miércoles, septiembre 29, 2004

Publicado en el suplemento Masiosare de La Jornada (México) el 12 de septiembre 2004.

Los transgénicos no serán la solución
Mitos modernos
de la hambruna

Carmelo Ruiz Marrero

La hambruna es un mito renovado. _La gente no muere de hambre por escasez de alimentos, sino por las políticas de sus gobiernos. En este momento, los graneros de la nación más poderosa del mundo, Estados Unidos, rebosan de granos y productos lácteos, pero en sus calles 30 millones de personas no tienen alimento. Los cultivos transgénicos, por cierto, dice el autor, tampoco aliviarán las necesidades de los hambrientos

Fotografía: Reuters
EL BIOTECNOLOGO suizo Ingo Potrykus está enfadado, furioso, enfogonado. Es más, está que despotrica.

Potrykus es coinventor del llamado arroz dorado, un producto genéticamente alterado cuyos granos contienen beta caroteno, sustancia que el cuerpo humano convierte en vitamina A. Según la Organización de Naciones Unidas, 2 millones de niños están en riesgo de quedar ciegos por falta de esta vitamina, y la Organización Mundial de la Salud informa que 2.8 millones menores de cinco años sufren una severa deficiencia de ésta.

Al considerar estos datos, la labor de Potrykus podría considerarse para obtener un Premio Nobel. Pero grupos activistas, como Greenpeace, siguen oponiéndose obstinadamente a los cultivos transgénicos, incluyendo el arroz dorado, alegando que no pondrán fin al hambre y, por el contrario, crearán más problemas que soluciones.

Potrykus dice furioso que aquellos individuos u organizaciones que traten de impedir su labor deberían ser juzgados en un tribunal internacional por crímenes contra la humanidad. Para él, los detractores de la transgenia son directamente responsables de millones de muertes en el Tercer Mundo, al impedir que se disemine una tecnología que puede salvar las vidas de niños famélicos.

El científico y sus partidarios afirman que el arroz dorado rebate todas las críticas que pudieran hacerse a los transgénicos. Sus críticos, en cambio, dicen que los cultivos transgénicos son modificados para introducir rasgos que no tienen relevancia en la calidad o valor nutritivo de la planta, por ejemplo, resistencia a herbicidas. No es el caso del arroz dorado, desarrollado específicamente para mejorar la nutrición humana, dice.

Los mismos críticos se quejan de que los transgénicos son desarrollados por corporaciones transnacionales, que sólo buscan el lucro rápido y no el bien de la humanidad. Pero Potrykus señala orgullosamente que su arroz dorado fue desarrollado en instituciones públicas europeas con financiamiento de la Fundación Rockefeller, un ente sin fines de lucro.

Mucha gente, mucha comida

¿Los derechos de propiedad intelectual impiden que los beneficios de la biotecnología transgénica agrícola –y de cualquier otro adelanto en la agricultura– lleguen a los pobres? Para superar este escollo, Potrykus logró acuerdos con todas las corporaciones que eran dueñas de las patentes para continuar con su trabajo con el arroz dorado.

Los defensores de la biotecnología alegan que esto demuestra que el sistema de propiedades intelectuales, tan duramente criticado por los enemigos de la globalización neoliberal, no es un obstáculo para el progreso de la humanidad.

¿El costo del arroz dorado lo pondrá más allá del alcance de los pequeños agricultores del Sur global? ¿Se crearán nuevas formas de dependencia? De ninguna manera, pues el señor Potrykus lo distribuirá gratuitamente.

Pero los activistas mantienen su oposición, alegando que el arroz dorado es un truco de relaciones públicas de la industria biotecnológica. ¿Por qué dicen eso? Potrykus no puede explicarlo y supone que a sus críticos los mueve una siniestra y sañosa agenda en contra de la ciencia y el progreso.

Supongamos que la industria tiene la razón y que los activistas aguafiestas están equivocados, que los alimentos transgénicos no presentan ningún riesgo para la ecología, la biodiversidad o la salud humana. ¿Ayudarían estos productos noveles a combatir el hambre?

Para contestar esta pregunta hay que auscultar las causas del problema.

Los partidarios de la agricultura industrializada y de la nueva revolución genética se amparan en el cálculo malthusiano. Hay mucha gente y poca comida, y la población sigue en continuo aumento. Por lo tanto, hay que aumentar de manera creciente la producción agrícola para evitar una catástrofe.

Pero, ¿realmente hay escasez de alimentos? ¿Realmente esa es la causa del hambre? Veamos la situación en la India. A pesar de lo que nos dicen los demagogos malthusianos, en ese país no existe ahora ninguna escasez de alimentos. Al contrario, lo que hay es un excedente de decenas de millones de toneladas del grano.

Sobre el problema del hambre en su país, la escritora Arundhati Roy dice que la India produce más leche, azúcar y granos alimentarios que nunca antes. Los agricultores que cosecharon demasiado grano se enfrentaron a una situación desesperante. El gobierno compró el excedente, pero el volumen era mayor al que podía almacenar o usar.

En 2001 los almacenes del gobierno rebosaban con 42 millones de toneladas de grano, que equivale a una cuarta parte de la producción anual del país.

"Mientras el grano se pudre en almacenes del gobierno, 350 millones de ciudadanos indios viven debajo del nivel de pobreza y no pueden ingerir una sola comida completa al día", dice Roy. "En marzo de 2000 el gobierno indio eliminó las restricciones de importación a mil 400 productos, incluidos leche, granos, azúcar, algodón, té, café y aceite de palma. Esto, a pesar de que el mercado estaba más que saturado de esos productos", indica.

