jueves, junio 30, 2005

El llamado "proceso de modernización" de la agricultura iniciado en la década del sesenta con base en la utilización de semillas mejoradas, agroquímicos y maquinaria de alta capacidad operativa se continúa en la actualidad con la adopción de los cultivos transgénicos.


Deforestación, perdida de suelos, incremento en el uso de plaguicidas, exclusión social y pérdida en la diversidad biológica y cultural

La Argentina se ubica en el segundo lugar dentro de los países productores de cultivos modificados genéticamente, casi 15 millones de hectáreas bajo este sistema de cultivo altamente dependiente de un paquete tecnológico basado en insumos químicos con fuerte impacto en la diversidad biológica.

El llamado "proceso de modernización" de la agricultura iniciado en la década del sesenta con base en la utilización de semillas mejoradas, agroquímicos y maquinaria de alta capacidad operativa se continúa en la actualidad con la adopción de los cultivos transgénicos.

Esta situación se relaciona con una serie de procesos sociales y económicos que se dan en la Argentina desde 1975 - planes económicos de corte liberal, elevación del mercado por sobre el estado - dentro de los cuales los pequeños y medianos productores encaran estrategias de resistencia con las cuales subsistir.

Más de 150.000 pequeños y medianos productores han desaparecido en los últimos 14 años al no poder "adaptarse" a esta situación macroeconómica con altos impuestos, elevados precios de los insumos y dependencia de precios internacionales. Todas variables fuera de su control. Cerca de 400.000 personas que dependían de la agricultura no sólo para obtener alimento sino para mantener viva la identidad cultural, han migrado a las grandes ciudades o se mantienen en la pobreza dentro sus propios predios.

Millones de argentinos sufren hambre en la tierra que alguna vez fuera de las vacas y las mieses; en Paraguay el ejército acompaña a las topadoras, a las máquinas de siembra directa y a los fumigadores y reprimen a los campesinos. En Brasil el Gobierno de Lula retrocede ante las empresas y promulga leyes sobre Biotecnología.

El Modelo Agroexportador y el Rol de Paises Productores de Forraje Configuran la Nueva Situación Neocolonial en el Capitalismo Global

Millones de argentinos sufren hambre en la tierra que alguna vez fuera de las vacas y las mieses; en Paraguay el ejército acompaña a las topadoras, a las máquinas de siembra directa y a los fumigadores y reprimen a los campesinos. En Brasil el Gobierno de Lula retrocede ante las empresas y promulga leyes sobre Biotecnología aceptando las situaciones de hecho establecidas por Monsanto y por los sojeros. En Uruguay y a pocos días de asumir el Gobierno, los líderes del Frente Amplio le demuestran al mundo que tal vez sepan mucho de socialismo municipal pero que lo ignoran todo respecto al medio ambiente y que no son capaces de comprender que las papeleras configuran un modelo de país monocultor de eucaliptos que sería el impuesto destino colonial del Uruguay en el siglo XXI. En Bolivia crece la lucha campesina e indígena por recuperar los recursos naturales y con ello la propia soberanía, pero en el Oeste Boliviano crecen también el secesionismo y las propuestas racistas y oligárquicas que sólo gracias al esfuerzo minero y al sacrificio de la comunidad aymará del Alto, fracasaron en el intento de colocar a uno de sus propios parlamentarios en lugar del Presidente Mesa. Respaldando a ese movimiento secesionista están los intereses de los sojeros de la Provincia de Santa Cruz, cuyas exportaciones crecientes casi equiparan hoy a las exportaciones del gas boliviano.

Hace años manifestamos desde el GRR que: "El proceso de Globalización impuso a la Argentina en los años 90 un modelo de país productor de transgénicos y exportador de forrajes. Las consecuencias son ahora fáciles de advertir: inmensos territorios vaciados de sus poblaciones rurales, cientos de pueblos en estado de extinción, cuatrocientos mil pequeños productores arruinados y muchísimos más endeudados con los Bancos debido al desequilibrio financiero que les causó la adopción de nuevos paquetes tecnológicos con gran dependencia a insumos, semillas OGMs, herbicidas de Monsanto y carísimas maquinarias de siembra directa".

Este modelo de exportación de forrajes es perverso pues su lógica es la del aumento constante de esas exportaciones y ese crecimiento va en desmedro de las producciones de alimentos. El hambre es entonces, y más allá de los discursos hipócritas de la clase política, una consecuencia directa e inevitable del modelo agroexportador de comodities. De esa manera, tanto el éxito del modelo cuanto los record de cosechas que se obtienen, se traducen inmediatamente como mayor pobreza, indigencia y hambre para las poblaciones.

La violencia contra la naturaleza y la gente expresa hoy en todo el continente el Poder desnudo de las transnacionales, pero esa violencia se ejerce especialmente sobre las tierras campesinas devastadas, y esas tierras están distantes de los Foros y de las mesas de consenso donde se pretende debatir sobre el porvenir de nuestros países. Mientras, en esos foros y en las reuniones de la concertación de la Soya florecen los paradigmas del budismo occidentalizado como nueva ideología de sustento del Capitalismo Global, en que los antagonismos de ayer conviven hoy armoniosamente y donde cada cual suele transformares en su contrario. Como si fuera un espacio mágico, un espacio de transmutaciones, las mesas de concertación mezclan y devalúan historias y conductas en un cambalache discepoliano del que no se vuelve....

miércoles, junio 29, 2005

La Vía Campesina cabalga de nuevo

392 ° DOMINGO 26 DE JUNIO DE 2005

La globalización de la solidaridad rumbo a Hong Kong
La Vía Campesina cabalga de nuevo

Víctor M. Quintana S.

Los países desarrollados exigen al Sur eliminar ayudas agrícolas y abrir indiscriminadamente sus fronteras, en tanto ellos aumentan subsidios y ponen mil y una trabas a las importaciones. El problema, sostiene el autor, es un modelo que nació viciado y que no puede extenderse al sector del que depende la alimentación del planeta. Aquí se traza la ruta reciente de las resistencias y la agenda hacia la próxima reunión ministerial de la OMC



La protesta global. Aquí, en Manila, Filipinas Fotografía: Ap
Es de las abanderadas contra la globalización neoliberal, la impuesta por las corporaciones. Es una red social horizontal, plural y participativa de agricultores campesinos, de agricultores familiares. Es Vía Campesina.

Sus batallas en Seattle (1999) y Cancún (2003) con motivo de las reuniones ministeriales de la Organización Mundial del Comercio (OMC), son memorables. Pero además de su presencia en las calles debe atenderse su intenso trabajo para construir alternativas diversas y sustentables de vida, de producción, de organización social, de cultura para los hombres y mujeres que habitan en el medio rural de todo el globo.

SOBRE LA INVERSION EN CIENCIA Y TECNOLOGIA

SOBRE LA INVERSION EN CIENCIA Y TECNOLOGIA

ACCION ECOLOGICA

El gobierno del Ecuador ha decidido dedicar el 5% del FEIREP para ciencia y tecnología, lo cual es muy loable porque el futuro de un país depende en gran medida de su desarrollo científico y tecnológico.

Sin embargo vale la pena preguntarse qué tipo de ciencia y tecnología necesita el país.

Podríamos optar por un derrotero que nos ponga a la cola de los países más industrializados y apostar a las llamadas ³tecnologías de punta², que beneficia a los intereses de esos países y sus empresas transnacionales, pues utiliza herramientas tecnológica patentadas por las que tendremos que invertir ingentes sumas de dinero para acceder a la misma.

Otro camino es convertirnos en generadores de materia prima de la investigación, por medio de enviar a los laboratorios de empresas o institutos del 1er mundo por ejemplo, extractos vegetales para que ellos ³nos den descubriendo² los principios activos de nuestras plantas o animales, las patenten, y a nosotros nos queda el conflicto de pelearnos por algún tipo de ³reparto de beneficios².

O convertirnos en el campo de experimentación de esos países y permitir que en nuestro país se ensayen con productos peligrosos como podrían ser organismos genéticamente modificados no ensayados o prohibidos en otros países, y creer que estamos haciendo ciencia.

