miércoles, agosto 31, 2005

Arboles

(LES ENVIO ESTE ARTICULO TOMADO DEL MAS RECIENTE
BOLETIN DEL MOVIMIENTO MUNDIAL POR LOS BOSQUES
TROPICALES)


Los árboles transgénicos y sus amenazas para la salud

Por Anne Peterman

Aunque prácticamente no se los ha estudiado, los riesgos para la salud humana asociados con las plantaciones de árboles transgénicos son importantes y legitiman aun más el reclamo de una prohibición mundial de árboles producto de la ingeniería genética.

Los riesgos sanitarios pueden dividirse en las siguientes categorías: exposición a productos químicos peligrosos (como el herbicida RoundUp) que se aplican a las plantaciones; efectos nocivos de la inhalación de polen de árboles que producen la toxina bacterial Bt; riesgos asociados con el consumo de frutas de árboles transgénicos; riesgos de la Utilización de marcadores con resistencia a antibióticos en la producción de árboles transgénicos.

Los dos rasgos de los árboles producto de la ingeniería genética que están más cerca de ser utilizados comercialmente son también los dos rasgos cuyos efectos sobre la salud pueden resultar más peligrosos: la tolerancia a herbicidas y la resistencia a insectos.

Los árboles se modifican genéticamente para que puedan resistir aplicaciones de RoundUp, el herbicida de Monsanto. En agricultura, el uso de los cultivos llamados "RoundUp Ready" ("prontos para el RoundUp") ha llevado al aumento desmedido del uso del herbicida, del orden de 300 a 600%. Mientras que la mayoría de los estudios sobre los impactos de este herbicida se han centrado en su ingrediente activo, el glifosato, otros estudios científicos han demostrado que los ingredientes adicionales del RoundUp lo convierten en un producto el doble de tóxico que el glifosato solo.

El Instituto de la Ciencia en la Sociedad (Institute of Science in Society) informó en julio de este año que "un estudio epidemiológico de las poblaciones agrícolas de Ontario demostró que la exposición al glifosato prácticamente duplica el riesgo de abortos espontáneos en embarazos avanzados". El informe continúa diciendo que diversos estudios recientes "sugieren una relación entre el uso de glifosato y el riesgo de contraer tipos de cáncer como el linfoma no Hodgkins... y el mieloma múltiple".

El RoundUp ha demostrado que persiste en el medio ambiente hasta 360 días en algunos ecosistemas; a su vez, es común encontrarlo como contaminante en los ríos. Con todo esto surge la inquietud acerca de la salud de las personas o animales silvestres que vivan cerca de futuras plantaciones de árboles RoundUp Ready. Pero los riesgos planteados por la inhalación del herbicida son incluso más graves. Numerosos estudios han demostrado que la inhalación del RoundUp es mucho más peligrosa que la ingestión oral. Se prevé que las plantaciones de árboles transgénicos RoundUp Ready serían sometidas a fumigaciones aéreas con RoundUp, el cual se esparcería a las comunidades cercanas, que por lo tanto sufrirían graves consecuencias sanitarias.

También se están manipulando genéticamente árboles para que produzcan la toxina bacterial Bt en cada una de sus células y de ese modo puedan matar insectos. El Dr. Terje Traavik, de Noruega, informa que en la isla de Mindanao, Filipinas, un poblado entero cercano a maizales transgénicos presentó "reacciones respiratorias, intestinales y dérmicas, así como fiebre" durante el período de polinización de las plantas de maíz. En la sangre de estas personas se encontraron anticuerpos que indican una reacción inmunológica al polen del maíz Bt. Cuando las personas abandonaron el lugar sus síntomas disminuyeron, pero al regresar al poblado los problemas también regresaron.

La modificación genética de los árboles para que produzcan la toxina Bt podría ser sumamente peligrosa. Los pinos, por ejemplo, se destacan por tener una polinización muy abundante. Se sabe también que su polen puede trasladarse cientos de kilómetros. Las plantaciones de pinos que producen polen Bt podrían, así, provocar brotes generalizados de enfermedades.

El Dr. Traavik informa además que estudios científicos han identificado la toxina Bt como "agente activador, que aumenta la susceptibilidad de la persona a otros alergenos e inmunogenos". Traavik se pregunta si este hecho puede tener relación con el increíble aumento de personas con síntomas de alergia que se ha visto en los últimos años en los países donde se consumen alimentos transgénicos. Otra preocupación surge de estudios en animales de los efectos de la toxina Bt, que demuestran que ésta permanece activa en los mamíferos que la han ingerido y que de hecho podría adherirse a los intestinos y provocar "importantes perturbaciones estructurales y crecimiento intestinal".