El mito de la escasez

Puesto de manera tajante: la escasez es un mito. No es noticia, nos lo dijeron Frances Moore Lappé y Joseph Collins en su libro Comer es primero (Food First, en inglés), publicado hace 30 años.

Al comienzo de esta década, Lappé viajó con su hija Anna a la India, donde ambas conversaron con un funcionario que dijo –con evidente orgullo– que su país tenía el excedente de granos más grande de su historia. Cuando le preguntaron si no sería mala idea compartirlo con sus compatriotas famélicos, cambió de color y dijo que los pobres ya recibían demasiados subsidios.

Si la supuesta escasez fuera causante del hambre, Estados Unidos tendría la población mejor alimentada del mundo entero. ¿No es así? Pues no. En ese país, el supuesto "granero del mundo", hay actualmente 30 millones de personas que no tienen qué comer y 8.5% de los niños sufren de hambre.

En tanto, la sobreproducción es un verdadero dolor de cabeza para los agricultores estadunidenses. Estados Unidos tiene excedentes en productos lácteos y granos. De hecho, el excedente de granos sería suficiente para hornear 600 libras de pan al año para cada niño hambriento de ese país.

En la nación más rica del mundo, uno de cada cinco niños nace pobre, mientras que American Journal of Public Health calcula que existen 10 millones de personas –incluidos 4 millones de niños– que no tienen qué comer.

Los economistas, sociólogos y agrónomos podrán teorizar lo que quieran sobre las causas del hambre, pero no podrán argumentar absolutamente nada sobre una supuesta escasez de alimentos.

Si la gente padece de hambre y muere por esa causa pese a la existencia de voluminosos excedentes agrícolas, entonces no hay manera de concebir que los cultivos transgénicos vayan a dar alivio a los hambrientos. Mientras tanto, Potrykus sigue despotricando contra sus detractores.


Los intereses económicos detrás de los transgénicos

Transgénicos: ¿un avance o una amenaza para el planeta?, por Amigos de la Tierra España

A pesar de que los cultivos y alimentos transgénicos estén ya muy presentes en nuestros campos y platos, existe todavía un gran desconocimiento de lo que son y de sus repercusiones en áreas tan diversas como la agricultura, la salud, la producción y distribución de los alimentos o la protección del medio ambiente

Los organismos modificados genéticamente (OMG) – o transgénicos – se obtienen al insertar genes de otro ser vivo en su material genético, lo que implica que desarrollan propiedades que no presentarían naturalmente. Por ejemplo el maíz transgénico denominado Bt cuenta dentro de sus genes el gen de una bacteria y esto hace que la planta produce una toxina empleada para combatir los insectos plaga en el campo. Esta técnica crea de manera artificial seres vivos nuevos que no podrían desarrollarse en la naturaleza.




Los cultivos y alimentos transgénicos comercializados en la actualidad no presentan ventajas destacadas para el agricultor y ninguna para el consumidor, en cambio presentan riesgos para el medio ambiente y la supervivencia de una agricultura sin transgénicos. Sin embargo, los intereses económicos en juego hacen que se han introducido ya a gran escala en algunos países y se intenten imponer al resto del mundo

Las empresas biotecnológicas han invertido en los últimos años miles de millones en el desarrollo de cultivos modificados genéticamente - o transgénicos -, inventando así plantas con genes de otras especies y características nuevas. Estas variedades, que no se hubieran podido obtener con los métodos de cruzamiento naturales, se están empleando ya a gran escala en principalmente tres países: EE.UU, Argentina y Canadá. Otra docena de países han tenido alguna experiencia con los cultivos transgénicos desde que éstos fueron introducidos en la agricultura, hace diez años. Las plantas transgénicas que se utilizan en la actualidad son soja, maíz, algodón y colza. En España, se viene cultivando desde 1998 un tipo de maíz modificado genéticamente e importando aproximadamente 4 millones de toneladas de soja transgénica y entre 0,5 y 1 millón de toneladas de maíz transgénico cada año. Estas materias primas entran en la fabricación de piensos y alimentos.

martes, septiembre 28, 2004

BRASIL: Sigue el drama de los transgénicos


RIO DE JANEIRO, 23 sep (IPS) - El gobierno de Brasil cometió ”espantosas incorrecciones y equivocaciones” en la cuestión de los transgénicos y se apresta a cometer otra, afirman 14 organizaciones y movimientos sociales en una carta dirigida al propio jefe de Estado, Luiz Inácio Lula da Silva. El presidente vuelve a quedar en la incómoda situación de adoptar, por tercera vez desde el año pasado, una solución de emergencia y de carácter excepcional, para evitar la ilegalidad de la siembra de soja transgénica, que empezará en las próximas semanas.

Las 14 organizaciones ambientalistas, campesinas y defensoras de los consumidores se dicen ”conmocionadas” por la disposición del presidente a adoptar una Medida Provisional que contraría el proyecto de ley de bioseguridad que el mismo Lula envió al Congreso legislativo, y fue aprobado en la Cámara de Diputados. Se trata de una medida que ”viola el principio de precaución de la Convención sobre la Diversidad Biológica” de la cual el país es parte, al liberar los transgénicos ”sin ningún estudio previo de impacto ambiental y de riesgo para la salud de los consumidores”, dicen los manifestantes.

