Ocupar a Monsanto
AS-PTA
2012-03-23
El nuevo movimiento Occupy Monsanto, una ramificación de Occupy Wall Street, está convocando a personas y organizaciones de todo el mundo a hacer parte de un día internacional de protestas el 17 de septiembre, cuando el movimiento Occupy Wall Street cumplirá un año. El grupo demanda, entre otros puntos, el etiquetado obligatorio de los alimentos que contienen ingredientes transgénicos (que no existen en Estados Unidos) y que no sean aprobados nuevos cultivos transgénicos desarrollados para tolerar aplicaciones de herbicidas altamente tóxicos (cómo es el caso de la soja tolerante al 2,4-D, ya en pruebas en Brasil).
“Le guste o no, es probable que la Monsanto haya contaminado la comida que usted comió hoy con agrotóxicos y transgénicos. La Monsanto controla la mayor parte de la reserva global de alimentos a costa de la democracia alimenticia del mundo”, dice la web del movimiento.
El último martes (20/03), manifestantes del Occupy Monsanto colocaron carteles en 13 lugares de las carreteras que cruzan la ciudad de St. Louis, en los Estados Unidos, donde está la sede de la empresa. En ellos se podían leer frases como “El FDA (1) está contaminado por la Monsanto”, “Bioriesgo Genético: Defiéndase”, “99% vs. Mon$anto” y “Presidente de la Monsanto = Millonario”; “Consumidor de la Monsanto = Ratón de Laboratorio”. En el césped situado al frente de la sede mundial de la empresa un manta decía: “Sr. Presidente, etiquete los alimentos transgénicos. Con amor, Michelle”, en referencia a la primera dama. Hasta el mediodía del martes, todos los carteles habían sido retirados por las autoridades locales.
La protesta se llevó a cabo un día después de una marcha que recorrió el centro de St. Louis y algunos días después de que se realizaran manifestaciones contra la compañía en cerca de 30 ciudades americanas y en otras partes del mundo, incluyendo España, Alemania, Nueva Zelanda, Australia, Japón y Canadá.
El fin de semana anterior, 150 manifestantes del movimiento cerraron la unidad de investigación de la empresa en Davis, en California. En esa ocasión, la Monsanto dijo a sus empleados que no vayan a trabajar debido a las preocupaciones relacionadas con el problema de seguridad ocasionado por las protestas.
Las recientes protestas contra la gigante de la biotecnología no comenzaron ahí. A finales de febrero, la policía americana apresó 12 manifestantes que estaban frente a las oficinas de la Monsanto en Washington participando en el “día nacional de solidaridad”. Dos días
antes, una acción judicial contra la empresa interpuesta por un grupo de agricultores fue rechazada. Ellos pedían la invalidación de las patentes agrícolas de la empresa, manifestando el temor de que las semillas patentadas aparecieran en sus cultivos (vía contaminación). La protesta se realizó en solidaridad y en conjunto con el día nacional de acción contra el Consejo Americano de Intercambio Legislativo (ALEC, en la sigla en inglés), una organización lobbysta que defiende la creación de incentivos fiscales para las corporaciones.
La Monsanto es líder mundial de las semillas transgénicas, y ha conseguido implantarse en una serie de países pese a las crecientes evidencias de los efectos dañinos que provocan sobre el medioambiente y la salud. Por regla general, la empresa bloquea los esfuerzos para etiquetar los alimentos que contienen ingredientes transgénicos. También es famosa por articular la persecución de científicos que publican estudios que demuestran los efectos dañinos provocados por transgénicos y agrotóxicos.
La propia investigación independiente ha sido permanentemente obstaculizada, pues la empresa usa la legislación de patentes para negar la utilización de sus productos en experimentos científicos. Ella también ha convertido a los agricultores en rehenes de sus semillas (y agrotóxicos de uso asociado): al controlar la mayor parte del mercado de semillas, la empresa gradualmente va eliminando la oferta de semillas convencionales no patentadas. Como si esto no fuera suficiente, la multinacional procesa a los agricultores cuyos cultivos son contaminados por sus transgénicos acusándolos de violar los derechos de patente.
Por lo que se ve, ha llegado la hora de articularse en un gran movimiento internacional para frenar el dominio de la Monsanto sobre nuestros sistemas agrícolas y alimenticios. ¡Ocupar la Monsanto, esa es la vía que apoyamos nosotros!
-
(1) Food and Drug Administration, órgano del gobierno de los Estados Unidos que reglamenta los alimentos y medicamentos.