Otros problemas relativos a las reacciones alérgicas ocasionadas por los árboles transgénicos derivan del consumo de las frutas de dichos árboles. En Hawaii y Tailandia, por ejemplo, hay árboles transgénicos de papaya para resistir al devastador virus de la mancha anular. Sin embargo, según un estudio publicado en BioMed Central Structure Biology, esas papayas transgénicas contienen una proteína de cubierta del virus de la mancha anular que incluye una cadena de aminoácidos idéntica a la de un alergeno conocido. En la Isla Grande de Hawaii las papayas transgénicas han contaminado más del 50% de los árboles de papaya silvestres y orgánicos, por lo que la gente no tiene forma de saber si la papaya que están comiendo está contaminada con este alergeno potencial.

El último problema sanitario que se tratará en este artículo es el riesgo que plantea la utilización de marcadores con resistencia a antibióticos para identificar las plantas modificadas genéticamente. En ingeniería genética se introducen marcadores con resistencia a antibióticos en el material genético que luego se insertará en el organismo que se quiere modificar. Esto permite a los científicos determinar fácilmente, mediante la aplicación de antibióticos, si el material genético se incorporó al organismo con éxito. La supervivencia del organismo significa que contiene el material genético con el marcador resistente al antibiótico.

La Asociación Médica Británica (BMA, por British Medical Association) declaró en un informe de noviembre de 2002 que "Existe un alto riesgo de que los marcadores con resistencia a antibióticos se incorporen a la cadena alimentaria, posiblemente dentro de organismos patógenos causantes de enfermedades humanas". Los médicos ya se enfrentan a las dificultades que plantea la aparición de virus contagiosos resistentes a los antibióticos. La utilización de marcadores con resistencia a antibióticos en ingeniería genética amenaza con exacerbar esta situación que ya es peligrosa. La BMA continúa declarando que "el uso de marcadores con resistencia a antibióticos en los alimentos genéticamente modificados es un riesgo absolutamente inaceptable... y por lo tanto creemos que la utilización de marcadores con resistencia a antibióticos en los OGM [Organismos Genéticamente Modificados] debe prohibirse de inmediato".

La aplastante declaración de la Asociación Médica Británica, que podría aplicarse a todos los riesgos de los árboles OGM antes mencionados, concluye diciendo: "Creemos que es esencial llevar a cabo evaluaciones de riesgo más amplias, en las que se incluyan las interacciones entre los transgénicos y los efectos a largo plazo sobre la salud y el medio ambiente, antes de que se siga avanzando con los ensayos a campo".


Anne Petermann es del Global Justice Ecology Project,
correo electrónico:
globalecology@gmavt.net,
http://www.globaljusticeecology.org/
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WORLD RAINFOREST MOVEMENT
MOVIMIENTO MUNDIAL POR LOS BOSQUES

Secretariado Internacional
Maldonado 1858, Montevideo, Uruguay
Correo electrónico: wrm@wrm.org.uy
Página web: http://www.wrm.org.uy
Editor: Ricardo Carrere

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martes, agosto 30, 2005

Manantlán

El zorro en el gallinero: Monsanto en Manantlán

Silvia Ribeiro*

Desde hace más de dos años, la multinacional Monsanto tiene acceso directo y privilegiado al conocimiento y al germoplasma (semillas) de teocintle -pariente silvestre del maíz-, gracias a investigadores públicos mexicanos que se lo brindan directamente desde un lugar único: la sierra de Manantlán, Jalisco, donde los científicos encontraron, a finales de la década de 1970, una especie de teocintle, el Zea diploperennis, que es endémica del lugar, lo que por su importancia fue argumento para declarar en 1987 a esta zona como reserva de la biosfera.

Si bien los científicos lo "encontraron" y catalogaron en 1979, los campesinos indígenas sabían de su existencia algunos miles de años antes y gracias a su trabajo colectivo de adaptación y cuidado del teocintle crearon un cultivo con la enorme riqueza y versatilidad del maíz.

México se considera "centro de origen del maíz" precisamente porque aquí convive el maíz con sus parientes silvestres, los diferentes tipos de teocintle, situación que sólo se da en Mesoamérica, que incluye a nuestro país. Se han realizado muchas investigaciones científicas sobre la relación fundamental entre maíz y teocintle y, más recientemente, sobre las amenazas que representa la introducción de maíz transgénico para estas especies. Uno de los riesgos que se mencionan es que, a diferencia del maíz, el teocintle es capaz de reproducirse sin intervención humana, por lo que al cruzarse con el maíz podría adquirir características transgénicas, por ejemplo insecticidas, y afectar a más elementos de la biodiversidad.