Transgenia en Puerto Rico

Puerto Rico meca de experimentos con transgénicos

Carmelo Ruiz Marrero

(Publicado en el semanario puertorriqueño Claridad, 16 de septiembre 2004)

El Departamento de Agricultura Federal (USDA) lo confirma, mientras que el Departamento de Agricultura de Puerto Rico lo niega: Puerto Rico es uno de los sitios predilectos de la industria de biotecnología para realizar sus experimentos con cultivos transgénicos (alterados mediante ingeniería genética). Según datos del propio USDA, en la isla se realizaron 2,957 experimentos entre 1987 y 2002. Esta cifra la superan solamente los estados de Iowa (3,831), Illinois (4,104) y Hawaii (4,566).

Consideren la enorme diferencia de tamaño: Illinois e Iowa tienen cada uno sobre 50 mil millas cuadradas mientras que Puerto Rico tiene menos de 4 mil. Evidentemente Puerto Rico tiene más experimentos con cultivos transgénicos por milla cuadrada que cualquier estado de Estados Unidos, con la posible excepción de Hawaii. Puerto Rico supera a California, que lleva 1,709 experimentos, aunque es 40 veces mayor que Puerto Rico y tiene una producción agrícola vastísimamente mayor.

Según la documentación obtenida del USDA, la mayoría de estos experimentos están dirigidos a perfeccionar los dos rasgos transgénicos más comunes, que son la resistencia a herbicidas (como el muy popular Roundup de la empresa Monsanto) y a insectos (como el maíz insecticida Bt). Pero también incluyen cultivos biofarmacéuticos- plantas que producen fármacos y químicos industriales en sus tejidos- y las controversiales plantas "terminator", que rinden semilla estéril.

Los experimentos en cuestión no se llevan a cabo en invernaderos sellados o en tanques de fermentación. "Estos son experimentos al aire libre y sin control", afirmó Bill Freese, del grupo ambientalista Amigos de la Tierra, comentando sobre la situación en Puerto Rico. "Estos rasgos transgénicos experimentales están casi sin duda contaminando los cultivos convencionales al igual que ya lo están haciendo los rasgos transgénicos ya comercializados. Y los cultivos transgénicos experimentales ni siquiera son sujetos al proceso superficial de sello de goma por el cual pasan los que son comerciales. Por eso es que pienso que la alta concentración de pruebas experimentales con cultivos genéticamente alterados en Puerto Rico es definitivamente causa de preocupación."

(Aparte de los cultivos transgénicos experimentales, una buena parte de la semilla sembrada comercialmente en Estados Unidos, transgénica o no, viene de Puerto Rico. Estos semilleros comerciales, ubicados mayormente en el sur de la isla, son principalmente de algodón, maíz, soya, girasol y arroz.)

¿Por qué Puerto Rico? Varias respuestas a esta pregunta se ofrecieron en un simposio sobre biotecnología realizado en San Germán en 2002, organizado por el Servicio de Extensión Agrícola. En primer lugar, dijeron varios presentadores que el amistoso clima tropical de la isla permite hasta cuatro cosechas al año, lo cual la hace ideal para agrónomos y corporaciones de biotecnología como Dow, Syngenta, Pioneer y Monsanto. Estas cuatro empresas se unieron en 1996 para formar la Asociación de Investigación de Semillas de Puerto Rico (AISPR).

Uno de los presentadores dio una razón mucho más interesante: dijo que Puerto Rico tiene "buen clima político". ¿Fue eso un endoso al sistema colonial? Supongo que quiso decir que aquí no hay protestones organizando campañas contra los transgénicos, que aquí no hay ni la más mínima crítica. La población general aquí es felizmente ignorante de estos asuntos, y eso definitivamente abona al “buen clima político”.

El Departamento de Agricultura no sabe

Francisco Aponte, subsecretario de agricultura de Puerto Rico, confirmó a CLARIDAD que en nuestro país hay semilleros transgénicos comerciales pero negó que aquí se realizara experimentación alguna con tales cultivos.

Pero sin embargo, nuestros datos provienen del USDA mismo. Craig Roseland, oficial a cargo de biotecnología del Servicio de Inspección de Plantas y Animales (APHIS) del USDA, contestó personalmente nuestro pedido de información. Nos informó que entre enero y julio del corriente año el Departamento aprobó 59 pruebas a campo abierto en Puerto Rico. La información puede ser verificada en la siguiente página web: http://www.aphis.usda.gov/brs/index.html Según Roseland, parte de la información sobre estos experimentos es confidencial ("confidential business information").

El señor Roseland ciertamente fue más cooperador que las oficinas locales del Departamento. La llamada telefónica que le hicimos a sus oficinas locales hace dos años nos dejó preguntándonos si los empleados del Departamento son simplemente ineptos o si estaban intencionalmente tratando de estorbar nuestra labor investigativa. La señora que nos atendió no parecía saber ni siquiera qué era un transgénico y parecía no saber quién estaba a cargo de las funciones del USDA en Puerto Rico. Tras un exasperante e infructuoso intercambio, nos dio un número telefónico en Wáshington DC, que resultó ser el del Servicio de Inspección de Carnes y Aves.

En esa ocasión también llamamos a la Junta de Calidad Ambiental y la oficina local de la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA), quienes no proveyeron ninguna información útil.

El PIP toma acción

La única institución en Puerto Rico que ha asumido una postura crítica es el Partido Independentista, que radicó una resolución en la Cámara y un proyecto de ley en el Senado en cuanto a este tema. Este último espera la firma de la gobernadora. El año pasado el representante Víctor García San Inocencio presentó la Resolución de la Cámara #7308, la cual solicita una investigación sobre el alcance, riesgos, ventajas y consecuencias ecológicas y económicas y sociales de los experimentos agrícolas transgénicos en Puerto Rico, los mismos que el Departamento de Agricultura niega que estén tomando lugar.