Pero podemos optar por un modelo autónomo, soberano, que obedezca a las necesidades del país, que potencie nuestras ventajas comparativas y ayude a resolver algunos problemas que enfrentamos los ecuatorianos.

Por ejemplo, por estar ubicados en la línea equinoccial, tenemos mucho sol. Esto podría ser aprovechado como fuente alternativa de energía. Una energía descentralizada, de distribución democrática y producida de manera limpia y sustentable, utilizando tecnología ecuatoriana.

Por otro lado, se puede potenciar el conocimiento y sabiduría ancestral de los pueblos indígenas y otras comunidades locales, que se han ido perdiendo debido a presiones externas, entre otras, la propia tecnología de punta que ha sido impuesta en nuestro país. Tomemos por ejemplo a la Revolución Verde, cuya aplicación produjo un acelerado proceso de erosión genética. Cientos de variedades de cultivos originarios del Ecuador se perdieron, pero no sólo eso. Con las semillas de alto rendimiento se introdujo un paquete tecnológico que nos hizo dependientes de insumos y maquinaria agrícola importada, agravando el problema de dependencia en el agro, y generando impactos ambiéntales graves.

No permitamos que esta historia se repita.

Potenciemos lo que es nuestro.

martes, junio 28, 2005

We need GM like...

We Need GM Food Like a Hole in Our Kidneys

June 21, 2005

by Kirsten Schwind and Hollace Poole-Kavana

Originally published on June 21, 2005 on CommonDreams.org

When the Biotechnology Industry Organization (BIO) meets this year in Philadelphia, Monsanto and its colleagues will not be gathering to talk about how to save the world. The goal of this industry, like any other, is to make a profit by convincing consumers that we need what they’re selling. Genetically modified (GM) food – plants and animals that have been inserted with genes from other organisms – aren’t meeting any real human needs. Despite claims from the biotech industry, GM foods cannot end world hunger, and new studies add to the evidence that they may pose a serious threat to human health.

A recent study conducted by Monsanto itself indicated abnormalities in the kidneys and blood of rats fed MON863, a strain of Bt corn that many Americans eat every day without our knowledge. Monsanto has resisted calls from the European Food Safety Agency to release the full study to the public, leading to a court order to do so from a German judge. Thank goodness for some degree of concern from the Europeans, because watchdogs in the United States are gnawing on the bones of corporate-induced complacency. The US Food and Drug Administration (FDA) approves GM foods for public consumption simply by comparing the nutritional content between GM and non-GM foods, and checking a database of known allergens. According to the logic of the FDA, we are the lab rats.

What of the famed argument that GM crops are worth it because they will resolve world hunger? GM crops fundamentally cannot end hunger because hunger isn’t caused by a lack of food. The world currently produces enough food for everyone on earth to consume over 2,800 calories a day – that’s enough to make most people a bit pudgy. The problem is that food doesn’t go the hungriest people because they don’t have the resources to buy it or grow it. Pennsylvania is full of productive farms, yet one in ten residents of the City of Brotherly Love know hunger all too well. Hunger is caused by a lack of access to basic human rights, including good education, health care, housing, and living wages – in the Untied States and throughout the world. Hunger is also caused by racism and inequality. These topics aren’t on the agenda of this year’s BIO conference.

If the world were to face a future shortage of food, GM technology would not be much help. Planting small farms and gardens with a diverse array of crops can grow several times more food per acre than the large, mechanized farms for which GM seeds were developed. The main reason some farmers plant GM crops is to try to lower their production costs. But GM crops don’t always accomplish this goal either. Recently the Indian state of Andra Pradesh banned Monsanto from selling GM cotton seeds after farmers realized they were more expensive to grow than the regular varieties.

GM seeds cause other headaches for farmers as well. For as long as humans have grown food, farmers have developed better seeds through natural cross-breeding, and exchanged seeds to share the best varieties. Seeds are a fundamental common good of human civilization. When biotech companies convinced the US Patent Office to allow them to patent seeds, single companies claimed ownership of entire cultural legacies, with just one laboratorial tweak. As farmers buy GM seeds from Monsanto, they must sign a contract recognizing the company’s intellectual property rights over the seed, and promise not to share or save any to use the next year. However, plants breed naturally with no knowledge of who signed a contract, and pollen from GM corn blows easily into neighboring fields. Monsanto has mounted a campaign to sue farmers whose fields have been unknowingly contaminated with genes from GM seeds, driving some farmers into bankruptcy.

The protesters greeting this year’s BIO conference in Philadelphia are driving home an important point – unless you fancy the idea of being a lab rat, genetically modified food is a risky technology that we simply don’t need.

Kirsten Schwind is Program Director at the Institute for Food and Development Policy, also known as Food First. She holds a masters degree in Natural Resources Management from the University of Michigan, and collaborates with small-scale farmers throughout the world. Hollace Poole-Kavana is an Associate at Food First who studied biology at Cornell.

Biopiratería humana

La biopiratería humana como espectáculo


Silvia Ribeiro

La genómica está de moda. No porque vaya a resolver los problemas de salud de la gran mayoría de la gente -provocados fundamentalmente por la mala alimentación, falta de agua limpia y otros factores producto de la explotación y marginación que viven y no por sus genes- sino por las enormes ganancias que las trasnacionales farmacéuticas esperan conseguir al patentar nuevas drogas derivadas de la "farmacogenómica" (drogas diseñadas según la composición genética de los pacientes)

Este es el contexto del anuncio del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) de que el 27 de junio comenzará el muestreo de la población de Yucatán, para "elaborar el mapa del genoma de los mexicanos". Claro, los mayas ya deberían tener experiencia en el tema: su información genética se vende a 85 dólares en Internet. Yucatán, junto con Oaxaca, son las entidades federativas con mayor porcentaje de población indígena.

Desde hace un par de décadas, investigadores de universidades de países del norte se dedican a la caza de genes humanos, fundamentalmente de poblaciones indígenas, discapacitados y grupos geográficamente aislados, para descubrir diferencias mínimas en sus genomas que pudieran indicar tendencias a resistir -o ser más propenso- a ciertas enfermedades. Lejos de ser proyectos altruistas para atender los problemas de salud de esos grupos, quienes tienen la tecnología y medios para usar esta información son poderosas trasnacionales, farmacéuticas o relacionadas con ese campo, que esperan encontrar nuevos medicamentos best-seller, y monopolizarlos por medio de sus patentes. No necesariamente como medicinas: la mayor fuente de ingresos de la industria farmacéutica son las drogas para gente sana. Por ejemplo, se investiga con el pretexto de atender la diabetes, pero el resultado se vende 10 veces más como droga para reducir de peso.

Las empresas ni necesitan muestrear a la gente. Desde hace años, muchas universidades han investigado, aislado y colocado a la venta en Internet líneas celulares o genes humanos "para la investigación" genómica. Por ejemplo, en el banco de células humanas del Instituto Coriell, de los Institutos de Salud de Estados Unidos, se puede comprar ADN de indígenas de muchas partes del mundo. Significativamente, comprar material genético de "México-americanos" de Los Angeles, garantizada su ascendencia indígena en tres generaciones, cuesta 3 mil 800 dólares, mientras que muestras de "indios mexicanos" se consiguen por 200 dólares, y las de "indios mayas" de la península de Yucatán al módico precio de 85 dólares.

Al mismo precio se puede comprar células humanas de indígenas huorani del Ecuador, de quechuas de los Andes, de Karitiana y Suruí de la Amazonia en Brasil, de Guyana, Venezuela, Puerto Rico y el Caribe entre muchos otros africanos, asiáticos y hasta algunos europeos. Los Karitiana y Suruí han protestado enérgicamente y están en un proceso contra la venta de estas células, apoyados por el estado brasilero. Por ahora, sus células siguen a la venta.

