamiento global. Como esto también es un negocio brillante para las empresas más fuertes del planeta -automotriz y petrolera- junto a las de comercio internacional de cereales, productores de transgénicos y agrotóxicos, todos se han unido para ir logrando leyes y marcos financieros que le faciliten el nuevo negocio. En este caso, la meta es lograr que muchos países compitan -con préstamos del Banco Mundial y otros bancos multilaterales que pasan a aumentar las deudas externas de esos países- para venderles la materia prima que demandan para agrocombustibles. Esta proliferación llevará, cualquiera sea el cultivo, a la baja del precio. México no sería una excepción en esta dura competencia, ni con caña de azúcar ni otros cultivos y mucho menos con maíz. Peor aún, México tiene mucho más para perder con la contaminación de su maíz nativo, con los transgénicos no comestibles que se pretende usar para agrocombustibles.

Complementariamente con la urdimbre de este fino estudio, las transnacionales dueñas del comercio de semillas insisten en que México tiene que plantar maíz transgénico. Lo han intentando ya tres veces, pero fueron rechazadas por no cumplir los trámites legales. Esta pretensión ha sido rechazada por la vasta mayoría de la sociedad mexicana, incluyendo campesinos, indígenas, científicos, consumidores, artistas, porque atenta contra la integridad del maíz, uno de los patrimonios más importantes de México, creado y cuidado por millones de campesinos e indígenas durante milenios.

Sin embargo, todo indica que para el gobierno pesan más tres transnacionales que miles de años de historia y la voluntad del pueblo mexicano, por lo que ahora se dispone a firmar un reglamento de la Ley Monsanto (mal llamada de Bioseguridad), que les permita contaminar a los agricultores y campesinos -ahora legalmente- con maíz transgénico.

Lo que no lograrán, por más que repitan sus mentiras, es ocultar la infamia.


- Silvia Ribeiro es investigadora de Grupo ETC.


http://alainet.org/active/17523〈=es

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Biopharm rice

FOR IMMEDIATE RELEASE May 17, 2007
Contacts: Dan Nagengast, Kansas Rural Center, 785-748-0959
Bill Freese, Center for Food Safety, 202-547-9359 x14
Bill Wenzel, Farmer to Farmer Campaign on Genetic Engineering, 608-444-0292

USDA Approval of Drug-Producing Rice in Kansas Poses Threat to Food Safety, Say Food Safety & Farming Groups

