Informe de RALLT sobre transgenicos en America Latina 2010
Tomado del Boletin RALLT #406
América Latina a más del gravísimo problema de la soja transgénica que cubre ya un territorio de casi 50 millones de hectáreas, se cierne el peligro del cultivo del maíz transgénicos. Las nuevas variedades contienen más de un solo transgen (genes apilados), por lo que se tratan de maíz con resistencia a uno o dos herbicidas y con varias toxinas Bt. Cada uno de estos genes tienen su propio casete de expresión, que incluyen promotores, marcadores y otras secuencias génicas que no son evaluadas por ningún sistema regulatorio. Un cultivo puede tener hasta 8 genes apilados.
En algunos países como Argentina ya hay unas dos millones de hectáreas sembradas. En Brasil se produce cada año más de 17 millones de toneladas de maíz, de los cuales al menos el 53% sería transgénico, a lo que habría que sumar la incontrolable contaminación genética ocasionada por las mínimas distancias entre el maíz convencional y el transgénicos, recomendadas por la CNTBio para prevenir la contaminación. Al momento hay disponibles en Brasil 136 cultivadores transgénicos disponibles en el mercado (y 362 convencionales). Sin embargo, en julio el Tribunal de Justicia Ambiental de la Justicia Federal de Paraná anuló el lanzamiento comercial del maíz Liberty Link de Bayer por no contar con un plan de monitoreo post-cosecha.
Brasil es el tercer exportador de productos agrícolas a nivel mundial, luego de Estados Unidos y la Unión Europea, y ocupa el primer lugar en la producción y exportación de café, azúcar, jugo concentrado congelado de naranja; el número dos de soja, carne, tabaco, y aves de corral, y es un importante productor y exportador de maíz, carne de cerdo y algodón.
Según un análisis de la USDA, Estados Unidos y Brasil comparten muchos intereses en materia de biotecnología agrícola y agrocombustibles, particularmente etanol.
En Uruguay el Consejo de Ministros autorizó los maíces MON 89788 y A2704-12, así como la multiplicación de semilla del evento apilado MON 89788x MON 87701. Casi 80% de las 1,2 millones de hectáreas ocupadas por la agricultura en Uruguay están sembradas con soja y maíz, de los cuales, la totalidad de la soja y al menos el 80% del maíz son transgénicos.
En Paraguay, hay tres millones de soya RR, y se anuncia la introducción de maíz transgénico, lo que ha suscitado la oposición de muchos sectores sociales. A mediados de agosto el Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y Semillas (SENAVE) del gobierno paraguayo inició una serie de medidas de ejecución y la destrucción de cultivos ilegales de maíz transgénico que habían ingresado de manera ilícita de Brasil. La primera acción tuvo lugar en una propiedad en el estado de Alto Paraná, donde destruyeron 44 hectáreas de maíz transgénico propiedad de un agricultor "brasiguayan", 90 Km de la capital Ciudad del Este. Maíz, que estaba en el punto de cosecha, fue aplastado por completo con el fin de frustrar su uso como semilla. La variedad destruida tenía genes Bt y RR.
En Colombia y Honduras ya se siembra maíz transgénico desde hace algunos años.
México es el segundo mayor socio comercial en el área de la agricultura de Estados Unidos, país con el que mantienen un comercio bilateral de igual a más de $ 20 mil millones, porque éste ha sido completamente liberalizado en el marco del Tratado de Libre Comercio, firmado en 1994 y se apliquen plenamente desde enero de 2008. A través de este tratado ha entrado a México el maíz transgénico, contaminando el maíz nativo y amenazando a la agricultura campesina.
En este contexto, Monsanto Co., Pioneer Hi-Bred y Dow AgroSciences completaron recientemente experimentos pequeños y controlados con cultivos transgénicos en el norte de México y están solicitando autorización al gobierno para entrar en una etapa "pre-comercial" que podría expandir el área de cultivos de 14 hectáreas a poco más de 200 hectáreas. Los experimentos comenzaron en octubre, cuando se levantó una moratoria de 11 años sobre el maíz genéticamente modificado. Hay además otros pedidos pendientes.