Probablemente muchas de estas muestras provienen del Proyecto Diversidad Genética Humana (HGDP, por sus siglas en inglés) proyecto de varias universidades iniciado a principios de los años 90, que se proponía buscar las diferencias genéticas -llamadas SNP, también por sus siglas en inglés- en 722 comunidades en todo el mundo, muchas de ellas grupos indígenas definidos "en peligro de extinción". El HGDP pretendía "conservar el material genético para la investigación" antes que desaparecieran. No conservar la gente, sino solamente el material genético. Los muestreados no sabían para qué fines fueron utilizados y la información fue colocada en Internet y en bancos similares al del Instituto Coriell, dando origen posterior a muchas patentes sobre ellas, de empresas y universidades. Gracias a las denuncias de RAFI (ahora llamada Grupo ETC), junto a pueblos indios del mundo, el Proyecto Vampiro, como se le llamó, tuvo que diluirse, pero nunca dio cuenta de las muestras obtenidas.

Un lavado de cara y el Vampiro ataca de nuevo, aplaudido como espectáculo, con un despliegue mediático de enormes proporciones. Ahora es el proyecto Genographic (Genógrafico), patrocinado por la multinacional IBM y la revista National Geographic. Siguen tras el ADN de los pueblos indios, diciendo que solamente será para "investigación", y otra vez, para el bien de toda la humanidad: esta vez para establecer genéticamente los orígenes y migración de la especie humana. Luigi Luca Cavalli-Sforza, principal impulsor del HGDP, preside ahora el consejo de asesores del proyecto Genógrafico. Spencer Wells, director del programa, es uno de sus discípulos.

Otro proyecto similar, de recolección de muestras de grupos indígenas, está en marcha desde hace dos años: el Proyecto Internacional HapMap, financiado por fuentes públicas y privadas para tomar muestras de poblaciones de Estados Unidos (y "México-americanos"), China, Nigeria y Japón. Entre los financiadores privados del HapMap se encuentra el SNP Consortium, integrado por AP Biotech, AstraZeneca, Aventis, Bayer, Hoffman La Roche, Glaxo Wellcome, Novartis, Pfizer, Searle, SmithKlineBeecham, Wellcome Trust, Motorola... y otra vez, IBM, cuyas tecnologías digitales están en el centro de la farmacogenómica. Tanto el proyecto HapMap como el Genográfico dicen que no patentarán los genes que consigan, y que todo estará en Internet, a disposición del público. Pero, ¿qué público? El "público" altamente privado de quienes tengan las tecnologías (todas patentadas) y los recursos para usarlas, o sea, las mismas compañías. Las reglas de acceso a esta información genética dicen que no se puede patentar en la misma forma en que se las obtiene, pero cualquier mínima modificación es suficiente para solicitar una patente. Pese a eso, las empresas cuentan también con la participación oficial de los gobiernos y recursos públicos para el saqueo de genes.

En Brasil, pese al supuesto apoyo a los Karitiana para impedir la venta de sus células, el propio estado está promoviendo la participación de los indígenas en el Genógrafico. Incluso, uno de los centros regionales de toma de muestras del proyecto, está justamente ubicada en Brasil. Para facilitar la colaboración de los pueblos indios y prevenir protestas, han rebautizado el empredimiento como "proyecto Gente".

En México, el informe 2003-2004 del Instituto Nacional de Medicina Genómica incluye en sus actividades la preparación del "proyecto del HapMap entre los mexicanos". Varias de las empresas del SNP Consortium financian al instituto. IBM diseñó especialmente la computadora que usarán para la secuenciación de los indígenas mexicanos. Los medios celebran el espectáculo. De los indios sólo se espera que pongan su sangre. Gracias a IBM, ahora hasta parece que sabrán de dónde vienen. Debra Barry, indígena paiute de Estados Unidos, directora del Consejo de Pueblos Indios contra el Biocolonialismo, nos recuerda: "Nuestras historias de la creación y lenguajes nos informan sobre nuestra genealogía y nuestros ancestros.No necesitamos pruebas genéticas para saber de dónde venimos".

Para esta organización, el Genógrafico es solamente una máscara para conseguir lo que les faltó con el HGDP, por lo que ya han iniciado una campaña contra el proyecto, a través de su sitio en la red: www.ipcb.org

La autora es investigadora del Grupo ETC

Por más información sobre los proyectos mencionados, ver www.ipcb.org (Indigenous Peoples Council on Biocolonialism) y www.etcgroup.org

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viernes, junio 24, 2005

Fotos de Biodemocracia 2005

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jueves, junio 23, 2005

Por una América Latina Libre de Transgénicos

Por una América Latina Libre de Transgénicos

El día 21 de junio fue nombrado como el “Día por una América Latina Libre de Transgénicos”. Es un día que recoge un anhelo de todos: que nuestro amado continente sea un lugar libre de OGM. Con seguridad cada uno de nosotros tenemos pequeñas victorias que compartir en relación a esta dura tarea que nos hemos propuesto

Lamentablemente, y a pesar de la lucha de miles de campesinos en todo el continente, si hacemos un análisis de lo que ha ocurrido en este año, las noticias no son alentadoras.

Por un lado tenemos los casos de Brasil y México, donde se han aprobado leyes de bioseguridad que han sido diseñadas para que las empresas instalen sus negocios en esos países, pasando por alto, principios tan importantes como el fortalecimiento de las economías campesinas y la soberanía alimentaria. Esto es especialmente delicado si tomamos en cuenta que Brasil es el segundo productor mundial de soya, y que otros países como Bolivia y Paraguay dependen del mercado brasileño de soya.

Tal como avizoraron las empresas, el Cono Sur se ha transformado en la República Unida de la Soya, y de soya transgénica por añadidura. Algunas organizaciones han querido matizar esa tendencia a través de iniciativas tales como “la soya sustentable” o similares, que no abordan de raíz la problemática de la soberanía alimentaria y miran esta tendencias con la la soya en el Cono Sur como un problema técnico y no político.

Peor aun, hemos tenido noticias recientes de que en Chile y Puerto Rico se estarían sembrado cultivos farmacéuticos, cultivos que han sido altamente cuestionados incluso por algunos productores de maíz transgénico a gran escala.

Por otro lado, los proyectos UNEP GEF pretenden uniformizar las normas de bioseguridad en todos los países donde operan (que son más de 120 países), de tal manera que las empresas puedan funcionar con una norma homóloga en todo el mundo y encontrar menos restricciones legales y burocráticas para inundar el mundo con transgénicos.

En las últimas negociaciones del Protocolo de Cartagena, los países de América Latina jugaron un papel muy subordinado a los intereses de las empresas, siendo el ejemplo más lamentable el de Brasil.

Pero no todas las noticias son negativas. Hay Municipios que se han declarado libres de transgénicos, como es el caso de “El Paraíso” en Costa Rica. En Brasil, a pesar de todas las presiones, el Estado de Paraná ha endurecido su prohibición para transportar transgénicos desde su puerto en Paranagua, aun cuando existe una decisión contraria de la Corte Suprema.

Con seguridad cada uno de nosotros tenemos pequeñas victorias que compartir en relación a esta dura tarea que nos hemos propuesto.

Esta carta no es para desalentarnos, sino para que tomemos conciencia de que tenemos mucho trabajo por delante. Lo importante es no desanimarnos.

Un feliz Inti Raimi para tod@s

Elizabeth Bravo
COORDINADORA
RALLT

The new frontier


By Carmelo Ruiz-Marrero

The ever-growing global controversy over genetically engineered (GE) crops is particularly intense in Latin America, which has become the biotech industry's brave new frontier. In fact, South America alone has most of the world's GE crop acreage outside the United States and Canada.

Biotech supporters are euphoric, claiming GE seeds will help feed the poor, provide badly needed foreign exchange to the countries of the global South, benefit all farmers, and pave the way to an eco-friendly agriculture that uses less agrochemicals. But opponents and skeptics warn that GE technology is inherently risky, is based on a flawed and obsolete scientific paradigm, and is a technical fix that will not solve the problems of hunger and poverty, which are essentially social and political, not technical. Furthermore, they hold that these novel crops herald new forms of dependence and domination because they are no more than a continuation of the economically inequitable and ecologically unsustainable model of corporate-controlled industrial agriculture.