Tornadoes, Floods Could Contaminate Foods With Drugs Not Approved By FDA
20,000 Citizens, Scientists, Farming and Rice Organizations In Opposition
WASHINGTON — The Center for Food Safety, Kansas Rural Center and Farmer to Farmer Campaign on Genetic Engineering object to USDA’s May 16th approval of drug-producing rice cultivation in Kansas, charging that it poses needless risks to the safety of the American food supply. USDA’s approval permits cultivation in the Junction City area of up to 3,200 acres of rice genetically engineered to produce pharmaceutical compounds that the U.S. Food and Drug Administration (FDA) has refused to approve. FDA approval is not required for planting to proceed.
The groups note that the decision comes just a week after tornadoes in the Kansas River Valley and heavy rains caused severe flooding in east-central Kansas , including floodwaters on the Smoky Hill River , which passes just a mile from one of the proposed planting sites. USDA had earlier dismissed concerns raised by the groups that floodwaters could carry the pharmaceutical rice into surrounding cropland and contaminate farmers’ crops with drugs unapproved by the FDA. USDA concluded in its environmental assessment that: “Extreme weather events are rare and unlikely to occur in the area of the field trial.”
“About two weeks ago, I was huddled with other travelers in a rest stop on Interstate 70 as tornadoes were reported on the ground in the very area where Ventria proposes to expand their production between Junction City and Topeka ,” said Dan Nagengast, Executive Director of the Kansas Rural Center .
“I also question whether the company has adequately engineered their water control systems to deal with the amounts of torrential rainfall that are quite common here. This just represents an unconscionable food safety complication in a food-producing region. Why grow these crops in wide open nature, when other companies have found it possible to use genetic engineering techniques to produce biotech drugs in confined settings where food contamination is not an issue?”
USDA approved the “pharma rice” plantings despite receiving 20,000 comments in opposition from citizens, scientists, farming and rice groups. Groups opposing the scheme include the USA Rice Federation, U.S. Rice Producers Association, Riceland Foods, Mississippi Rice Council, Arkansas Rice Growers Association, Missouri Rice Research and Merchandising Council, and Rice Producers of California. In addition, fourteen independent scientists signed a joint scientific assessment warning of potential adverse health impacts from even trace-level exposure to one of the rice-produced drugs.
“These rice-grown drugs are unapproved by FDA, may be hazardous, and whether hazardous or not could cause huge economic losses to Kansas farmers whose wheat, soy or other crops become contaminated with drug rice,” said Bill Freese , Science Policy Analyst with Center for Food Safety.
“In 2002, corn containing an experimental swine vaccine got mixed into soybeans and regular corn, which then had to be destroyed at a cost of several millions dollars,” said Nagengast. “Over the past year, rice farmers have lost millions of dollars from contamination of their crop with unapproved genetically engineered rice grown under USDA’s watch,” he added.
The USDA needs to stop rubber-stamping schemes like drug-producing crops that put farmers and the rural economies they support at great risk,” said Bill Wenzel, National Director of the Farmer to Farmer Campaign on Genetic Engineering. “The USDA should be focused on representing farmers rather than carrying water for the biotech industry,” he added.
Developed by California-based Ventria Bioscience, the rice is engineered with modified human genes to serve as a “biofactory” for production of synthetic human milk proteins that have antimicrobial and other drug-like properties. Ventria has proposed using the rice-extracted protein drugs to treat infants with diarrhea, and as additives in infant formulas, yogurt, granola bars and sports drinks, among other uses.
Last month, the Center for Food Safety released a report detailing the potential human health impacts of Ventria’s pharmaceutical rice and the FDA’s refusal to approve Ventria’s rice-grown drugs. The report, “A Grain of Caution,” also disputes the need for Ventria’s pharmaceutical rice, discussing cheap and effective solutions for prevention and treatment of diarrhea recommended by the World Health Organization and other public health experts. The report notes that these existing solutions have cut deaths due to diarrhea from 4.6 million a year in 1980 to 2 million today, and could save many more lives if adequate funding were provided.
Center for Food Safety’s “A Grain of Caution” is available at:
For Center for Food Safety’s comments to USDA warning of contamination and other risks, see:
__________
Center for Food Safety is a national non-profit membership organization working to protect human health and the environment by curbing the use of harmful food production technologies and promoting sustainable agriculture. In 2000/2001, CFS was part of a coalition that discovered widespread contamination of the food supply with genetically engineered StarLink corn, which had not been approved for human consumption due to concerns it could cause food allergies. In the past year, CFS has won three cases against USDA for the Agriculture Department’s reckless and illegal approval of genetically engineered crops. See www.centerforfoodsafety.org.
The Kansas Rural Center is a non-profit research, education and advocacy organization that promotes environmentally sound farming practices and a safe and healthy food system, benefiting both farmers and consumers. See www.kansasruralcenter.org.
The Farmer to Farmer Campaign on Genetic Engineering was formed in 1999 to provide a national voice for farmers on agriculture biotechnology. The Campaign provides education, training and support to farmers and farm groups on agricultural biotechnology issues.

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martes, mayo 15, 2007

Carne in vitro

In Vitro Meat

by Gregor Wolbring

May 15 , 2007

In vitro meat, also known as laboratory-grown meat is -- according to Wikipidia -- animal flesh that has never been part of a complete, living animal. Potentially, any animal could be a source of cells for in vitro meat, even humans. No meat has yet been produced for public consumption, but many people are now working in the field. In vitro meat differs from synthetic and artificial meat, which taste and have the texture of meat but do not consist of meat.

New Harvest is a non-profit organization created in the United States to bring cultivated meat closer to reality. Its webpage includes an article by Marianne Heselmans from a Dutch newspaper on September 10, 2005, translated into English with the title “Cultivated Meat: The Dutch cultivate minced meat in a petri dish.” The article states that “the universities of Eindhoven, Utrecht and Amsterdam are working to cultivate muscles out of the stem cells of a pig,” and that “the Senter/Novem Institute of the Department of Economic Affairs has allotted a two million euro subsidy for a project to cultivate pork meat out of stem cells.”

The article quotes Dr. Henk Haagsman, Professor of Meat Sciences at the University of Utrecht: "Six years from now we might already have a product. No loin, yet, but indeed a kind of minced meat the catering industry can use in pizzas or sauces.'' Haagsman is also quoted as believing that cost and taste will be similar to regular meat.

The article goes on: “Cell biologists at Utrecht are searching for suitable stem cells and methods to let them grow into as much muscle as possible. Microbiologists at Amsterdam design the environment for growth. And tissue engineers at Eindhoven design bioreactors in which small muscle tissue grows quickly. Sausage manufacturer Stegeman, as of now owned by the American Sara Lee company, has also joined. Aside from the Senter/Novem-subsidy, the participants together allot an additional 2.3 million Euros to the project.”

