Rechazar las patentes sobre la vida
Hong Kong: La próxima batalla del comercio: rechazar las patentes sobre formas de vida
El acuerdo sobre Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC, o TRIPS por sus siglas en inglés) es uno de los que deja en situación más vulnerable a las comunidades locales de países en desarrollo, ante el poderío de las empresas transnacionales
Este acuerdo obliga a los 149 países miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a proteger los derechos de propiedad intelectual relacionados con variedades de plantas y procesos micro biológicos, utilizando patentes y otros sistemas similares. Amigos de la Tierra Internacional denunció que mediante ese acuerdo se consuma el despojo de los derechos de los agricultores, los pueblos indígenas y las comunidades a disponer de sus conocimientos tradicionales, medicamentos, alimentos y formas de vida, al otorgarle estos derechos a empresas transnacionales.
"El acuerdo TRIPS socava los derechos humanos fundamentales, al permitir que grandes compañías de biotecnología ‘compren’ y patenten semillas, cultivos, medicamentos y conocimiento tradicional de los pueblos indígenas y las comunidades locales”, dijo Alberto Villarreal, integrante de la Campaña de Comercio de Amigos de la Tierra Internacional, que se encuentra en Hong Kong participando de las movilizaciones en rechazo a la VI Conferencia Ministerial de la OMC.
"Además de privatizar y comercializar los recursos y el conocimiento que forman parte de la herencia de las comunidades y los pueblos indígenas, el TRIPS provocó una mayor marginalización de estas comunidades", agregó Villarreal.
El TRIPS es un ejemplo más de las muchas formas en que las reglas de la OMC evitan el desarrollo de las sociedades justas y sustentables. Fomenta la biopiratería, la privatización y el uso no autorizado de recursos biológicos por parte de corporaciones farmacéuticas y agrícolas.
En lo que respecta a los sistemas agrícolas de países en desarrollo, en la mayoría de los casos son las mujeres las que más sufren los impactos de esta apropiación de los recursos, ya que en innumerables casos son las responsables de recolectar el alimento y las medicinas de sus familias, y desempeñan un papel fundamental en el sistema tradicional de guardar semillas.
Los gobiernos africanos, los pueblos indígenas y las organizaciones no gubernamentales han sostenido durante mucho tiempo que los beneficios de la biodiversidad y del conocimiento tradicional relacionado con la misma no pueden ser compartidos de forma justa y equitativa, en la medida en que el actual acuerdo obliga a los países a mantener y respetar las patentes (u otros sistemas rígidos de propiedad intelectual) que tienen este tipo de empresas sobre diversas formas de vida.
Fuente: Radio Mundo Real
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