The struggle over biotech crops has everything to do with politics. The technology's supporters include the U.S. government and agribusiness giants that describe themselves as "life sciences" corporations, such as Monsanto. Incidentally, the same geopolitical and business interests are pushing the neoliberal free trade agenda in the Americas. Standing in opposition are environmentalists, grassroots activists, indigenous peoples and popular movements like Brazil's Landless People's Movement—the same sectors that crashed the U.S. attempt to establish the Free Trade Area of the Americas (FTAA) and are now spearheading the opposition to U.S.-Central America Free Trade Agreement (CAFTA) and bilateral free trade treaties.

Corn and Mexico

The North America Free Trade Agreement, in effect since 1994, turned Mexico into a net importer of American corn. Since then, approximately one-third of the U.S. corn acreage has been planted with a GE insecticidal variety known as Bt. For the last nine years, millions of tons of Bt corn have entered Mexico, mixed with non-GE conventional corn.
Inevitably, some farmers and peasants started using the imported corn as seed, setting off a process of genetic contamination. Corn is an open pollinated plant, which facilitated the proliferation of the Bt gene and its furtive introduction into the genomes of local varieties. The contamination has been scientifically documented since 2001 and has since spread at an alarming rate all over Mexico.

Soy and South America

In South America, the biotech invasion began in Argentina, a country that in the 1990s embraced GE soy as enthusiastically as it embraced neoliberal economic policies. Today Argentina has over 14 million hectares planted with soy, 95 percent of which is genetically engineered. The GE soy grown there, known as Roundup Ready, has been genetically altered to be inmune to glyphosate, the active ingredient of Monsanto's Roundup herbicide.


The environmental effect of this new agriculture has been devastating. The monoculture zone, drenched with glyphosate, has witnessed the disappearance of birds, rabbits, crustaceans, mollusks and beneficial insects. The soil microbiology, responsible for the soil's natural fertility, has been particularly affected.

The expansion of soy has come at the expense not only of other crops but also of forests and wilderness areas. To expand the monoculture, land owners and agribusinesses are deforesting broad swaths of the forested mountains at the foot of the Andes, known as the Yungas, and of the Chaco, on the border with Bolivia and Paraguay. In the province of Entre Rios, north of Buenos Aires and bordering Uruguay, over one million hectares were deforested between 1994 and 2003 to make way for soy. This deforestation has caused disastrous and unprecedented floods, especially in the province of Santa Fe.


The economic effect has been no less devastating. Roundup Ready soy monoculture creates unemployment since it requires hardly any labor. And those who have turned their backs on the soy model to engage in traditional subsistence agriculture have found it nearly impossible since the clouds of airplane-sprayed glyphosate travel great distances, leaving trails of death and destruction in their wake.


In Argentina, “soy is causing disintegration not only of the very essence of the land but also of society", denounce Facundo Arrizabalaga and Ann Scholl, lawyer and social anthropologist respectively, "Shanty towns are expanding on the outskirts of major cities with farmers displaced by airplanes loaded with glyphosate. Soy does not generate jobs, it is an agriculture with no people, no culture. The rural exodus in recent years has increased at an alarming rate: 300,000 farmers abandoned the countryside and almost 500 towns have been left deserted. As a consequence, crime and violence are increasing day by day, and with that, marginalization increases.”


Roundup Ready soy seed is being smuggled from Argentina to neighboring countries, with the complicity (at least passive) of agribusiness and major land owners. Much of this smuggled seed goes to Brazil, where GE crops are illegal. Brazil is the number two soy producer worldwide and an undetermined percentage of its crop is GE.


This situation has put Brazilian president Lula da Silva in a bind. During his electoral campaign, he promised to address the concerns of sectors that denounced the illegal entry of biotech crops into the country. Once in power, however, he signed provisional decrees that temporarily legalized GE crops.


Biotech foes were greatly disappointed with Lula's government when it openly sided with the United States and the “life sciences industry” in negotiations of the Cartagena Protocol on Biosafety in Montreal, between May and June 2005. The Protocol is an international agreement that aims to address potential hazards of GE crops. The United States is opposing and boycotting the Protocol, claiming concerns about biotech are unscientific and can lead to illegal trade barriers.

The patenting of life

On top of all the actual and potential environmental and health hazards of GE crops, there's the issue of intellectual property rights (IPRs). Every biotech seed is private property, so any farmer who wishes to plant them is obligated sign a contract with the biotech company that "owns" the germplasm.

The contracts commit the farmers to not save seed from the harvest for planting in the following season. That would be copyright infringement. The farmer must purchase the seed year after year, putting an end to the age-old practice of saving and sharing seed.

What if your farm is contaminated by GE pollen or seeds blown from upwind? Tough break, you are guilty as charged. When Canadian farmer Percy Schmeiser found that his field had been overrun by Monsanto's RR canola, the company sued him for "piracy." In 2004 the Canadian Supreme Court ruled in Monsanto's favor, declaring de facto that the polluted party must pay the polluter. Lawyers and private detectives, dubbed by Schmeiser as "Monsanto's gene police", are already combing farming communities in the United States and Canada and suing non-GE farmers whose fields were contaminated with "copyright-protected" genes.

Latin American observers fear that this "agro-police state" will extend itself all over Latin America with the free trade agenda being pushed by Washington. The free trade agreements that the United states seeks with Latin American countries include stringent IPR protections that would allow biotech corporations to claim broad patent rights over the region's rich biodiversity, not just the legal and illegal GE crops.

As an alternative to the free trade-IPR-corporate biotech model, progressive sectors in Latin America propose chemical-free organic agriculture oriented toward small farmers and local consumption, together with a number of economic and political proposals, such as land reform, food sovereignty, debt cancellation, and an end to the subsidized dumping of agricultural products by the United States and Europe.


Carmelo Ruiz Marrero is a Puerto Rican freelance journalist and environmental educator. He is a Research Associate of the Institute for Social Ecology (social-ecology.org) and a Senior Fellow of the Environmental Leadership Program (elpnet.org). He is also the founding director of the Puerto Rico Project on Biosafety (bioseguridad.blogspot.com). His bilingual web page (carmeloruiz.blogspot.com) is devoted to global environmental and development issues.

miércoles, junio 22, 2005

Se han registrado 62 casos de contaminación transgénica en alimentos, forrajes, semillas y plantas silvestres

RAPAL

El primero de junio, las organizaciones GeneWatch, de Inglaterra, y Greenpeace Internacional lanzaron en Montreal, durante las negociaciones del Protocolo de Cartagena, el primer registro mundial accesible vía Internet de los casos de contaminación transgénica ocurridos en el mundo. El sitio puede visitarse en

www.gmcontaminationregister.org

Desde su introducción en 1996, los cultivos transgénicos han contaminado nuestros alimentos, el forraje y las semillas alrededor del mundo, sin que ningún gobierno o agencia internacional llevara un registro. De acuerdo con este primer registro, actualmente se contabilizan 62 casos de contaminación transgénica ilegal o sin etiquetas que han ocurrido en 27 países de cinco continentes, y esos son sólo los incidentes detectados. El sitio provee correos con mayor información sobre cada caso y los conflictos agrícolas que provocan.

“Este registro está presentándose justo en el día en que los gobiernos se encuentran reunidos en Montreal, Canadá, para decidir las regulaciones de responsabilidad para los cultivos genéticamente modificados. Si se considera tan sólo el número de incidentes de contaminación registrados hasta la fecha en este sitio Web, se hace evidente que los organismos genéticamente modificados se saldrán completamente de control a menos de que los gobiernos establezcan reglas estrictas lo más pronto posible”, dijo Doreen Stabinsky, de Greenpeace Internacional.

Contaminaciones comprobadas:

* 27 países han experimentado un total de 62 casos de contaminación transgénica de alimentos, forrajes, semillas o plantas silvestres.

* El mayor número de casos de contaminación han ocurrido en los Estados Unidos (11 casos).