En este contexto sorprende que investigadores del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur) de la Universidad de Guadalajara hayan aceptado que Monsanto, principal trasnacional de los transgénicos en el mundo, "financie" en este centro universitario estudios sobre el teocintle, entregándole en forma sistematizada información única en el mundo sobre el maíz y el teocintle.

El encargado de este proyecto es Roberto Miranda Medrano, jefe del Departamento de Producción Agrícola de la mencionada institución. Junto con otros investigadores, como José de Jesús Sánchez González y Francisco Javier Cárdenas Flores, ha recogido muestras de maíz y teocintle para estudiar su hibridación (cruza de maíz y teocintle) en otras zonas de Jalisco, como por ejemplo El Grullo, Ejutla, San Miguel y San Lorenzo.

Existe además otro proyecto de recolección de muestras de maíz y teocintle de todo México, donde participan, además de los mencionados, Manuel Ruiz Corral y Juan Manuel Hernández Casillas, investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias.

Según los proyectos que presentaron estos investigadores en la Semana de la Investigación Científica del CUCSur, en noviembre de 2004, se recolectan semillas en Chihuahua, Colima, Durango, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, estado de México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla y Chiapas.

Los resultados que se esperan del proyecto incluyen "formar un grupo de trabajo con experiencia en recursos genéticos del género Zea" (denominación que incluye al teocintle y al maíz), "para estudiar y proteger el teocintle mexicano", así como "brindar a la comunidad científica una base de datos... de información geográfica, tipos de teocintle y tipos de maíz, con sus localidades de colecta, requerimientos climáticos, áreas potenciales para inventarios de semillas".

Sin embargo, los auténticos cuidadores y conocedores del teocintle, las comunidades nahuas, habitantes originarios del lugar y creadores del maíz, rechazan esta clase de proyectos como biopiratería, y así lo asentaron en la declaración del Congreso Nacional Indígena-Región Centro Pacífico, reunido en Ayotitlán, Jalisco, a fines de 2003.

Gaudencio Mancilla Roblada, representante general del Consejo de Mayores de la comunidad indígena de Ayotitlán en la sierra de Manantlán, declaró que "las investigaciones que se están haciendo tienen alarmada a la propia comunidad. Queremos seguir protegiendo nuestras semillas" (Christian Chávez, Semanario Costeño, Autlán, 14/5/04).

¿A qué ética responde dar la espalda a los indígenas y entregar el conocimiento y la creación campesina, junto a la investigación pública, a Monsanto, voraz multinacional que junto a un par más de su estilo es la principal responsable de la contaminación transgénica del maíz campesino en México?

Octavio Paredes López, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, que defendió a nombre de la institución que preside la ley Monsanto (mal llamada de bioseguridad), declaró en las conclusiones del Foro Regional sobre Ciencia y Tecnología, realizado en San Luis Potosí recientemente, que "México puede destacar en el desarrollo de ciencia y tecnología y es necesario inclusive buscar acuerdos internacionales para la formación de investigadores y apoyo a las investigaciones conjuntas"... Y para más claridad agregó: "con Estados Unidos podemos alcanzar acuerdos no sólo de libre comercio, sino también científicos y tecnológicos" (José Galán, La Jornada, 25/8/05).

O sea, México puede no solamente arruinar a sus propios productores de maíz con el TLCAN, sino también brindar a las multinacionales el conocimiento académico financiado por todos, entregando en bandeja de plata los conocimientos de sus ancestros sobre el cultivo, junto a muchos otros recursos naturales y culturales. Paradójicamente el mismo foro declara que "la ciencia y tecnología son temas de seguridad nacional". ¿Será que el maíz no es elemento central de la soberanía de México?

* Investigadora del Grupo ETC

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viernes, agosto 26, 2005

Biotec en Argentina

216-2-2

La “sojización” extrema de la Argentina amenaza en principio con dos catástrofes a la nación: una ambiental y otra social. No puede dejar de advertirse una tercera posible en el plano económico, si al constituirse la soja en un monocultivo, por alguna razón los principales compradores de nuestra producción -China y la UE- dejaran de hacerlo.

Estado y Economía: Algunos Aspectos Relacionados a la Biotecnología Transgénica en la Argentina y sus Efectos Sociales

Problemática Económica

El modelo de producción agropecuaria como parte del modelo económico nacional

216-2-1

El análisis del desarrollo de la producción agropecuaria hacia el modelo de monocultivo de soja transgénica forrajera en que ha devenido la producción agraria argentina, debe enmarcarse en la evolución -más apropiadamente involución- del modelo económico nacional, desde uno de capitalismo industrial autosuficiente, con escaso o nulo endeudamiento externo, soberano, centrado en el mercado interno, con alta movilidad social, con alto nivel de distribución del ingreso, pleno empleo, satisfacción casi plena de las demandas de la población y de alta inclusión social, vigente entre 1945 a 1975 -y que de alguna manera perdurara hasta 1989- y su reemplazo por un retorno al modelo colonial de exportación de commodities -anteriormente llamado modelo agroexportador: “Argentina Granero del mundo”- vigente con otras formas entre 1862 y 1943, constituido a partir de la sumisión de la nación argentina en la globalización británica luego de las derrotas nacionales de Caseros y Pavón en la segunda mitad del siglo XIX.