"La Legislatura de Puerto Rico debe propiciar una discusión amplia sobre las implicaciones de este tipo de experimentación en los seres humanos que consumen productos manipulados genéticamente y en el medio ambiente", sostuvo el legislador, quien además dijo que las agencias del gobierno de Puerto Rico promueven el establecimiento de empresas de biotecnología agrícola sin analizar de manera adecuada los impactos sobre la salud y la ecología. La resolución fue al olvido. Pero García San Inocencio dijo a CLARIDAD que no murió sino que la mataron los grandes intereses corporativos.

El proyecto de ley del Senado #621, radicado por Fernando Martín en 2001 y ya debidamente aprobado por la Legislatura, espera la aprobación de la gobernadora, reclama el etiquetado de productos que se vendan en Puerto Rico que sean transgénicos o tengan contenido transgénico. Esta legislación es esencialmente idéntica a la vigente en la Unión Europea, donde el etiquetado de transgénicos es ley.

Jorge Fernández Porto, asesor ambiental los legisladores del PIP, recibió dos llamadas de bufetes en Nueva York interesados en saber del proyecto. Preguntaron insistentemente los abogados de qué se trataba la resolución y cuál era su alcance. En la segunda llamada admitieron que uno de sus clientes era Pepsico, empresa dueña de las marcas KFC, Taco Bell y Pepsi.

Quizás estos intereses están preocupados de que vaya a cambiar el "buen clima político".



lunes, septiembre 27, 2004

Ley de Bioseguridad y la Medida Provisoria en Brasil

Joao Pedro Stédile

Los cambios que los senadores conservadores le hicieron al proyecto de Ley de Bioseguridad reflejan, en realidad, solamente los intereses de los grandes grupos económicos representados en el poder legislativo brasileño

La ley que pasó por tres comisiones y estaba pronta para ser aprobada en el Senado, así como quedó, es un riesgo y no una protección a la bioseguridad nacional. Felizmente parece que el gobierno la retiró. La edición de la medida provisoria para liberar la soja transgénica es sólo para resolver problemas económicos y atender a las presiones del gobierno y de los “ruralistas gaúchos”, que están practicando ilegalidades hace mucho tiempo.




El modelo agrario de producción de comodities transgénicas es el causante directo de gran parte de los males que sufrimos. Al despoblamiento de las zonas agrarias, el deterioro de la biodiversidad, la contaminación de los suelos y de las cuencas y el desplazamiento de cultivos tradicionales que significaban alimentos para nuestro Pueblo, se suma ahora la amenaza de desertización de los suelos, así como la posibilidad de que colapsen los ecosistemas más frágiles.



El neoliberalismo despliega su depredación en todos los ámbitos de la vida pública. Desde los indios que son humillados al intentar ingresar a las zonas arqueológicas ahora privatizadas, como Teotihuacan y El Tajín, hasta el ingreso fraudulento de la biotecnología para obtener la mayor ganancia incluso a costa del envenenamiento del público consumidor.



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El debate sobre los transgénicos

El debate sobre los transgénicos

Carmelo Ruiz Marrero

Publicado en el semanario puertorriqueño Claridad, 16 de septiembre 2004


A través del mundo entero se ha desatado una furiosa polémica en torno a los cultivos y alimentos genéticamente alterados, también conocidos como transgénicos. Ecologistas, agricultores, intelectuales y académicos progresistas, pueblos indígenas, estudiantes, biólogos, agrónomos y ciudadanos comunes y corrientes de todos los caminos de la vida, de los más diversos rincones del planeta, sostienen que la manipulación genética presenta serias interrogantes sociales y ecológicas, las cuales sus proponentes no han abordado de manera apropiada, o siquiera honesta. Plantean que los transgénicos no son seguros, que se trata de una tecnologia con riesgos inherentes, y que implica nuevas formas de dependencia y dominación para agricultores y consumidores.

Puerto Rico no es ajeno a este asunto. Gran parte de la semilla transgénica que se siembra en Estados Unidos va de nuestra nación. Ademas, documentos del Departamento de Agricultura Federal (USDA) muestran que Puerto Rico es uno de los lugares preferidos por las compañías de biotecnología para realizar sus experimentos con este tipo de cultivos. De hecho, aquí se han realizado más experimentos agrícolas transgénicos por milla cuadrada que en cualquier estado de EEUU con la posible excepción de Hawaii. Por lo tanto, este asunto concierne directamente a todos los puertorriqueños.

Expliquemos los conceptos básicos.

Todos los seres vivos transmiten sus rasgos a sus descendientes mediante genes. El conjunto de los genes de un organismo se conoce como su código genético o genoma. Los genes de todos los seres vivos están hechos de la misma sustancia: ácido desoxiribonucléico o ADN. La premisa científica de la ingeniería genética es que hay un gen correspondiente para cada rasgo, por ejemplo un gen determina el color de los ojos de una persona mientras que otro puede determinar su susceptibilidad a alguna enfermedad, como la diabetes.

La ingeniería genética hace posible transferir genes de una especie a otra, algo imposible mediante la reproducción sexual o algún otro proceso natural. Por ejemplo, ya es posible insertar genes de bacterias y virus en el maíz, genes de pescado en el tomate, genes humanos en el arroz y teóricamente no hay razón por la cual no se puedan transferir genes de diferentes plantas o animales al código genético humano. Se le llama transgénico a un organismo al que se le han insertado genes foráneos mediante esta tecnología.