* Contaminación con maíz ‘Starlink’ fue encontrado en siete países: Estados Unidos, Canadá, Egipto, Bolivia, Nicaragua, Japón y Corea del Sur.

* Liberación ilegal de transgénicos al medio ambiente o a la cadena alimenticia han ocurrido en India (algodón), Brasil (algodón y soya), China (arroz), Croacia (maíz), Europa, Alemania (papaya) y Tailandia (algodón y papaya).

* Seis casos de efectos negativos en la agricultura han sido registrados. Se incluye la deformación de cápsulas de algodón y el surgimiento de “supermalezas” tolerantes a herbicidas.

jueves, junio 16, 2005

Biodemocracia en Filadelfia

Equipo de Movilización por la Biodemocraciawww.reclaimthecommons.net

CONTACTO:Carmelo Ruiz Marrero (787) 203-2615

PARA PUBLICACION INMEDIATA

Opositores de la ingeniería genética se dan cita en Philadelphia para exponer peligros de la biotecnología

PHILADELPHIA, PA En junio 17-21 gente de todo el país y de alrededor del mundo convergerá en Filadelfia para demostrar su oposición al mercantilismo del cuidado médico, a la proliferación de las bio-armas, y a alimentos genéticamente alterados, inadecuadamente probados y sin etiqueta. Esta gran reunión, "BioDemocracy 2005," coincidirá con la convención anual de BIO, la Organización de la Industria de la Biotecnología, que se llevará a cabo en Filadelfia en los días junio 19-22. La convención de la BIO es la más grande del mundo de la biotecnología y los ejecutivos de la industria farmacéutica. "BioDemocracy 2005," que está siendo organizada sobre todo por ciudadanos de Filadelfia, atraerá gente de alrededor del mundo para exponer a la luz pública la peligrosa práctica de manipular genes, conocida como biotecnología o ingeniería genética y también celebrar alternativas sanas.

"BioDemocracy 2005" destacará los crecientes movimientos por la seguridad y soberanía alimentaria, junto con los impactos devastadores de la guerra biológica, y los peligros de la biotecnología en la investigación farmacéutica. "con BioDemocracy, estamos continuando una serie de reunions de base internacionales que comenzaron hace siete años en St. Louis," dijo Brian Tokar, director del Proyecto de Biotecnología del Instituto de Ecología Social. Como parte de las actividades de este año habrá un Festival de Alternativas, actividades para niños, una contra-conferencia de tres días, y una variedad de acciones coloridas e inspiradas para destacar las actuales injusticias, así como nuestra visión para generaciones futuras más sanas y más seguras.

Esta serie histórica de actividades comenzó en 1998, cuando los opositores de la ingeniería genética se reunieron en St. Louis, la ciudad sede de la firma de biotecnología Monsanto, hoy infame por haber creado el agente naranja, los polychlorinated biphenyls (PCBs), la hormona de crecimiento bovino (BGH), y maíz y soya genéticamente alterados. El tema de los servicios médicos será muy prominente en "BioDemocracy 2005", ya que ochenta por ciento de las compañías farmacéuticas más grandes del mundo están dentro de un radio de 50 millas de Filadelfia. Las noticias recientes sobre la negativa de Merck a retirar su droga peligrosa Vioxx demuestran que con demasiada frecuencia las corporaciones ponen sus ganancias delante de la salud pública. "Los patrocinadores corporativos de la convención de la BIO incluyen a muchas de las compañías farmacéuticas grandes que son responsables del alto costo de los medicamentos de prescripción a la vez que muchos americanos no pueden pagarse cuidado medico básico o medicamentos. La industria farmacéutica se ha opuesto con vehemencia a cualquier reforma racional del sistema de salud porque reduciría sus márgenes de ganancia”, dice el doctor Adam Tsai, de la organización Médicos por un Programa Nacional de Salud, quien señala que "precisamente porque todos comemos alimento y tomamos medicinas, necesitamos plantear preguntas sobre la biotecnología."

Desde 1998 estas interrogantes se han planteado en reuniones anuales en localizaciones tan diversas como Nueva Deli, Seattle, Boston, San Diego, Toronto, Sacramento, y San Francisco. Clarissa Rogers, coordinadora de BioDemocracy 2005, relata que "la actividad en San Francisco en 2004 fue la primera en tomar el tema de la recuperación de los espacios communes (Reclaim the Commons), que va más allá de la biotecnología y examina las raíces de la peligrosa influencia corporativa en la investigación farmacéutica y armas biológicas." Rogers explica que los "activistas en Filadelfia está haciendo lo mismo este año para examiner e indager el hurto y la privatización del espacio común (commons) físico, intelectual, y también biológicos."

Para más información sobre BioDemocracy 2005: biodev.org y reclaimthecommons.net

---OJO: El sábado 18 de junio de 2 pm a 9 pm tendremos el Biodemocracy Teach In, actividad educativa en el Friends Center en el 1501 de la Calle Cherry. Oradores incluirán el professor Ignacio Chapela de la Universidad de California, Carmelo Ruiz del Proyecto de Bioseguridad de Puerto Rico, y Ramona Africa de MOVE, entre otros.

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miércoles, junio 15, 2005

Por la biodemocracia, ¡A Filadelfia!

Please forward to your lists:

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Biodemocracy Teach-in, Festival and Actions
Philadelphia, June 18th – 21st

Had enough of genetically engineered food and corporate healthcare?
Hungry for peace, global justice and real grassroots democracy?
Reclaim Community and Environment! Come to Philadelphia!

The world’s largest convention of biotech and pharmaceutical executives is coming to Philly this June. Join us to challenge their closed-door corporate agenda of GE agriculture, healthcare for profit, and bioweapons proliferation. Give voice to a different vision of fair trade, local food sovereignty, healthcare for all, community power, biodiversity and honest science.

RECLAIM THE COMMONS FESTIVAL Saturday June 18th, 10 AM – 2 PM, Clark Park (43rd St. and Baltimore Ave., West Philly) Live Music, Farmer Speak-Out, Green Circus, Seedling Give-Away, Puppets, Free Food, Strawberries, Games, Art, & Sustainability Demonstrations!

BIODEMOCRACY TEACH-IN Saturday June 18th to Monday June 20th
(Philadelphia Friends Center at 15th and Cherry Sts., and other locations) 2 – 9 PM weekend, 11 – 6 on Monday Featuring Ignacio Chapela, Medea Benjamin, Percy Schmeiser, Deborah Koons Garcia, Anuradha Mittal, Judy Wicks, Brian Tokar, William Weaver, Sheldon Krimsky, and many more. Panels and workshops on GE Agriculture, Drug Company Profiteering, Biotech and Medical Ethics, Militarism and Bioweapons, Corruptions of Science, and Ecological Alternatives. Films, Trainings, Workshops and more.

Evening events: Saturday: "The Future of Food" documentary with filmmaker Deborah Koons Garcia and special guests; Sunday: Bioweapons, US Militarism and the Myths of "Biodefense;" Monday: Biotechnology and the Corruption of Science

DAY OF ACTION Tuesday June 21st
Plant seeds of hope, resistance and sustainablity. Parade against bioweapons proliferation, genetic engineering and greed-based healthcare. Locations TBA.

Questions? E-mail biodemocracy@riseup.net, call 215-222-4711, or leave a message toll-free at 877-806-2871.

Daily updates are online at www.reclaimthecommons.net, www.biodev.org

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martes, junio 14, 2005

Las ratas de Monsanto

Las ratas de Monsanto

Silvia Ribeiro

El pasado 22 de mayo, el diario The Independent informó sobre un estudio secreto de Monsanto que mostraba que un grupo de ratas alimentadas con maíz transgénico de esa multinacional sufrió cambios en órganos internos y en la sangre. En México, la Secretaría de Salud (Ssa) aprobó este maíz para consumo humano desde 2003

México - El estudio revelado da cuenta de un experimento que compara los efectos en dos grupos de ratas: unas alimentadas durante 13 semanas con una dieta alta en maíz Mon 863 (un tipo Bt) y otras con el grano convencional. El informe de mil 139 páginas muestra que los roedores que comieron el producto transgénico sufrieron anormalidades en los riñones y en la composición sanguínea, padecimientos ajenos a los otros animales sujetos a experimentación.