A diferencia de entonces que exportábamos granos y carne, hoy exportamos granos -principalmente forrajeros-, petróleo crudo, gas natural, energía eléctrica y caramelos. Para poder exportar petróleo y gas, la Argentina que a través de décadas de trabajo serio de YPF y Gas del Estado había logrado el autoabastecimiento energético, pero no era un país superavitario en energía, debió detener primero y destruir luego su desarrollo industrial, siderúrgico, ferroviario, militar y naval, mediante la política de devastación nacional llevada adelante en dos etapas: primero en la época de la dictadura militar a través de su ministro de Economía, José A. Martínez de Hoz y luego por el gobierno de Menem entre 1989 a 1999.

Esta transformación macroeconómica, que ya ha costado enormes daños a la nación y que la devolviera a su estado colonial anterior a 1945, implica la política de dejar de pensar la producción y la actividad económica nacional desde el mercado interno, de interpretar el desarrollo nacional a partir de las necesidades de su pueblo y del país, para volver a generar un desarrollo desde y hacia afuera (modelo de factoría), es decir el motor de la producción no es la satisfacción de nuestras demandas y necesidades, sino las que reporta o necesita el mercado mundial, las que nos fijan los dueños del mercado mundial. Es así que dejamos de ser una nación y hemos retornado al estado de factoría neocolonial.

De no haber sido por la rebelión popular de diciembre de 2001, la Argentina se encaminaba, por vía de esta política de sumisión al capital financiero internacional, hacia la dolarización, la entrega de territorio por deuda (en función de la vieja apetencia norteamericana sobre la Patagonia y la Antártida Argentina) junto a la represión militar y policial a los pobres y hambrientos, es decir el inicio real de la disolución física de la nación. Una vez más en nuestra historia el pueblo salvó la nación.

Es en esta perspectiva en que el monocultivo de soja transgénica debe ser abordado como un emergente de la transformación neocolonial de la Argentina y no como causa de la misma. Si bien la expansión aparentemente incontrolable del monocultivo de soja transgénica forrajera es un grave problema que está afectando nuestra economía, la misma podría ser reemplazada por otro commoditie que ocupara su mismo rol, como materia de producción ‘nacional’ únicamente para las necesidades del mercado mundial.

jueves, agosto 25, 2005

Field tests

New Study Reveals Thousands of Field Tests of Genetically Engineered Crops Across U.S.

From: Environment Maine

Date: Thursday, August 18, 2005

PORTLAND- More than 47,000 field tests of genetically engineered crops were authorized by the U.S. Department of Agriculture between 1987 and 2004 despite serious environmental threats and inadequate regulations in place to monitor their impacts, according to a new report released today by Environment Maine Research & Policy Center and Maine Organic Farmers and Gardeners Association (MOFGA). Three hundred seventy-five of these tests were conducted in Maine, mostly for genetically engineered potatoes.

Both the National Academy of Sciences and the General Accounting Office have criticized the USDA for inadequate oversight and expertise in authorizing the release of genetically engineered crops.

Nevertheless, this new study reveals substantial increases in 2003 and 2004 of testing of crops engineered to produce pharmaceutical and industrial chemicals, as well as of many new crops never before released.

? The report, Raising Risk: Field Testing of Genetically Engineered Crops in the U.S., highlights potential risks associated with the release of genetically engineered plants. The results of large scale field trials conducted over many years were just published in the March 2005 Proceedings of the Royal Society demonstrating adverse effects on wildlife, but experiments conducted in the United States continue to be piecemeal and short term. Scientists have criticized research in this country as deliberately designed to hide any harm.

Coincidentally, this report is released on the heels of three Maine towns, Kennebunk, Brooklin and Kennebunkport considering opposition to genetically engineered organisms. Kennebunk selectmen rejected a petition from citizens to place a ban on genetically engineered organisms, Brooklin citizens voted in favor of a non-enforceable measure to declare their town a GE Free Zone, and Kennebunkport is considering a measure identical to Brooklin.