No es ciencia ficción. En 1996 se cosecharon en Estados Unidos los primeros cultivos transgénicos para uso comercial y en los años siguientes el área sembrada con estos creció de manera explosiva. Para el año 2002 había alrededor de 145 millones de acres en el mundo sembrados con cultivos transgénicos. Hoy un 94% de los cultivos transgénicos del mundo se siembra en cuatro países del hemisferio americano: Estados Unidos (63%), Argentina (21%), Canadá (6%) y Brasil (4%).

La gran mayoría de estos cultivos es de soya y maíz y el resto es mayormente algodón y canola. En el año 2003, 80% de la soya, 70% del algodón, 60% de la canola y 38% del maíz sembrados en Estados Unidos fueron transgénicos. Aproximadamente 70% de los productos procesados en los supermercados estadunidenses tiene contenido transgénico.

Se nos dice que estos cultivos pondrán fin al hambre. Pero los cultivos transgénicos actualmente comercializados no fueron alterados genéticamente para mejorar su contenido nutricional o su sabor. 75% de ellos (soya y canola) fue alterado para ser resistente a herbicidas, 17% (maíz y algodón) para producir un veneno insecticida y el restante 8% para hacer ambas cosas.

Los impulsores de la revolución genética son ambiciosos; esperan en el futuro comercializar arroz, trigo, papa, tomates, frutas, árboles, pescado, cerdos y hasta césped transgénicos, y ya se está hablando de trastocar el código genético humano.

Los riesgos

¿Y cuál es el problema entonces? ¿Qué peligros pueden traernos estos nuevos productos? La Agencia Federal de Alimentos y Medicamentos (FDA) y las transnacionales de la biotecnología (como Monsanto, Dow, Syngenta y Aventis) nos aseguran que no hay ningún riesgo a la salud o al medio ambiente. Pero tengan en cuenta lo siguiente:

En 1998 el renombrado científico Arpad Pusztai, del Rowett Research Institute de Escocia, analizó papas transgénicas que producían una toxina insecticida llamada lectina GNA y encontró que los niveles de nutrientes en ellas estaban muy fuera de lo normal, algo totalmente inesperado. Por ejemplo, algunas tenían 20% menos proteína que las papas normales.

El doctor Pusztai alimentó un grupo de ratas con estas papas. Sus sistemas inmunológicos se perjudicaron. Los órganos de algunas de estas ratas bajaron de peso, incluyendo el hígado, los testículos y el cerebro. Otras tuvieron crecimiento descontrolado en las células de su sistema digestivo, lo cual podría ser un síntoma precursor de cáncer. Dado que la lectina GNA es inofensiva a los mamíferos, Pusztai dedujo que los efectos dañinos son causados por el proceso mismo de alteración genética de las papas.

Tras divulgar esta información en la prensa, Pusztai fue objeto de una campaña de calumnias. Pero en febrero de 1999, 23 colegas científicos de 13 países publicaron un memorando de apoyo a Pusztai y a las conclusiones de su estudio.

El año pasado una veintena de destacados científicos de siete países, que abarcan las disciplinas de agroecología, agronomía, biomatemática, botánica, química médica, ecología, histopatología, ecología microbiana, genética molecular, bioquímica nutricional, fisiología, toxicología y virología. incluyendo el Dr. Pusztai, formaron el Grupo de Ciencia Independiente y presentaron un informe sobre los cultivos transgénicos en el que afirman lo siguiente:

* No se ha demostrado que los transgénicos sean seguros. Animales de laboratorio alimentados con estos alimentos han desarrollado deformidades severas.

* "Los peligros más graves de la ingeniería genética son inherentes al proceso mismo", dice textualmente el documento. Por ejemplo, en 2001 se creó "accidentalmente" un virus letal para el ratón en el curso de un experimento aparentemente inocente e inocuo.

"Técnicas nuevas permiten crear en el laboratorio, en cuestión de minutos, millones de virus recombinantes que nunca han existido antes. Los virus, bacterias y su material genético, que son causantes de enfermedades, constituyen los principales materiales y herramientas de la ingeniería genética, así como de la fabricación planificada de armas biológicas."

* "Existen pruebas experimentales de que ADN transgénico ha sido absorbido por bacterias del suelo y del intestino de voluntarios humanos." Dado que algunas de estas secuencias contienen genes que otorgan resistencia a antibióticos, estos alimentos podrían dificultar el tratamiento de infecciones.

* "Se sabe que el ADN transgénico puede saltar al genoma de células de mamíferos, aumentando la posibilidad de cáncer. No puede excluirse la posibilidad de que alimentar a animales con productos transgénicos, como maíz, puede acarrear riesgos, no solamente para los animales sino también para los seres humanos que consumen los productos animales."

"La FDA no fiscaliza los alimentos transgénicos", declaró el
grupo ecologista estadunidense Amigos de la Tierra USA en un informe publicado en 2003. Según el documento, lo que tiene la agencia es un proceso de "consulta voluntaria" que le permite a las corporaciones biotecnológicas decidir cuáles pruebas de seguridad llevarán a cabo, si alguna, y cómo se ejecutarán. "La compañía determina cuáles datos, si algunos, son compartidos con las autoridades reglamentadoras. De hecho, la compañía hasta determina si va a consultar con la FDA o no."

Los alimentos transgénicos que ya estamos comiendo no están etiquetados como tales, por lo tanto no tenemos manera de identificarlos o evitarlos, y tampoco se puede hacer un estudio epidemiológico para ver qué efectos podrían tener sobre nosotros. Por eso los críticos de la ingeniería genética reclaman que se etiqueten estos productos.