Debido a las repercusiones en importantes diarios de Europa y muchos otros en el mundo (la noticia salió, por ejemplo, en la portada de Folha de Sao Paulo, uno de los principales diarios de Brasil), Monsanto dijo que haría público el informe. Pero sólo han circulado boletines de prensa y un resumen de 11 páginas de dicho documento. El resto, según la firma, "contiene información empresarial confidencial que podría ser utilizada por la competencia".

En México, quizá porque no es un tema relevante -solamente es el centro de origen del maíz y la población consume este grano de forma masiva- o quizá porque hay demasiadas ratas o demasiados amigo$ de Monsanto, la noticia fue ignorada por las autoridades y escasamente difundida por los medios.

Sin embargo, varios especialistas consultados por el diario británico coinciden en que los datos son alarmantes, ya que los cambios en la sangre podrían indicar que ha habido daños al sistema inmunológico u otros desórdenes, tales como tumores en crecimiento. Michael Antoniu, experto en genética molecular de Guy's Hospital Medical School, declaró que los hallazgos descritos en el resumen son "altamente preocupantes desde el punto de vista médico", y afirmó estar "impresionado por la cantidad de diferencias significativas que encontraron" en el experimento.

Para Monsanto, en cambio, los cambios registrados son "insignificantes" y deben ser atribuidos a "variaciones normales entre ratas". Además, alega, el maíz Mon 863 ha sido aprobado en varios países, y agrega cínicamente que "si cualquier crítico de la biotecnología tuviera dudas sobre la credibilidad de los estudios, debería haberlas expresado a los reguladores".

México es uno de los países a los que se refiere Monsanto. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) de la Secretaría de Salud aprobó la liberación del Mon 863 al consumo humano desde el 7 de octubre de 2003. Al año siguiente, Greenpeace denunció que la instancia gubernamental citada no hace evaluaciones científicas propias, sino que se basa en las que le entregan las empresas productoras de transgénicos. Si la Cofepris tuvo acceso al estudio de la empresa, ¿cuáles fueron sus conclusiones y en qué las basó? ¿O sencillamente le bastó la interpretación de la trasnacional de que las anormalidades reportadas son problemas de las propias ratas?

Monsanto arguye que el evento Mon 863 fue analizado por la Agencia de Seguridad Alimenticia Europea (EFSA); que ésta conoce la totalidad del informe y lo recomendó a la Comisión Europea (que no aprobó el Mon 863). Lo que la firma no cuenta es que dicha agencia contrató primero al doctor Arpad Pusztai, reconocido experto en genética molecular y en este tipo de experimentos, haciéndolo firmar una declaración de confidencialidad, que aquél signó pensando en que su texto sería luego publicado por la agencia. Pusztai encontró "una lista inmensa de diferencias significativas" entre los dos grupos de roedores, además de hacer críticas severas a la metodología y las conclusiones del estudio de la empresa.

A la EFSA no le gustó el Informe Pusztai, que coincidía con el de otros expertos europeos que habían obtenido antes una versión censurada del texto, como Gilles-Eric Seralini, de la Universidad de Caen. Para este y otros de sus colegas, el Mon 863 podría tener efectos nocivos y no debería llegar nunca a la cadena alimentaria. La agencia, empero, descartó esta alerta y buscó en su lugar a "científicos" que coincidieran con Monsanto. Luego publicó una recomendación favorable.

Al parecer, ser científico independiente de las multinacionales, población preocupada por su salud, campesinos que quieren que su maíz no se contamine con elementos tóxicos y millones de otros ciudadanos que decimos no a los transgénicos por estas y muchas más razones, no son elementos que deban tenerse en cuenta para la EFSA, la Secretaría de Salud o los legisladores que votaron la mal llamada Ley de Bioseguridad. Con Monsanto les alcanza.

La autora es investigadora del Grupo ETC.

Fuente: La Jornada, México

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Mesa redonda en Bolivia


La aprobación de transgénicos en Bolivia fue realizada de manera aislada sin la consulta y menos consenso con productores, consumidores ni otras instancias oficiales relacionadas con la implementación de esta medida, resultando en un marco legal improvisado e incompleto, donde los mecanismos de implementación aún no están definidos


“Mesa Redonda: Biotecnología y bioseguridad en Bolivia” – Consumidores y productores en Bolivia desprotegidos ante la aprobación de soya transgénica

RALLT-Bolivia, 10 de Junio de 2005

El pasado lunes 6 de Junio del presente, se llevó a cabo en Cochabamba la “Mesa Redonda: Biotecnología y bioseguridad en Bolivia” organizado por el Ministerio de Desarrollo Sostenible y la FAO a través de la Oficina Regional de Semillas (ORS)-Cochabamba como resultado de la solicitud de información sobre el tema de transgénicos realizada por algunas instituciones y asociaciones de productores que participan en el Programa de Desarrollo Alternativo ante la noticia de la aprobación de la soya transgénica. El objetivo del evento fue informar a los participantes sobre la biotecnología moderna y las gestiones de bioseguridad en Bolivia.

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jueves, junio 09, 2005

¿Qué pasó en Cartagena?

QUE PASO EN LA SEGUNDA REUNION DE LAS PARTES DEL PROTOCOLO DE CARTAGENA

Acción Ecológica, Ecuador

Durante la última reunión de las Partes del Protocolo de Cartagena (o de Bioseguridad), se trataron temas importantes sobre los documentos que deben acompañar a las importaciones de transgénicos destinados a alimentación, piensos y procesamiento, que significa la mayor parte del comercio internacional de OGM en el mundo.

Otro tema a tratarse fue el de la responsabilidad que tendrían las empresas que producen OGM en caso de accidentes y otros impactos negativos en el ambiente.

El proceso del Protocolo de Cartagena ha sido totalmente secuestrado por la industria. Hasta la secretaría ha sido influenciada, pues durante la reunión de expertos sobre Responsabilidad y Compensación (que tuvo lugar una semana antes, también en Montreal). Durante esa reunión, dos personas muy vinculadas a la industria Muffy Koch y Piet van der Meer dieron charlas introductorias a los delegados para convenserles que los OGM no representan grandes riesgos y que por lo mismo, no es necesario un sistema de responsabilidad civil. Muffy Kock representó en esa reunión a AgBios de Canadá, y Piet van der Meer, ahora parte de una organización llamada Horizons en Bélgica, pero que por años ha estado involucrado en las negociaciones del Protocolo de Cartagena y posteriormente en los proyectos UNEP GEF sobre bioseguridad.

La reunión de las partes fue inagurada por un discurso totlamente pro biotecnología, dado Ahmed Djougalf, quine habló a nombre del director del PNUMA, Klaus Toefer. La presencia de delegados de empresas fue sorprendente, incluyendo investigadores de países del Tercer Mundo que decían ser científicos independientes. La mayoría de estos científicos fueron invitados por Piet van der Meer, quien ahora dirige una organización de investigación y regulación pública.

En todo caso, todos los participantes en las delegaciones parecían muy alejados de la realidad de los campesinos, indígenas y consumidores de todo el mundo, que son los que tienen que enfrentar los transgénicos en su vida real. En lugar de eso, se producen cargas y cargas de papel, días sin fin con negociaciones hasta la madrugada en cuartos repletos de delegados de gobiernos e industrias.

Uno de los temas que la MOP tenía que tomar una decisión está relacionado con el Artículo 18(2)(a) del Protocolo, que básicamente se refiere a la documentación que debe acompañar a los embarques de alimentos transgénicos, como un mecanismo para que la industria haga varias cosas, incluyendo:

(a) analizar una mezcla del cargamento para determinar exactamente qué transgénicos están presentes en la carga, asegurarse que estos han sido aprobados en el país de origen de la carga,
(b) asegurarse que cargas de alimentos que no debería contener OGM, efectivamente contiene sólo aquellos OGM que no pueden evitarse y que los umbrales de contaminación son mínimas (por ejemplo, menores al 1%) lo que significa que casi todas las cargas de granos y otros productos agrícolas de exportación provenientes de países que producen OGM tienen que ser examinados, y si se encuentra OGM, su presencia tiene que estar por debajo del umbral establecido.