The Netherlands is the first country where manufacturing cultivated meat is being approached in a systematic way. There appear to be two main patents relating to in vitro meat, however these in turn cite a variety of other patents. It is interesting who the owners are. I listed have these patents with links at the end of this column.

It appears that the first research into in vitro meat was performed by M. A. Benjaminson from Touro College. His research group managed to grow muscle tissue from goldfish in a laboratory setting with several kinds of growth media.

Wired magazine quotes Paul Kosnik, vice president of engineering at Tissue Genesis in Hawaii: "All of the technology exists today to make ground meat products in vitro." Kosnik is growing scaffold-free, self-assembled muscle. "We believe the goal of a processed meat product is attainable in the next five years if funding is available and the R&D is pursued aggressively." "In the meantime, we can use existing technologies to satisfy the demand for ground meat, which is about half of the meat we eat (and a $127 billion global market)," says Matheny, a University of Maryland doctoral student and a director of New Harvest.

Beef magazine presents a contrary view in a February 1, 2007, article Test-Tube Meat by Lorne McClinton: “Douglas McFarland, a South Dakota State University animal science professor, says cattlemen needn't worry about competition from in vitro meat anytime soon. “I don't imagine I'll be buying a slab of tissue-engineered meat in the supermarket in my lifetime,” McFarland says. “It will remain too expensive, and I don't know if enough money is going to be put into it (research) to make it a reality.”

The research described above is based on stem cells, scaffolding technology and bioreactors. Ink-jet printers are a recent addition to the toolbox for in vitro meat which are gaining more attention. Muscle and bone cell differentiation can be engineered with aid of such printers. A Pittsburgh University press release from December 2006 states: “A Pittsburgh-based research team has created and used an innovative ink-jet system to print ‘bio-ink’ patterns that direct muscle-derived stem cells from adult mice to differentiate into both muscle cells and bone cells.”

The results, according to the Pittsburgh University press release “could revolutionize the design of replacement body tissues.”

A list of recent ink-jet printer papers related to the issue is provided at the end of this column.

The Link to Regenerative Medicine

Research which advances the regenerative tissue and regenerative medicine field will likely have an impact on the in vitro meat field and vice versa.

The US Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA) supports research not only in bionic body part replacements and brain machine interfaces but also in tissue regeneration research -- in substantial ways. This is partly in response to the injuries received by US soldiers.

The University of Pittsburgh says on its webpage, “in recognition of the need
for novel approaches that can restore, even partially, the structure and function of lost or damaged tissues, the Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA) has awarded a $3.7 million grant to the University of Pittsburgh's McGowan Institute for Regenerative Medicine to oversee an ambitious, multi-center research program to better understand the intricate processes involved in wound healing and tissue restoration. A large part of the team's effort will involve examining the cellular and molecular systems that allow certain animals to completely regenerate lost tissue. The ultimate goal of the research is to identify ways for enhancing the capacity for wound healing and tissue restoration in humans.”

The Choice is Yours

There has not been much debate about in vitro meat -- or about artificial meat, for that matter. It will be interesting to see how animal rights groups deal with advances in in vitro meats, and how they will weigh and judge them against advances in artificial meat. It will also be interesting to see how consumers react and what they will accept.
Some people have taken early positions for and against in vitro meat.

In the article “In-Vitro Meat How Should Vegetarians See In-Vitro Meat?” Rina Deych gives a variety of arguments in favour, including:

  • reduced animal suffering;
  • decreased danger to human health;
  • reduced impacts on the environment;
  • greater consumer choice; and
  • reductions in the cost of production.

She states: “Interestingly, though the reaction is mixed in the vegetarian/vegan community, some people who have given it the thumbs up are: Peter Singer (philosopher, Princeton professor, and author of Animal Liberation), Patrice Greanville (of Animals Agenda and Animal People), Alix Fano (friend, author of Lethal Laws, and executive director of the Campaign for Responsible Transplantation), Richard Schwartz (author of Judaism and Vegetarianism and president of Jewish Vegetarians of North America), and Valerie Traina (friend, fellow-activist and Director of Development, Great Plains Restoration Council).
Arguments against in vitro meat include:

  • animals are still used;
  • this is an artificial product;
  • quality concerns;
  • safety and health concerns;
  • differences from traditionally produced meat; and
  • related economic impacts.

Jeff Perz is an animal rights advocate who is opposed to in vitro meat. A variety of arguments can found in his article, “The Case Against Test Tube Meat.”

Interestingly, somehow as an pre-emptive strike, advocates of in vitro meat have already advanced a line of reasoning that is similar to the “stem cells are not human life but a clump of cells” argument: “One last thought: if there are any arguments from anybody that in vitro meat is still somehow unethical or demeaning to an animal, they seriously need to rethink things. A chunk of tissue grown in a petri dish is as far removed from an existential, emotional, and conscious creature as is a rock.”