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martes, septiembre 21, 2004

Contaminación y eufemismos


Silvia Ribeiro

En este mes se cumplen tres años del anuncio oficial de la contaminación transgénica del maíz campesino en México, centro de origen del cultivo. Un crimen impune, pero de ninguna manera olvidado. Un crimen intencional también, ya que las empresas y científicos que manipularon genéticamente un cultivo de polinización abierta, como el maíz, sabían que en algún momento éste se cruzaría con los cultivos campesinos.


Las autoridades del sector agrícola en México salieron entonces al rescate de las empresas multinacionales contaminantes, negando primero la contaminación y luego afirmando que "aumentaría la diversidad genética" del maíz y que sería una "transferencia gratuita de tecnología". Posteriormente, promoviendo un proyecto de ley de "bioseguridad" para legalizarla. Proyecto que nada tiene que ver con la seguridad de los cultivos campesinos ni con el tesoro histórico y cultural único que entrañan, pero sí con garantizar la seguridad de las inversiones de las cinco transnacionales que controlan el negocio mundial de los transgénicos. Redactado por funcionarios y científicos ligados estrechamente a esa industria, fue aprobado sin discusión por el Senado y al parecer la mayoría de la Cámara de Diputados amenaza consolidar el crimen.

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lunes, septiembre 20, 2004

Superplagas

RAPAL-VE

El uso de agroquímicos necesariamente genera resistencia en las poblaciones biológicas que se quiere controlar lo que obliga a que los agricultores cambien de un químico a otro cada vez más fuerte. En los cultivos transgénicos ya se observa el desarrollo de resistencia en poblaciones de insectos en cultivos Bt y en malezas al glifosato en cultivos RR (Roundup Ready.)


En China, donde se siembran dos tipos de algodón Bt (uno desarrollado por los Chinos y otro producido por la compañía Monsanto) una de las plagas más importantes del algodón, el gusano picudo del algodón (cotton bollworm) está desarrollando resistencia a las toxinas Bt en dichas variedades transgénicas. El investigador Liu Xiaofeng de la Provincia de Henan, la segunda productora de algodón Bt en China, dijo que en 6 o 7 años, esta plaga ya no será susceptible a las toxinas Bt y añadió que esto podría ocurrir con algunas plagas secundarias como el “Lygus bug”, lo que podría ser desastroso. Esto confirma unos estudios hechos por Greenpeace con insectos succionadores, especialmente áfidos cuyas poblaciones aumentaron luego de que los cultivos Bt controlaron al gusano picudo del algodón. Liu Xiaofeng añadió que los agricultores todavía necesitan usar plaguicidas en sus cultivos de algodón Bt para controlar otras plagas. Para enfrentar estas superplagas, Liu ha propuesto desarrollar una variedad de algodón transgénico usando un gen asociado a la tripsina de la arbeja (CpTi), al que se le añadiría el gen Bt . Esto únicamente retardaría la aparición de resistencia.


Un informe de Greenpeace demuestra que el número de malezas tolerantes a glifosato aumenta. La primera información de una planta con resistencia al glifosato vino de Australia ( Lolium rigidum) a mediados de la década de 1990. Desde entonces, han emergido muchas más “supermalezas.” En los EE.UU. junto a los cultivos de soya RR, el más común es Conyza canadensi s, reportado en 9 estados. Otras son: Amaranthus rudi s y en California, Lolium rigidum. En Argentina las siguientes malezas han desarrollado resistencia al glifosato : Hybanthus parviflorus , Parietaria debilis , Viola arvensis , Petunia axillaris , Verbena litoralis , Commelia erecta , Convulvulus arvensis , Ipomoea purpurea , Iresine difusa . (Véase también Transgénicos al Día #2, Mayo 2003, Universidad de Iowa informa sobre lo mismo ). El 10 de mayo de 2003 en La Nación de Buenos Aires, se anuncia que “LA SOJA ES UNA MALEZA“. Se refiere a las plantas voluntarias de soya que crecen profusamente pos-cosecha, tomando nutrientes del suelo y perjudicando el próximo cultivo. Por eso, Syngenta recomienda usar un herbicida más fuerte, como Gramoxone (paraquat) para evitar el rebrote de la soya RR en el período de descanso de la tierra.

Más que lamentable, es estúpido e irracional que, primero, se pretende ignorar el problema de la resistencia y luego, cuando sí se lo reconozca, se pretenda enfrentarlo con el mismo tipo de tecnología que ha originado el problema: en el caso del algodón Bt, por introducir nuevos genes al algodón y en el caso de la soya RR, por llenar los campos con otros herbicidas. La única solución sostenible es trabajar con la naturaleza bajo un manejo agroecológico.

domingo, septiembre 19, 2004

Transgénicos, Patentes y TLC


Por Pedro Rivera Ramos

La producción, liberación y consumo de organismos o alimentos transgénicos implica, sin lugar a dudas, una seria y real amenaza para todos los ámbitos de la vida en la Tierra, apuntando, de ese modo, hacia el desencadenamiento de consecuencias insospechables. Los riesgos y peligros incalculables que entraña la tecnología transgenética para todos los seres vivos y sus actividades, se derivan del uso de técnicas cuyas bases fundamentales están siendo crecientemente socavadas. La divulgación de las pruebas que demuestran la existencia de inestabilidad en líneas transgénicas; los resultados del Proyecto del Genoma Humano (PGH) que han conducido a que se cuestione el principio rector de la herencia, un gen un rasgo y los valientes experimentos realizados por los científicos Arpad Pusztai en Escocia y John Losey en Estados Unidos, que entre otros, han demostrado los efectos perjudiciales de los alimentos y cultivos transgénicos, son sólo algunos de los hechos que vienen conmoviendo los cimientos de la llamada ingeniería genética.