Implícito con esto, se dan los siguientes imperativos:

(c) se trata de proteger las cargas de alimentos no transgénicos de contaminación genética
(d) asegurarse que hay una tolerancia cero a OGM no autorizados
(e) mantener las puertas abeirtas para el desarrollo de modalidades de muestreo y técnicas de detección de OGM

Este es un tema básico y por supuesto, esto va a significa que la industria y otros actores van a tener que segregar, examinar y etiquetar los cargamentos que exportan, y tienen que aplicar normas internacionales establecidas bajo el Protocolo de Cartagena, que se convertiría en el estándar mínimo y no máximo parea que los países que son Parte del Protocolo, lo adopten. Este tema no fue completado en Montreal en el 2000, cuando el Protocolo fue adoptado, y en el último momento se hizo una concesión a la industria, pues se aceptó que la etiqueta que acompañe a la documentación diga “puede contener OGM”, que es como decir, puede ser que esté o que no esté embarazada.

Los grupos de negociación

Ya que sólo los países que son Parte del Protocolo tuvieron derecho de participar en las negociaciones, los principales productores de OGM no pudieron participar ya que ellos no han ratificado aun el Protocolo. Con excepción de Brasil. Este país, junto con la industria y Nueva Zelanda, bloquearon las negociaciones. Y lo hicieron bien.

Sin embargo, fue Brasil quien objetó el documento que fue puesto en la mesa de negociaciones en relación a la “documentación”.Tewolde, Ministro del Ambiente de Etiopía lamentó la posición de Brasil, que antes estuvo siempre en el llamado “grupo de espíritus afines”, y batalló por una posición màs dgna hasta horas muy avanzadas de la madrugada. El fue apoyado por otras delegaciones.

Asia mantuvo una posición de bajo perfil en las negociaciones, pero se cree que la reciente ratificación de China podría cambiar la dinámica de este grupo.

Responsabilidad y Compensación

1. las negociaciones sobre el tema de responsabilidad y compensación se refiere también a la cuestión de embarques de granos con OGM. Las negociaciones se iniciaron en Montreal una semana antes que la MOP y básicamente los elementos fueron decididos después de una larga discusión Una segunda reunión va a tener lugar en Montreal en febrero. Se pide que los distintos actores que envíen propuestas de texto para un régimen internacional hasta noviembre de este año.

2. las negociaciones sobre los requerimientos para la documentación para llegar a un acuerdo fueron frustradas, a pesar de que este es un tema central para regular el abastecimiento global de alimentos y asegurarse que en él no entren los OGM, sólo porque la industria consiguió lo que quería. Debido a las reglas de que se debe alcanzar siempre un consenso, aunque sólo un país se oponga ( y los restantes 10 estén de acuerdo), las negociaciones se frustraron en Montreal.

3. Las siguientes negociaciones tendrán lugar en Curitiba - Brasil, donde se realizará la MOP 3, en marzo del 2006.

4. Aunque el futuro no muestra visos de claridad, nosotros tenemos que seguir luchando en nuestros respectivos países y ganar un espacio político, en algunos casos, perdido.

5. Aunque nosotros no debemos permitir que las negociaciones internacionales lidere nuestros procesos en este y otros temas, hay que reconocer que en países como los nuestros, ellos no van a tomar iniciativas positivas en estos temas, a menos de que las negociaciones sigan su curso. La industria lo sabe y lo entiende muy bien.

Para la próxima reunión, es posible que Argentina ya haya ratificado el protocolo, por lo que se necesitará toda la presión de la sociedad civil.

martes, junio 07, 2005

Termina sin acuerdos la reunión de Montreal





Termina sin acuerdos la reunión del Protocolo de Cartagena


Greenpeace México

A pesar de que más de cien países estaban de acuerdo en instalar controles más amplios y límites precisos para la contaminación transgénica, la decisión fue bloqueda por las delegaciones de Nueva Zelanda y Brasil que defendieron los intereses de las corporaciones biotecnológicas

La segunda reunión de partes del Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) culminó el 3 de junio sin acuerdo, pues los países no lograron llegar a consensos sobre temas clave en las negociaciones sobre el comercio seguro de cultivos y alimentos genéticamente modificados.

Durante la semana del 30 de mayo al 3 de junio se esperaba que las negociación del Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad en el seno de las Naciones Unidas acordara reglas internacionales para reducir la contaminación de las importaciones con OGM y para instalar un etiquetado obligatorio sin ambigüedades. Sin embargo, poco se avanzó para lograr unas regulaciones más estrictas como lo demandan la mayoría de los países (especialmente aquellos que están en vías de desarrollo) ya que se necesitaba llegar a consensos, que al final fueron rotos por las delegaciones de Nueva Zelanda y Brasil, que se aliaron abiertamente con la industria biotecnológica para bloquear cualquier acuerdo.

"La conducta de Nueva Zelanda y Brasil no tiene vergüenza. Impidieron que la gran mayoría de las naciones instalara reglas para proteger el medio ambiente", dijo Doreen Stabinsky, coordinadora de la campaña de ingeniería genética de Greenpeace Internacional. "Esta aparente victoria para la industria será contraproducente pues la oposición global a los alimentos genéticamente modificados continúa creciendo".

"La comunidad internacional ha demostrado su intención de generar leyes que le permitan protegerse de la amenaza de los alimentos y cultivos genéticamente modificados", dijo Juan López, coordinador de transgénicos de Amigos de la Tierra Internacional. "Brasil y Nueva Zelanda, defendiendo los intereses de las grandes corporaciones han secuestrado estas negociaciones y destruido las esperanzas de que logremos mejorar las leyes internacionales".

El Protocolo de Bioseguridad provee de una serie de disposiciones para proteger al medio ambiente de la amenaza de los cultivos genéticamente modificados.

Dicho Protocolo urge a los países a desarrollar legislaciones que protejan su biodiversidad y también les permite prohibir las importaciones de productos genéticamente modificados si existen dudas sobre su inocuidad. Hasta la fecha 119 países han ratificado el Protocolo.

Para mayor información llamar a Cecilia Navarro a los teléfonos 5530 2165 ext. 220 o 04455 5172 9869 o visitar la página www.greenpeace.org.mx

Fuente: Greenpeace - Boletín 0572 / 6 de junio de 2005

lunes, junio 06, 2005

¿Qué le pasa a Lula?

ONGs critican la posición de Brasil en Montreal

Adital - Representantes de las ONGs latinoamericanas, del Grupo de Trabajo I, sobre el manoseo, transporte, embalaje e identificación de OGMs (organismos genéticamente modificados), de la segunda Reunión de las Partes (MOP2) del Protocolo de Cartagena de Bioseguridad, divulgaron ayer en Montreal, donde ocurre la reunión, una carta presionando a Brasil a fin de que pare de bloquear régimen de bioseguridad. Esto es considerado un retroceso en el régimen internacional de protección ambiental y de la salud humana.

Durante las discusiones sobre reglas internacionales para la identificación de las exportaciones de productos transgénicos de un país hacia otro, Brasil se rehusó a apoyar a la mayoría de los países que sostienen que los exportadores de transgénicos indiquen claramente en sus cargamentos cuál es el tipo o tipos de transgénicos que están presentes.

En el documento, las Ongs dicen estar "frustrados y perplejos con las posiciones de la delegación de Brasil". Acusan la actitud brasilera de demostrar desdén por las graves preocupaciones científicas con el ambiente y la salud humana, que dieron origen al surgimiento de la Convención de Biodiversidad y al Protocolo de Bioseguridad. Brasil es acusado de valorizar sólo las cuestiones comerciales, ya que se ha alineado con posiciones de países que no firmaron el protocolo y el Grupo de Miami - grupo minoritario de los principales países exportadores de alimentos transgénicos.

