Monsanto, así en Latinoamérica como en Europa
Tanto en Francia como en Latinoamérica la estrategia de estas multinacionales es lograr a través de sus lobbies y de sus influencias políticas estrangular financieramente el desarrollo de los movimientos que intentan oponerse a la contaminación genética generalizada e irreversible de los sistemas agrícolas tradicionales en perjuicio de los campesinos, los consumidores, la salud pública y la preservación de los recursos naturales en su propio y lucrativo beneficio
Mientras en Quimilí, una pequeña localidad de Santiago del Estero (Argentina) 500 jóvenes de diversas organizaciones del campo y la ciudad de Brasil, Argentina, Paraguay, España e Italia, con representación de delegaciones de Vía Campesina y de la Regional Buenos Aires participantes del V Campamento Latinoamericano, protagonizaban una marcha que incluía un "escrache" a la multinacional Monsanto, en Francia la Unión Sindical Solidarios se pronunciaba en contra de la misma empresa debido a su anuncio de incautación de las cuentas bancarias de la Confederación Campesina.
Los jóvenes campamentistas protagonistas de la movilización contra Monsanto declararon en un comunicado : "Marchamos en contra de los sectores de poder que adquieren cada vez más ganancias de nuestra biodiversidad, semillas, alimentos, tierra, agua, minerales, flora y fauna, sin importarles la calamidad que tenga que vivir la humanidad. Las multinacionales agudizan la desigualdad social a través de las privatizaciones, siembran de desempleo nuestra tierra, atentan contra la vida y ponen en riesgo nuestra soberanía".
Un objetivo similar perseguían en su oportunidad los campesinos franceses cuando realizaron en 1998 una acción colectiva de destrucción de un campo de cereales genéticamente modificados con el propósito de instalar el debate público sobre la proliferación de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) en la producción agraria y en la alimentación y que mereció la condena que actualmente obliga a la Confederación Campesina a pagar una indemnización de ¤ 195.000 al gigante alimentario.
Tanto en Francia como en Latinoamérica la estrategia de estas multinacionales es lograr a través de sus lobbies y de sus influencias políticas estrangular financieramente el desarrollo de los movimientos que intentan oponerse a la contaminación genética generalizada e irreversible de los sistemas agrícolas tradicionales en perjuicio de los campesinos, los consumidores, la salud pública y la preservación de los recursos naturales en su propio y lucrativo beneficio.
S. Merino - Union syndicale SOLIDAIRES y Prensa De Frente
Fuente: EL GRANO DE ARENA - Correo de
información ATTAC - n° 321 - Lunes 5 de diciembre de 2005
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