³Our environment is being used as a laboratory for widespread experimentation on genetically engineered organisms with profound risks that, once released, can never be recalled,² said Environment Maine Advocate Matthew Davis. ³Bt corn plants have been found to be toxic to monarch butterflies and other non-target species. Until proper safeguards are in place, this unchecked experiment should stop.²

Findings of the new Environment Maine Research & Policy Center report include:

? As of January 2005, the fourteen states and territories that have hosted the greatest number of field test sites are: Hawaii (5,413), Illinois (5,092), Iowa (4,659), Puerto Rico (3,483), California (1,964), Nebraska (1,960), Pennsylvania (1,707), Minnesota (1,701), Texas (1,494), Indiana (1,489), Idaho (1,272), Wisconsin (1,246), Georgia (1,051), and Mississippi (1,008).

? Since 1991, USDA has received 240 requests for 418 field releases of crops engineered to produce pharmaceuticals, industrial chemicals, or other so-called biopharmaceuticals; the number of requested field releases of ³biopharm² crops increased from 22 in 2003 to 55 in 2004.

? Nearly 70% of all field tests conducted in the last year now contain secret genes classified as ³Confidential Business Information,² which means that the public has no access to information about experiments being conducted in their communities.

? The ten crops authorized for the greatest number of field releases are corn, soybean, cotton, potato, tomato, wheat, creeping bentgrass, alfalfa, beet, and rice. Potatoes have had 143 field releases in Maine .

? USDA authorized field tests on several crops for the first time in 2003 and 2004, including American chestnut, American elm, avocado, banana, eucalyptus, marigold, safflower, sorghum, and sugarbeet.

? These experimental genetically engineered crops are grown in the open environment to test the outcome and environmental impact of certain gene combinations. The groups charged that field testing genetically engineered crops in such a widespread way poses serious threats to the environment and neighboring farmers.

³For over a decade, MOFGA has called for the preparation of an Environmental Impact Statement under the National Environmental Policy Act prior to any field testing or field release of GE plants or other organisms. We're still waiting,² said Sharon Tisher, Chair of the MOFGA Public Policy Committee. ³Not only the distinguished National Academy of Sciences, but also the staff of the U.S. Department of the Interior, have raised serious questions about the risk of GE crops and animals becoming harmful invasive species. Also, GE crops that present a risk of genetic contamination of organic crops are a direct economic threat to certified organic farms.²

A major goal of the field tests is to obtain information about potential ecological risks associated with genetically engineered organisms. However, independent reviews of the data collected by the USDA demonstrate that very little information has been gathered. As a result, despite the large number of field experiments that have occurred, fundamental questions about their impact remain unanswered, including long-term impacts on the soil and non-target species.

³The evidence continues to mount that the U.S. regulatory system is based on the principle of Odon¹t look, don¹t find,¹² said Davis. ³Conducting field tests that are poorly designed is taking large risks without any benefits.²

Environment Maine Research & Policy Center and MOFGA called for a federal moratorium on genetically engineered foods unless: * Independent testing demonstrates safety, * Labeling for any products commercialized honors consumers¹ right to know, and * The biotechnology corporations are held accountable for any harm resulting from the products.

Environment Maine Research & Policy Center researches problems, proposes policy solutions and educates the public about clean air, clean water and open spaces.

MOFGA¹s mission is to help farmers and gardeners grow organic food, to protect the environment, and to recycle natural resources; to increase local food production, to support rural communities, and to encourage sustainable farm economies; and to illuminate for consumers the connections between healthful food, environmentally sound farming practices, and vital local economies.




15 August 2005,
His Excellency,
José Maurício Bustani,
Brazilian Embassy,
32 Green Street,
London,
W1K 7AT

Dear Sir,

I am writing on behalf of the Independent Science Panel (ISP) to urge the Brazilian government to stop growing GM soya and indeed, any other GM crop, in Brazil. The soya in Brazil is intended for the European, Chinese and other markets, mainly as animal feed. But there is stiff consumer opposition in Europe and growing rejection around the world on account of serious concerns over the safety of GM food and feed.

The ISP, launched 10 May 2003 at a public conference in London, UK, consists of dozens of prominent scientists from 11 countries spanning the disciplines of agroecology, agronomy, biomathematics, botany, chemical medicine, ecology, epidemiology, histopathology, microbial ecology, molecular genetics, nutritional biochemistry, physiology, toxicology and virology ( http://www.indsp.org/ISPMembers.php ).

As their contribution to the global GM debate, the ISP reviewed the evidence on the hazards and problems of GM crops as well as the proven successes of sustainable agriculture, and published its report in June 2003 [1].

The key findings of the ISP report on GM crops are as follows:

  • Regulations over the releases of GM crops and products have been highly inadequate.

  • There has not been a single credible independent scientific study showing that GM food and feed are safe to eat.

  • Few feeding studies have been carried out, but existing evidence raises serious doubts over the safety of the transgenic process itself.