Brasil prefiere apoyar a Nueva Zelanda, Canadá, Argentina y otros países que quieren aplicar un rótulo general diciendo "puede contener transgénicos", de modo de "no crear dificultades para el comercio de productos de la moderna biotecnología". Tal rótulo genérico impide que los países identifiquen si hay realmente transgénicos en una determinada importación y si esos transgénicos están entre aquellos eventualmente autorizados por sus autoridades. Para empeorar aún más la situación Brasil resolvió obstaculizar las negociaciones que se encaminaban hacia un acuerdo.

Según la campaña "Brasil libre de transgénicos", queda claro para quienes observan a la delegación brasilera, que solamente 3 de los 24 delegados oficiales tienen un real compromiso con la bioseguridad del traslado internacional de cargamentos conteniendo transgénicos y con el establecimiento de reglas claras de rotulaje, responsabilidad y reparación de daños. La composición de la delegación brasilera nos da además un buen indicio de la importancia que cada ministerio atribuye a ese Protocolo (Agricultura, 6 representantes; Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, 4; Ciencia y Tecnología, 3; Salud, 3; y Medio Ambiente, 2).

Preocupa también el ostensivo acceso que tiene el observador oficial de las industrias de agrotóxicos y transgénicos, Joaquim Machado (Syngenta y CEBDS -- Consejo Empresarial Brasilero para el Desarrollo Sustentable), al núcleo oficial de coordinación de los delgados brasileros, especialmente con el jefe de la delegación, Ministro Hadil Fontes da Rocha Vianna. Es común que el representante de las industrias ocupe uno de los lugares de asesoría inmediata al Jefe de la Delegación y sea la primera fuente de consulta para la exposición de la posición de Brasil en los tópicos controvertidos de la negociación.


Las Ongs de América Latina pidieron públicamente que la delegación brasilera reconsidere sus actitudes y que pare de bloquear el consenso emergente sobre los instrumentos para la implementación del Artículo 18-2(a), y que Brasil vuelva a unirse a los otros países que trabajan para construir un régimen eficaz para la bioseguridad. La reunión termina mañana viernes (03/06). Hasta el cierre la campaña "Brasil libre de transgénicos" está convocando a todos a presionar a la delegación brasilera y forzarla a ceder esas posiciones. Sepa como ayudar a través del website www.aspta.org.br.

Traducción: Daniel Barrantes - daniel.barrantes@gmail.com

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domingo, junio 05, 2005

Mapamundi de contaminación genética


All the countries affected by a GM contamination incident are shown in this map produced using data from the register

Since the first GM tomatoes were grown commercially in the USA in 1995, and followed by Roundup Ready soybeans in 1996, there have been a range of different incidents of GM contamination and illegal plantings. This register has records of 63 incidents of contamination, 10 illegal releases and 6 negative agricultural side-effects (some incidents fall into more than one category). The map shows how they are distributed worldwide.


Map last up-dated 1st June 2005


GM contamination distribution map

Agroecología

La agroecología está definida como, la aplicación de conceptos y principios ecológicos para establecer agroecosistemas sustentables. Sin embargo esta definición no tiene el mismo significado para todos.

En el Contraencuentro del ITEPA ( Centro de capacitación del MST) Brasil, se dijo que, cuando las ONGs ambientalistas se sientan “responsablemente”, a la mesa de los 100 millones de granos en Argentina (oso hormiguero) o de la soja sustentable en Foz de Iguazú (oso panda), han olvidado o dejado de lado el principio precautorio que los agronegocios negaron y siguen negando al momento de aceptar los alimentos de la “moderna biotecnología” esta coincidencia marca una alarmante fisura en la filosofía que ha sido fundamental en nuestra oposición a la liberación de cultivos GM como alimentos.

Pero tal vez sea mas grave que, al mismo tiempo, dichas ONGs muestran la coincidencia con los agronegocios sobre la equivalencia sustancial, es decir que a los efectos de regulación, para que un cultivo modificado genéticamente (MG) pueda ser comercializado como alimento “sin mas análisis” que su similitud, así se ha hecho y se sigue haciendo en Argentina(*).




viernes, junio 03, 2005

Trabajo sucio

MOP II: entrevista: países latinoamericanos haciendo el "trabajo sucio"

RADIO MUNDO REAL

Radio Mundo Real entrevistó a Juan López, coordinador de Amigos de la Tierra Internacional para el tema transgénicos, con el objetivo de conocer qué es lo que ha ocurrido en estos días en la MOP II del Protocolo de Cartagena

El maíz transgénico cruza fronteras

La Segunda Reunión de las Partes (MOP II, por su sigla en inglés) del Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad de la Biotecnología culmina este viernes en Montreal, una de las ciudades más importantes de Canadá. El Protocolo de Cartagena fue el primer acuerdo internacional en reconocer que los organismos genéticamente modificados (OGM) son diferentes a los convencionales. En este sentido, el Protocolo otorgó a los países miembros del tratado la posibilidad de decidir si permiten o no, basándose en el principio de precaución, el ingreso de los OGM en sus estados.

La Primera MOP se desarrolló en Kuala Lumpur, capital de Malasia, en febrero del año 2004. Por su parte, en la reunión que comenzó el pasado 30 de mayo en Montreal y que termina este viernes se han tratado, entre otros temas, el etiquetado, el transporte y segregación de transgénicos, y los impactos socioeconómicos provocados en algunos países por el paso transfronterizo de transgénicos.

Radio Mundo Real entrevistó a Juan López, coordinador de Amigos de la Tierra Internacional para el tema transgénicos, con el objetivo de conocer qué es lo que ha ocurrido en estos días en la MOP II del Protocolo de Cartagena.

Preguntamos a López cuáles eran sus expectativas sobre esta MOP II y nuestro entrevistado contestó que “aquí lo que se va a decidir es si hacemos de la contaminación genética una excepción o una regla. Diversos casos de contaminación con maíz transgénico, ilegales, con poca evaluación de riesgo, se han introducido en una multitud de países del mundo y ahora mismo hay que poner los mecanismos para separar, para evitar que estos cultivos transgénicos nos sigan contaminando”.

Radio Mundo Real preguntó a López cuáles han sido los principales requerimientos que las organizaciones sociales y ambientalistas, y Amigos de la Tierra Internacional principalmente, han realizado en la MOP II; el coordinador de Amigos de la Tierra Internacional dijo lo siguiente: “aquí lo que estamos pidiendo es que los países exportadores de transgénicos tienen que identificar, etiquetar claramente todos los envíos de maíz como conteniendo transgénicos si así lo fuera. Es una de las posiciones más controvertidas, hay una gran división entre los países. Nosotros lo que hemos hecho aquí es una llamada general para que se pare la contaminación de una vez por todas, no queremos más contaminación. Hoy mismo se ha confirmado hace algunas horas que en Japón se ha encontrado una variedad ilegal de maíz transgénico y que Japón ha decidido que todos los envíos de maíz estadounidense a Japón van a ser monitoreados y se les van a hacer testeos. Nosotros lo que estamos diciendo es que si esto está sucediendo en Japón, y en la Unión Europea ha pasado en estas últimas dos semanas, creemos que probablemente se está contaminando en otras partes del mundo y queremos que esto se pare ya y que los requisitos que se impongan aquí a los exportadores sean más estrictos. Este encuentro internacional puede conseguir ésto y queremos que así sea”.

Radio Mundo Real preguntó también a López si consideraba que en esta MOP II se habían logrado algunos avances importantes contra la contaminación transgénica o si las negociaciones estaban estancadas –principalmente por la influencia de Estados Unidos; nuestro entrevistado explicó que “Estados Unidos, Canadá y Argentina no son aún partes –del Protocolo– pero el poder de las no partes es muy fuerte. Se está utilizando a otros países para hacer el trabajo sucio, en este caso son Brasil, Nueva Zelandia, Perú y México, han sido los países más obstructivos en este proceso. Si se ha conseguido algo positivo o no lo sabremos mañana, aún es pronto”.