Gregor Wolbring is a biochemist, bioethicist, disability/vari-ability/ability studies scholar, and health policy and science and technology governance researcher at the University of Calgary. He is a member of the Center for Nanotechnology and Society at Arizona State University; Part Time Professor at Faculty of Law, University of Ottawa, Canada; Member CAC/ISO - Canadian Advisory Committees for the International Organization for Standardization section TC229 Nanotechnologies; Member of the editorial team for the Nanotechnology for Development portal of the Development Gateway Foundation; Chair of the Bioethics Taskforce of Disabled People's International; and former Member of the Executive of the Canadian Commission for UNESCO (2003-2007 maximum terms served). He publishes the Bioethics, Culture and Disability website, moderates a weblog for the International Network for Social Research on Disability, and authors a weblog on NBICS and its social implications.

Resources

In Vitro Meat

Benjaminson, M.A., et al. "In vitro edible muscle protein production system (mpps): stage 1, fish." Acta Astronautica. 51 (12): 879-889. 2002.

Better Humans. In vitro meat webpage.

Bradley, David. "Lending muscle to artificial meat production." Reactive Reports. August 2005.

Deych, Rina. "In-vitro meat: How should vegetarians see in-vitro meat?" Animal Liberation Front Webpage.

Edelman, P.D., et al. "Commentary: In Vitro-cultured meat production." Tissue Engineering. 11 (5-6): 659-662. 2005

Hains, Bryan; Dawn Hains, and Mark Balschweid. "Case Teaching Notes for 'Certified cultured beef: Raising beef without thecCow?' ” National Center for Case Study Teaching in Science. May 18, 2005.

Hukill, Traci. "Would you eat lab-grown meat? 'There's a yuck factor' Makers say it's more ethical. Do you swallow that?" The Tyee. July 18, 2006.

New Harvest. Advancing Meat Substitutes. 2007.

Robin, Raizel. “In vitro meat.” New York Times. December 11, 2005.

Sample, Ian. "Fish fillets grow in tank." New Scientist. March 20, 2002.

Slashdot. "Lab-grown steak." December 31, 2002.

Tabarrok, Alex. "In-vitro meat and the animal welfare movement." Marginal Revolution blog. April 1, 2005.

The Tissue Culture & Art Project. "Semi-living food: Disembodied cuisine."

Wolfson, Wendy. "Lab-grown steaks nearing the menu." New Scientist. December 30, 2002.

Regenerative Medicine

CNN. "Doctors grow organs from patients' own cells." April 5, 2006.

U.S. Department of Health and Human Services. 2020: A New Vision - A Future for Regenerative Medicine. March 28, 2006.

Ward, Logan. "Beyond transplants: Growing organs in the lab." Popular Mechanics. November, 2006.

Ink Jet Printer

Carey, Bjorn. "Printable skin: 'Inkjet' breakthrough makes human tissue."
LiveScience. February 1, 2005.

Carnegie Mellon University. "Team engineers muscle, bone cell differentiation with aid of ink-jet printer." Scienceblog. December 10, 2006.

Cascio, Jamais. "Bioprinters vs. the meatrix." Open the Future Blog. December 14, 2006.

CBC News. "Biological inkjet system organizes stem cells." December 11, 2006.

Choi, Charles. "Ink-jet printing creates tubes of living tissue." New Scientist. January 22, 2003.

Rawlings, Stephen R. Present and Future Bio-Medical Applications for InkJet. Albion Biotech. October 23, 2003.

Saunders, Rachel; Julie Gough; and Brian Derby. "Ink Jet printing of mammalian primary cells for tissue engineering applications." Material Research Society Symposium Proceedings. Vol. 845. 2005.

Some Patents

Patent WO9931222 - "Industrial scale production of meat from in vitro cell cultures."

Patent US 20060029922 "Industrial production of meat - a meat product containing in vitro produced animal cells in a three dimensional form and a method for producing the meat product." This patent also cites Patent WO9408598 - “Liver Reserve Cells.”

Patent WO9428738 - "A cooked minced meat like product and a method for the production thereof.”

Patent WO9640889 - “Method for spatially positioning cells within a three dimensional matrix.”

Patent WO9500632 - "Medium for long-term proliferation and developments of cells.”

Patent WO9718842 - "A biological material comprising an efficient culture of bone marrow stem cells partially or completely differenciated into connective tissue cells and a three-dimensional biocompatible and biodegradable matrix consisting of a hyaluronic acid derivative.“

Patent GB1433841 - "Process for production of a simulated meat product.”

Please contact the author for information on these references
or for additional future references at gwolbrin@ucalgary.ca

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