  • GM varieties are unstable; and this may enhance the horizontal spread of transgenes, with the potential to create new viruses and bacteria that cause diseases, and to disrupt gene function in animal and human cells.

  • Many GM crops contain gene products known to be harmful: Bt proteins incorporated into a wide range of GM crops to control insect pests are known to be strong immunogens and allergens.

  • Herbicide tolerant GM crops - accounting for 75% of all GM crops worldwide - are tied to the broad-spectrum herbicides glyphosate and glufosinate ammonium , and will likely increase their use. Both herbicides are systemic metabolic poisons linked to spontaneous abortions, birth defects and other toxicities for human beings and laboratory animals, and also harmful to wild life and beneficial organisms in the soil.

  • GM crops have resulted in no benefits to the environment. There has been no reduction in the use of pesticides, while herbicide tolerant weeds and volunteers have emerged, and highly toxic herbicides have had to be brought back in use.

lunes, agosto 22, 2005

Nano

Controversial Nanotechnology Starting to Be Employed in GE Crop Experiments

GM plants use carbon nanofibres Azonano.com, August 15, 2005
http://www.azonano.com [see alternative url at end]

Researchers are developing new techniques that use nanoparticles for smuggling foreign DNA into cells.

For example, at Oak Ridge National Laboratory, the US Department of Energy lab that played a major role in the production of enriched uranium for the Manhattan Project, researchers have hit upon a nano-technique for injecting DNA into millions of cells at once. Millions of carbon nanofibres are grown sticking out of a silicon chip with strands of synthetic DNA attached to the nanofibres. Living cells are then thrown against and pierced by the fibres, injecting the DNA into the cells in the process.

Its like throwing a bunch of baseballs against a bed of nails...We literally throw the cells onto the fibers, and then smash the cells into the chip to further poke the fibers into the cell. - Timothy McKnight, engineer, Oak Ridge Laboratory Once injected, the synthetic DNA expresses new proteins and new traits. Oak Ridge has entered into collaboration with the Institute of Paper Science and Technology in a project aimed to use this technique for genetic manipulation of loblolly pine, the primary source of pulpwood for the paper industry in the USA.

Unlike existing genetic engineering methods, the technique developed by Oak Ridge scientists does not pass modified traits on to further generations because, in theory, the DNA remains attached to the carbon nanofibre, unable to integrate into the plants own genome. The implication is that it would be possible to reprogram cells for one time only. According to Oak Ridge scientists, this relieves concerns about gene flow associated with genetically modified plants, where genes are transferred between unrelated organisms or are removed or rearranged within a species.

If the new technique enables researchers to selectively switch on or off a key trait such as fertility, will seed corporations use the tiny terminators to prevent farmers from saving and re-using harvested seed - compelling them to return to the commercial seed market every year to obtain the activated genetic trait they need?

This approach also raises a number of safety questions: what if the nanofibres were ingested by wildlife or humans as food? What are the ecological impacts if the nanofibres enter the cells of other organisms and cause them to express new proteins? Where will the nanofibres go when the plant decomposes in the soil?

Carbon nanofibres have been compared to asbestos fibres because they have similar shapes. Initial toxicity studies on some carbon nanofibres have demonstrated inflammation of cells. A study by NASA found inflammation in the lungs to be more severe than in cases of silicosis, though Nobel laureate Richard Smalley, Chairman of Carbon Nanotechnologies Inc. gives little weight to these concerns: We are confident there will prove out to be no health hazards but this [toxicology] work continues.

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Flujo de Genes en Arroz Cultivado

Flujo de Genes en Arroz Cultivado

Por RALLT *

Aunque hasta el momento no se han aprobado de manera oficial ninguna variedad GM de arroz, se está trabajando con varios tipos de arroz GM, por ejemplo, para que expresen altas cantidades de beta caroteno (vitamina A), una mayor resistencia a proteínas, resistencia a enfermedades o insectos


Flujo de Genes en Arroz Cultivado: Consecuencias Ecológicas

Aunque hasta el momento no se han aprobado de manera oficial ninguna variedad GM de arroz, se está trabajando con varios tipos de arroz GM, por ejemplo, para que expresen altas cantidades de beta caroteno (vitamina A), una mayor resistencia a proteínas, resistencia a enfermedades o insectos, con tolerancia a la salinidad.
Algunas de estas variedades han sido liberadas en el ambiente para evaluarlas. Dada su importancia comercial, se especula que su liberación comercial podría ser inevitable, lo que ha generado preocupación a nivel mundial, incluyendo los potenciales riesgos ecológicos asociados con el escape de transgenes.

Si los transgenes se escapan y se introducen en parientes silvestres, algunos de los cuales son malezas, los transgenes pueden persistir y diseminarse a través de estas malezas o poblaciones silvestres a través de mecanismos de propagación sexual o asexual.