No es viable la soya transgénica en Bolivia


Por PROBIOMA

Los únicos beneficiados con la introducción de los OGMs han sido las empresas Multinacionales y no los agricultores

Esta posición está basada en experiencias recopiladas de varios estudios realizados en distintos países, concretamente en la Argentina, y donde la problemática de los OGMs y especialmente de la Soya RR está mostrando que su introducción, en vez de traer y aportar con soluciones, ha causado varios problemas y que los únicos beneficiados en este proceso, han sido las empresas Multinacionales y no los agricultores. Asimismo, en la experiencia de PROBIOMA en 12 años de trabajo en el sector agrícola, mediante la transferencia de la biotecnología.

Ninguna “semilla milagrosa” como plantea ser la semilla de soja transgénica, podrá resolver los problemas estructurales que a diario sufren los productores soyeros bolivianos, como es la falta de infraestructura vial, falta de apoyo a la producción, falta de créditos de fomento, escasez é incremento de carburantes y la falta de apoyo a las exportaciones en condiciones de competitividad, mediante políticas de comercio exterior que difundan y promuevan la calidad de la soya boliviana, que es libre de transgénicos y que ello no es aprovechado convenientemente por las asociaciones de productores, ni por el gobierno boliviano en estrategias de mercado eficientes.

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sábado, septiembre 18, 2004

Genómica: mina de oro


Silvia Ribeiro

La búsqueda de variaciones genéticas ya se había desatado aun antes de que fuera completado el mapa del genoma humano. Para estos modernos exploradores, lo más atractivo son los grupos poblacionales más aislados por razones geográficas, culturales o políticas, debido a su relativa homogeneidad genética. México, por su diversidad étnica, es uno de los países más codiciados por las grandes trasnacionales farmacéuticas, que emplean las nuevas tecnologías para producir medicamentos "a la carta".

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Agricultura a control remoto


Por Carmelo Ruiz Marrero

La agricultura de precisión es el nombre colectivo que se da a una gama de tecnologías de punta de la informática y el monitoreo de fincas. Los alegados beneficios de este nuevo paquete tecnológico incluyen mayores rendimientos de las cosechas, mejor información para tomar decisiones en el manejo de una granja, reducción de agroquímicos y fertilizantes, aumento en los márgenes de ganancia, y reducción en la contaminación causada por actividades agrícolas.

Sus detractores temen, sin embargo, que esta nueva tecnología representa un riesgo para la agricultura sustentable y la democracia, ya que puede someter a los agricultores a nuevas formas de dependencia y establecer de facto un Estado agropolicial, gobernado por corporaciones trasnacionales. La agricultura de precisión se sirve de varias tecnologías, incluidos sistemas de información geográfica, percepción remota, telecomunicaciones, computadoras móviles, procesamiento de información, y el sistema de posicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés). Este último es clave por el alto grado de exactitud geoespacial que provee.

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La industria de alimentos orgánicos, que está creciendo rápidamente y cayendo a igual ritmo bajo control de corporaciones trasnacionales, se está montando en el tren de la preservación de identidad y etiquetado de transgénicos. Acción Internacional por los Recursos Genéticos (GRAIN), agrupación con sede en España, no ve con buenos ojos los sistemas de preservación de identidad, ya que "se basarán en el uso de semillas certificadas, tanto para los cultivos genéticamente no modificados como para los genéticamente modificados con "valor agregado", lo que implica que, a fin de "garantizar" la identidad de sus cultivos, los agricultores tendrán que cultivar a partir de semillas compradas a las empresas, sin dejar ningún espacio para la preservación o intercambio de semillas".

"Al final de todo esto, un pequeño círculo de grandes empresas o alianzas empresariales emergerá con el completo control de los sistemas alimentarios y la agricultura, controlando tanto el sector de los transgénicos (ya sea en mercaderías a granel como la soja Roundup Ready o en cultivos con "valor agregado") como el sector no genéticamente modificado, que se convertirá en un nicho de mercado dirigido a los sectores ricos, como en gran medida ha llegado a ser la agricultura orgánica", advierte GRAIN.

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martes, septiembre 14, 2004

Ante los transgénicos, precaución


Por IGNACIO AMIAN NOVALES, ASESOR EN AGRICULTURA ECOLOGICA

Dijo en el periódico CORDOBA hace pocos días el profesor de Genética de la UCO J.I. Cubero que los alimentos procedentes de cultivos agrícolas modificados genéticamente, los transgénicos en el lenguaje más común, son los más seguros y dijo también que no nos tenemos que preocupar de las grandes empresas multinacionales porque a ellas les interesa más que a nadie la seguridad alimentaria. Creo que son dos afirmaciones importantes y graves y merecen un comentario y una opinión diferente.

Posiblemente en el segundo argumento sea donde encontrará menos adeptos el profesor Cubero. Muchos amigos y menos amigos pero sí gente de ciencia y de la economía y de muchos otros ámbitos de la vida en general coincide en reconocer de forma preocupante que las grandes empresas multinacionales mandan hoy en el mundo y no funcionan con el mismo código ético y de valores humanos que nos hemos ido dando la humanidad a lo largo de los siglos, sino con un valor primero y principal, el máximo beneficio y máximo poder económico y para conseguir ambos se hace lo que sea necesario.