Otros cultivos transgénicos presentes en México son el algodón, la alfalfa y la soya transgénicas, que cubren un área de 100.000 hectáreas.
Uno de los acontecimientos que más conmovió a la región fue el terremoto que azotó a Haití a inicios del año,
Aprovechándose de esta catástrofe, la empresa Monsanto "regaló" más de 400 toneladas de semillas de maíz a Haití, junto con los fertilizantes y pesticidas que forman parte del paquete tecnológico. La empresa contó con el apoyo del Ministerio de Agricultura (USDA)y de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), dentro de un programa llamado el Proyecto Winner (vencedor en inglés).
Existe además fuertes presiones para introducir cultivos transgénicos en otros países. Así, en el 2010 se desplegó una campaña de promoción de los cultivos transgénicos en varios países de América Latina, como Honduras, Ecuador, Guatemala, El Salvador y Belice donde participaron científicos pro-transgénicos para crear un ambiente como Wayne Parrot, con el apoyo de Estados Unidos, quien en el pasado ha estado además en otros países promocionando los cultivos transgénicos como Chile, Perú, Argentina, Paraguay, entre otros.
Y el resultado de esta campaña es que a fin de año se anunció que en Bolivia el Gobierno habría cedido en sus posiciones ideológicas que rechazan el uso de transgénicos en la producción de alimentos, y abrió la posibilidad de negociar un acuerdo con los productores agropecuarios del departamento de Santa Cruz, pues la ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Antonia Rodríguez, abrió este viernes la posibilidad de aceptar el pedido de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) de la utilización de transgénicos, como el maíz y la soya.
De la misma manera en Ecuador se discute un reglamento de bioseguridad que abriría la puerta a los transgénicos, a pesar de la prohibición explícita existente es su constitución recientemente aprobada por consulta nacional.
América Latina a más del gravísimo problema de la soja transgénica que cubre ya un territorio de casi 50 millones de hectáreas, se cierne el peligro del cultivo del maíz transgénicos. Las nuevas variedades contienen más de un solo transgen (genes apilados), por lo que se tratan de maíz con resistencia a uno o dos herbicidas y con varias toxinas Bt. Cada uno de estos genes tienen su propio casete de expresión, que incluyen promotores, marcadores y otras secuencias génicas que no son evaluadas por ningún sistema regulatorio. Un cultivo puede tener hasta 8 genes apilados.
En algunos países como Argentina ya hay unas dos millones de hectáreas sembradas. En Brasil se produce cada año más de 17 millones de toneladas de maíz, de los cuales al menos el 53% sería transgénico, a lo que habría que sumar la incontrolable contaminación genética ocasionada por las mínimas distancias entre el maíz convencional y el transgénicos, recomendadas por la CNTBio para prevenir la contaminación. Al momento hay disponibles en Brasil 136 cultivadores transgénicos disponibles en el mercado (y 362 convencionales). Sin embargo, en julio el Tribunal de Justicia Ambiental de la Justicia Federal de Paraná anuló el lanzamiento comercial del maíz Liberty Link de Bayer por no contar con un plan de monitoreo post-cosecha.
Brasil es el tercer exportador de productos agrícolas a nivel mundial, luego de Estados Unidos y la Unión Europea, y ocupa el primer lugar en la producción y exportación de café, azúcar, jugo concentrado congelado de naranja; el número dos de soja, carne, tabaco, y aves de corral, y es un importante productor y exportador de maíz, carne de cerdo y algodón.
Según un análisis de la USDA, Estados Unidos y Brasil comparten muchos intereses en materia de biotecnología agrícola y agrocombustibles, particularmente etanol.