Transgenes responsables de dar al arroz resistencia a limitantes bióticas o abióticas (como enfermedades, resistencia a insectos, sequías, salinidad o resistencia a un herbicida), puede significar incrementar significativamente que las malezas desarrollen una la extraordinaria capacidad ecológica de sobrevivir en condiciones que les son adversas. El resultado puede ser que tengamos malas hierbas tan agresivas que no puedan controlarse, y estas pueden esparcirse con mucha facilidad en distintos ecosistemas con consecuencias impredecibles.

215-2-1

Por otro lado, si los transgenes sobreviven en poblaciones silvestres de arroz, la rápida diseminación de los híbridos transgénicos individuales (o la progenie) pueden cambiar a las poblaciones silvestres originarias de arroz. En algunos casos, la agresiva dispersión de los híbridos transgénicos producirá poblaciones mejor adaptada, lo que puede conducir a la extinción de poblaciones silvestres a nivel local. Podría además desplazar a variedades criollas de arroz, menos adaptadas que las poblaciones híbridas transgénicas.

El conocimiento de que existe la posibilidad de transferencia de genes desde las variedades cultivadas de arroz hacia sus parientes silvestres, puede ayudar a predecir la magnitud de las consecuencias ecológicas y los potenciales riesgos del escape de transgenes.

Algunos especies silvestres que pueden intercambiar genes con el arroz, y producir descendencia fértil incluye el género Oryza (Poaceae). Este género incluye al arroz asiático Oryza sativa y al arroz africano O. Glaberrima, y unas 20 especies silvestre.
Entre los parientes silvestres cercanos, algunos como O.rufipogon ,O. nivara ,O. longistaminata y O. glumaepatula son comunes en campos de arroz de Asia, África y América. El arroz silvestre o arroz rojo Oryza spontanea) es una maleza frecuente en los campos de arroz. Algunas variedades son altamente compatibles el arroz cultivado. Su descendencia híbrida (F1) puede formar cromosomas completos que se aparean en la meiosis y producen cantidades altas y sexualmente viables de polen. El flujo de genes desde el arroz hacia el arroz rojo es el primer paso y el que desencadena los siguientes riesgos potenciales.

Dos experimentos fueron llevados a cabo en Kyongsan, Corea del Sur y en la Provincia Hunan de la China, para estudiar el flujo de genes del arroz hacia sus parientes silvestres. Mediante dos tipos de diseños experimentales, se representó los distintos parientes silvestres presentes en Asia, y se establecieron diferentes poblaciones para examinar el flujo de genes.

Se midió el flujo de genes del arroz usando una variedad transgénica (Nam29/TR18, como la donadora de genes) con el gen bar de resistencia herbicidas, y 13 accesiones de arroz silvestre que son malezas en Asia y América. El parcela experimental fue diseñado completamente al azar, donde el arroz Nam29/TR18 fue plantado y mezclado con las 13 accesiones de arroz silvestre en cada bloque. En cada bloque había 8 tipos de arroz silvestre. Los brotes generadas de distintas plantas fueron aspergeadas con el herbicida Basta, cuando estas tenían entre 3 y 4 hojas. Esto se hizo para identificar los híbridos entre el arroz Nam29/TR18 y los arroces silvestres. Las plántulas sobrevivientes fueron consideradas híbridos con resistencia al herbicida Basta. Estas fueron expuesta a un PCR para detectar el gen bar que le confiere la resistencia al herbicida, y confirmar de esa manera si es un híbrido.
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El flujo de genes fue estimado por medio de calcular el número de híbridos vs. el número total de plántulas germinadas. La frecuencia promedio de las plántulas de arroz silvestres con resistencia al herbicida fue bajo, y varió en los distintos bloques, pero no hubo diferencias significativas entre los bloques. Los resultados experimentales demuestran que la taza detectable de flujo de genes con resistencia a herbicidas desde el arroz GM a variedades de arroz silvestre que son malezas fue entre 0.011~0.046% (entre el 11 y el 46 por mil).

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El flujo de genes desde arroz cultivado de manera perenne fue medido usando la variedad de arroz Minghui-63 y la especie silvestre O. rufipogon (como recipiente de polen). Estas fueron plantadas en diferentes modelos experimentales para permitir el cruzamiento. Se usó un marcado molecular para identificar los híbridos entre el arroz cultivado y O. rufipogon. Se detectó una hibridación interespecífica de entre 1.21~2.94% en diferentes modelos (cerca del 3%), aunque algunos factores como la humedad y la velocidad y dirección del viento puede afectar significativamente el flujo de genes.

