martes, abril 12, 2005

Viruela



Dr. Lee Jong-wook, Director General
Organización Mundial de la Salud
Avenue Appia 20
1211 Ginebra 27
Suiza

De:
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por correo electrónico o fax

Estimado Dr. Lee:

La Organización Mundial de la Salud (OMS) es reconocida globalmente, con justa razón, por la erradicación de la viruela. Durante más de 25 años, ningún ser humano ha muerto o se ha desfigurado por dicho flagelo. No obstante, las declaraciones de victoria respecto de la viruela son prematuras, en tanto que más de 550 muestras del virus permanezcan en laboratorios en Estados Unidos y Rusia. En 2005, la OMS está en mora de acopiar la voluntad política para terminar la tarea de erradicación de viruela asegurándose que todas las reservas del virus sean destruidas cuanto antes.

Desafortunadamente, en los últimos años la OMS se ha movido en la dirección opuesta. En 2002, se distanció de fijar una fecha firme para la destrucción de las últimas reservas del virus y les permitió a EE.UU. y Rusia comenzar un programa de investigación que les permitirá efectivamente retener muestras de manera indefinida. Más aún, órgano deliberante de la OMS, la Asamblea Mundial de la Salud (AMS), está al borde de dar un paso enorme atrás que sentará un precedente peligroso y aumentará aún más la amenaza a la humanidad de esta enfermedad supuestamente erradicada.

En su próxima reunión de mayo, la AMS considerará las recomendaciones del Comité Asesor de la OMS, dominado por un grupo muy reducido países. Estas recomendaciones, de ser adoptadas, permitirán la creación de viruela genéticamente modificada, la inserción de genes de viruela en otros poxvirus y la distribución ilimitada de segmentos de ADN de viruela.

De ser adoptadas, esas recomendaciones representarían una seria amenaza contra la salud pública internacional, ya que incrementarían las probabilidades de una liberación accidental o deliberada de este devastador virus. Adicionalmente, los experimentos que se permitirían abrirían la puerta a manipulaciones aún más peligrosas del virus variólico. En efecto, las recomendaciones amenazan socavar la salud pública, la bioseguridad y la proliferación de armas biológicas.

Yo insto vivamente a la Asamblea Mundial de la Salud a rechazar las recomendaciones del Comité Asesor y, en cambio a:

* Prohibir la ingeniería genética en viruela, la inserción de genes de viruela en otros poxvirus, y cualquier otra distribución de material genético de viruela para propósitos que no sean de diagnóstico;

* Fijar una fecha firme e irrevocable, dentro de los próximos dos años, para la destrucción de todas las reservas remanentes de virus variólico (incluyendo las quimeras virales o híbridos de otros poxvirus);

* En el período anterior a la destrucción, asegura que el Comité Asesor de la OMS en Investigaciones sobre el Virus Variólico y sus asesores cuenten con balance regional y que el Comité y sus grupos subsidiarios lleven a cabo sus labores de supervisión de manera plenamente transparente y responsable.

En su calidad de Director General de la OMS, usted puede influenciar el curso de estas trascendentales decisiones asegurándose que la AMS lleve a cabo una discusión abierta y detallada de las recomendaciones, que incluya una revisión minuciosa del conjunto total de consecuencias que éstas suponen. También le solicito que ponga mis comentarios -y los de otros ciudadanos y organizaciones no gubernamentales- a disposición de todos los delegados asistentes a la Asamblea Mundial de la Salud.

Si la Asamblea Mundial de la Salud fracasa en cambiar el curso y tomar los pasos arriba señalados, podría deshacer uno de los logros más grandes de cooperación multilateral en el campo de salud y, con ello, socavar su propia credibilidad frente a la gente a nivel mundial.

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