En Uruguay el Consejo de Ministros autorizó los maíces MON 89788 y A2704-12, así como la multiplicación de semilla del evento apilado MON 89788x MON 87701. Casi 80% de las 1,2 millones de hectáreas ocupadas por la agricultura en Uruguay están sembradas con soja y maíz, de los cuales, la totalidad de la soja y al menos el 80% del maíz son transgénicos.
En Paraguay, hay tres millones de soya RR, y se anuncia la introducción de maíz transgénico, lo que ha suscitado la oposición de muchos sectores sociales. A mediados de agosto el Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y Semillas (SENAVE) del gobierno paraguayo inició una serie de medidas de ejecución y la destrucción de cultivos ilegales de maíz transgénico que habían ingresado de manera ilícita de Brasil. La primera acción tuvo lugar en una propiedad en el estado de Alto Paraná, donde destruyeron 44 hectáreas de maíz transgénico propiedad de un agricultor "brasiguayan", 90 Km de la capital Ciudad del Este. Maíz, que estaba en el punto de cosecha, fue aplastado por completo con el fin de frustrar su uso como semilla. La variedad destruida tenía genes Bt y RR.
En Colombia y Honduras ya se siembra maíz transgénico desde hace algunos años.
México es el segundo mayor socio comercial en el área de la agricultura de Estados Unidos, país con el que mantienen un comercio bilateral de igual a más de $ 20 mil millones, porque éste ha sido completamente liberalizado en el marco del Tratado de Libre Comercio, firmado en 1994 y se apliquen plenamente desde enero de 2008. A través de este tratado ha entrado a México el maíz transgénico, contaminando el maíz nativo y amenazando a la agricultura campesina.
En este contexto, Monsanto Co., Pioneer Hi-Bred y Dow AgroSciences completaron recientemente experimentos pequeños y controlados con cultivos transgénicos en el norte de México y están solicitando autorización al gobierno para entrar en una etapa "pre-comercial" que podría expandir el área de cultivos de 14 hectáreas a poco más de 200 hectáreas. Los experimentos comenzaron en octubre, cuando se levantó una moratoria de 11 años sobre el maíz genéticamente modificado. Hay además otros pedidos pendientes.
Otros cultivos transgénicos presentes en México son el algodón, la alfalfa y la soya transgénicas, que cubren un área de 100.000 hectáreas.
Uno de los acontecimientos que más conmovió a la región fue el terremoto que azotó a Haití a inicios del año,
Aprovechándose de esta catástrofe, la empresa Monsanto "regaló" más de 400 toneladas de semillas de maíz a Haití, junto con los fertilizantes y pesticidas que forman parte del paquete tecnológico. La empresa contó con el apoyo del Ministerio de Agricultura (USDA)y de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), dentro de un programa llamado el Proyecto Winner (vencedor en inglés).
Existe además fuertes presiones para introducir cultivos transgénicos en otros países. Así, en el 2010 se desplegó una campaña de promoción de los cultivos transgénicos en varios países de América Latina, como Honduras, Ecuador, Guatemala, El Salvador y Belice donde participaron científicos pro-transgénicos para crear un ambiente como Wayne Parrot, con el apoyo de Estados Unidos, quien en el pasado ha estado además en otros países promocionando los cultivos transgénicos como Chile, Perú, Argentina, Paraguay, entre otros.
Y el resultado de esta campaña es que a fin de año se anunció que en Bolivia el Gobierno habría cedido en sus posiciones ideológicas que rechazan el uso de transgénicos en la producción de alimentos, y abrió la posibilidad de negociar un acuerdo con los productores agropecuarios del departamento de Santa Cruz, pues la ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Antonia Rodríguez, abrió este viernes la posibilidad de aceptar el pedido de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) de la utilización de transgénicos, como el maíz y la soya.
De la misma manera en Ecuador se discute un reglamento de bioseguridad que abriría la puerta a los transgénicos, a pesar de la prohibición explícita existente es su constitución recientemente aprobada por consulta nacional.
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