2012-03-23
El nuevo movimiento Occupy Monsanto, una ramificación de Occupy Wall Street, está convocando a personas y organizaciones de todo el mundo a hacer parte de un día internacional de protestas el 17 de septiembre, cuando el movimiento Occupy Wall Street cumplirá un año. El grupo demanda, entre otros puntos, el etiquetado obligatorio de los alimentos que contienen ingredientes transgénicos (que no existen en Estados Unidos) y que no sean aprobados nuevos cultivos transgénicos desarrollados para tolerar aplicaciones de herbicidas altamente tóxicos (cómo es el caso de la soja tolerante al 2,4-D, ya en pruebas en Brasil).
“Le guste o no, es probable que la Monsanto haya contaminado la comida que usted comió hoy con agrotóxicos y transgénicos. La Monsanto controla la mayor parte de la reserva global de alimentos a costa de la democracia alimenticia del mundo”, dice la web del movimiento.
El último martes (20/03), manifestantes del Occupy Monsanto colocaron carteles en 13 lugares de las carreteras que cruzan la ciudad de St. Louis, en los Estados Unidos, donde está la sede de la empresa. En ellos se podían leer frases como “El FDA (1) está contaminado por la Monsanto”, “Bioriesgo Genético: Defiéndase”, “99% vs. Mon$anto” y “Presidente de la Monsanto = Millonario”; “Consumidor de la Monsanto = Ratón de Laboratorio”. En el césped situado al frente de la sede mundial de la empresa un manta decía: “Sr. Presidente, etiquete los alimentos transgénicos. Con amor, Michelle”, en referencia a la primera dama. Hasta el mediodía del martes, todos los carteles habían sido retirados por las autoridades locales.
La protesta se llevó a cabo un día después de una marcha que recorrió el centro de St. Louis y algunos días después de que se realizaran manifestaciones contra la compañía en cerca de 30 ciudades americanas y en otras partes del mundo, incluyendo España, Alemania, Nueva Zelanda, Australia, Japón y Canadá.
El fin de semana anterior, 150 manifestantes del movimiento cerraron la unidad de investigación de la empresa en Davis, en California. En esa ocasión, la Monsanto dijo a sus empleados que no vayan a trabajar debido a las preocupaciones relacionadas con el problema de seguridad ocasionado por las protestas.
Las recientes protestas contra la gigante de la biotecnología no comenzaron ahí. A finales de febrero, la policía americana apresó 12 manifestantes que estaban frente a las oficinas de la Monsanto en Washington participando en el “día nacional de solidaridad”. Dos días
antes, una acción judicial contra la empresa interpuesta por un grupo de agricultores fue rechazada. Ellos pedían la invalidación de las patentes agrícolas de la empresa, manifestando el temor de que las semillas patentadas aparecieran en sus cultivos (vía contaminación). La protesta se realizó en solidaridad y en conjunto con el día nacional de acción contra el Consejo Americano de Intercambio Legislativo (ALEC, en la sigla en inglés), una organización lobbysta que defiende la creación de incentivos fiscales para las corporaciones.
La Monsanto es líder mundial de las semillas transgénicas, y ha conseguido implantarse en una serie de países pese a las crecientes evidencias de los efectos dañinos que provocan sobre el medioambiente y la salud. Por regla general, la empresa bloquea los esfuerzos para etiquetar los alimentos que contienen ingredientes transgénicos. También es famosa por articular la persecución de científicos que publican estudios que demuestran los efectos dañinos provocados por transgénicos y agrotóxicos.
La propia investigación independiente ha sido permanentemente obstaculizada, pues la empresa usa la legislación de patentes para negar la utilización de sus productos en experimentos científicos. Ella también ha convertido a los agricultores en rehenes de sus semillas (y agrotóxicos de uso asociado): al controlar la mayor parte del mercado de semillas, la empresa gradualmente va eliminando la oferta de semillas convencionales no patentadas. Como si esto no fuera suficiente, la multinacional procesa a los agricultores cuyos cultivos son contaminados por sus transgénicos acusándolos de violar los derechos de patente.
Por lo que se ve, ha llegado la hora de articularse en un gran movimiento internacional para frenar el dominio de la Monsanto sobre nuestros sistemas agrícolas y alimenticios. ¡Ocupar la Monsanto, esa es la vía que apoyamos nosotros!
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(1) Food and Drug Administration, órgano del gobierno de los Estados Unidos que reglamenta los alimentos y medicamentos.
Con informaciones de:
- Occupy Monsanto – International Action Against Genetic Biohazards.
- Banners, more protests < span lang="en-US">against Monsanto – Stltoday.com, 20/03/2012.
- US police arrest 12 Occupiers on national day of solidarity – PressTV, 29/02/2012.
- Monsanto protested after class-action lawsuit is dismissed – Blog Post/The Washington Post, 29/02/2012.
AS-PTA Agricultura Familiar e AgroecologiaBoletim Brasil Ecológico, Livre de Transgênicos e Agrotóxicos, Número 578 - 23 de março de 2012 http://aspta.org.br
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