TLC y biopiratería


Por: Fran Araujo

Supongamos que una familia ha usado determinada planta durante siglos para tratar una enfermedad, luchar contra las plagas, en ceremonias religiosas o simplemente por su delicioso sabor. Siempre ha compartido sus conocimientos sobre esta planta con otros miembros de su comunidad. Un día se entera de que alguien se ha apoderado de su planta o tal vez de la sustancia química que le da valor mediante la obtención de una patente. En el futuro, esta familia no podrá comercializar la planta ni sus productos en ningún país que acepte la patente. Esa familia ha sido víctima de un acto de biopiratería.

No se trata del argumento de una película en la que un temido villano intenta hacerse con el control de mundo; recoger una planta de un huerto familiar de Ecuador fue suficiente para que la International Plant Medicine Corporation, con sede en Estados Unidos, obtuviera una patente de variedad vegetal de una planta sagrada de la Amazonía: la ayahuasca.

sábado, septiembre 11, 2004

La semilla patentada

Transnacionales de la biotecnología convierten en delito lo que ha venido haciendo la especie humana desde la invención de la agricultura

A seis meses de prisión y a pagar una multa fue sentenciado un agricultor de Navarra, España, por multiplicar y vender a otros productores semillas de trigo y cebada patentadas.

Es una de las primeras condenas de este tipo que ocurre en España. A partir de octubre, este "delito" será perseguido de oficio por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Con esta sentencia, los agricultores de España, y muy pronto, de todos los países donde las transnacionales de la biotecnología se han apoderado de toda la cadena alimenticia, están siendo informados de lo que les depara el futuro: estar condenados a la quiebra o a depender de por vida a estas "corporaciones del hambre".


miércoles, septiembre 08, 2004

Soya transgénica en Bolivia

Nueva solicitud pretende arrastrar a la producción transgénica en Bolivia

La liberalización de transgénicos y específicamente de soya, cuyo primer paso es la autorización de pruebas de campo, constituye una decisión trascendental no sólo para la agricultura soyera de Santa Cruz, que podría perder mercados emergentes para el país y competitividad si la soya boliviana es identificada como transgénica, sino para todos los habitantes de Bolivia quienes consumen este producto o alguno de sus derivados de amplio uso industrial.

Productos como el aceite y la lecitina de soya llegan a todo el país, ya que como ejemplo, la lecitina de soya, se utiliza en panificación y confitería, para que los ingredientes no se separen, contribuyendo a la textura del producto, en coberturas de chocolate y productos farmacéuticos, en usos medicinales y dietéticos por su contenido fosfórico y ausencia de grasas saturadas, en margarinas, como agente antisalpicante y estabilizador, en levaduras y alcoholes, como antiespumante y como estabilizante en emulsiones como salsas y otros productos como leche en polvo, aditivos para la leche, etc. La fuente primaria de la lecitina como ingrediente comercial es el proceso de fabricación de aceite de soya. La lecitina tiene funciones esenciales en las células animales, de las cuales forma parte. Las industrias nacionales (IOL-“Aceite Rico”) producen lecitina de soya para el mercado nacional así como para exportación a partir de la soya producida en Santa Cruz. Las principales fábricas de alimentos del país utilizan de manera creciente el producto nacional, así como también las industrias de productos ecológicos.

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Algodón transgénico en Costa Rica

OPOSICION AL ALGODON TRANSGENICO EN COSTA RICA

Los sectores responsables de realizar la aprobación del algodón Transgénico no han evaluado a profundidad cuales serían los eventuales riesgos o impactos sobre el ambiente y la salud humana de desconocer la secuencia genética del cultivo transgénico en cuestión. Al no conocer la secuencia genética de dicho algodón se desconocen los sitios de inserción genética y el número de copias (constructo transgénicos) insertas en la cadena del ADN de este cultivo transgénico. Por lo tanto, las diferentes partes del constructo transgenético (vector, promotor, marcador y gen de interés) pueden suprimir o potenciar diversas expresiones genotípicas y fenotípicas de dicho algodón, incluyendo el ADN silencioso o ADN basura estipulado por el Dogma Central de la ingeniería genética (Watson y Crack 1954).

Lo anterior puede tener como resultado que el organismo transgénico en cuestión al entrar en interacción con el ecosistema de la biorregión donde opera la empresa D & PL Semillas Ltda, empiece a tener comportamientos fisiológicos no esperados y pueda producir una serie de metabolitos primarios o secundarios que tengan impactos negativos sobre los ecosistemas aledaños y sobre la salud de las personas que tengan una interacción directa o indirecta con dicho algodón transgénico. Debe quedar claro que hasta que no se conozca a profundidad la secuencia genética de dicho cultivo así como los sitios de inserción genética, el número de copias insertas y la estabilidad genética del cultivo ante las condiciones físicas, biológicas y climáticas donde se desea cultivar. Aprobar dicho cultivo no solo es una decisión que hace burla del principio precautorio, sino que demuestra la profunda deficiencia de elementos técnicos y científicos con que la Comisión Nacional de Bioseguridad realiza las evaluaciones de riesgo y otorga permisos para la introducción de organismos genéticamente modificados al país cuyo ADN presenta alteraciones que no han estado en interacción ante los procesos evolutivos de la región y por lo tanto el comportamiento fisiológico de Estos organismos representan una verdadera amenaza a la bioseguridad nacional.

martes, septiembre 07, 2004

Transgénicos en República Dominicana

República Dominicana: Transgénicos , al margen de la ley

El país está obligado a fijar una posición sobre organismos genéticamente modificados, que pueden haber entrado en productos procesados

Por Daryelin Torres / El Caribe
Domingo 5 de septiembre del 2004


Biotecnólogas procesan aceite de soya, grano del cual también se fabrican harinas, proteínas y concentrados. ( AGP/Via Bloomberg News )