Una de las principales preocupaciones es que los transgenes de arroz GM se escapen a sus relativos silvestres en ecosistemas agrícolas, lo que puede aumentar sus capacidad adaptativa de las malezas y otros parientes silvestres del arroz. Estas super malezas pueden invadir los cultivos de arroz y convertirse en un problema serio.
Aunque se obtuvieron distintas frecuencias en los bloques experimentales, en este estudio se comprobó que es posible que tal flujo ocurra. El flujo de genes de la variedad cultivada Minghui-63 a la variedad silvestre O. rufipogon produjeron frecuencias bastante significativas en términos de escape de trangenes si las variedades de arroz GM se siembra junto con las variedades silvestres de arroz.

El flujo de genes de la línea de arroz GM Nam29/TR18 hacia las varias accesiones de arroz silvestre son bajas en la primera generación, cuando están presentes de manera simultánea en un campo de arroz. Sin embargo, el flujo de genes en poblaciones grandes pueden ser más significativas que las observadas en este experimento. De hecho, el arroz se cruza fácilmente con el arroz rojo y producen híbridos fértiles. Además cuando los arroces silvestres están presentes en los campos de arroz de manera consistente, el número de híbridos resultantes del flujo de genes se pueden acumular e incrementar a través de las generaciones. Si el arroz GM se libera en el ambiente donde las malezas son abundantes, la transferencia de transgenes puede esparcirse y acumulares en esas poblaciones de malezas.

Esto puede significar un problema para el control de las melazas y para la producción de arroz. La liberación de arroz GM puede incrementar la capacidad de una población en transformarse en malezas, y pueden resistir distintos tipos de control. www.EcoPortal.net

El informe completo (en ingles ) se puede encontrar en ISB News Report, USA, by Bao-Rong Lu http://www.isb.vt.edu/news/2004/news04.may.html

* Red Por Una America Latina Libre De Transgenicos

viernes, agosto 19, 2005

Animales


La manipulación genética de organismos vivos más conocida y combatida es la transgenia vegetal, los ya clásicos cultivos supuestamente resistentes a plagas, herbicidas ..... con finalidades “beneficiosas” y que según las corporaciones agroindustriales (Monsanto, Bayer, Syngenta, Pionner ....) llevaran a la humanidad a la felicidad y a la salud.

Pero hay una trangenia tanto o más inquietante que la vegetal: la transgenia animal. La transgenia animal ha estado, al menos hasta ahora, muy unida a la industria biofarmacéutica y se ha beneficiado del tabú i de la intocabilidad de todo lo vinculado a la medicina y al complejo tecnomédico. Un animal transgénico es lo mismo que un vegetal transgénico, un organismo al que se le ha añadido una parte de un genoma extraño, de un animal o de un vegetal. En la transgenia animal las contradicciones se agudizan al tratarse de vida sensible, especialmente cuando se habla de mamíferos transgénicos, más cercanos a nosotros (¿para cuando la transgenia humana? ....).

Las caras de la contaminación


El 9 de agosto se publicó en una revista científica un informe de varios funcionarios del gobierno que reporta no haber encontrado contaminación en el maíz campesino en una parte de la sierra Juárez de Oaxaca, en los años 2003 y 2004. Pese a lo limitado de la zona parecerían buenas noticias, pero el informe provoca muchos cuestionamientos, y por otra parte las conclusiones son altamente discutibles

Lo peor, sin embargo, no son las fallas del informe, sino el uso que está haciendo la industria biotecnológica, la cual afirma que la contaminación nunca existió, o que si existiera, sería fácilmente manejable. El ejemplo más burdo, por lo simplista, son las declaraciones inmediatas de José Enrique Tron, de la Cámara Nacional del Maíz Industrializado, según las cuales, "este estudio allana el camino para la siembra comercial de maíz transgénico en México."

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jueves, agosto 18, 2005

Syngenta and our food

Syngenta ­ a step closer to "owning" our food

Media Release, 11. August 2005
http://www.swissaid.ch/news/e/documents/pm_reisgenom_110805_e.pdf

Zurich, 11 August 2005 - Biotech company Syngenta has taken a huge step closer to "owning" seeds in the future, by filing 15 global patent applications on several thousand gene sequences from rice and other highly important crop plants (1). This would mean, in practice, that the company would be able to determine price, access, research and re-use of seeds in the future. On a meeting with non-governmental organisations (NGOs) this week (2), Syngenta refused to drop its so-called 'megagenomic' patents.

"With these patents Syngenta is claiming the work of breeders and farmers from the past centuries as the company¹s own invention. The attempt to monopolise thousands of gene sequences from most important crop plants in one rush is nothing less than a theft of common goods," says Tina Goethe from Swissaid. "Not to the mention the fact that these patents could block future research to a large extent."

According to Syngenta patent experts, the company will claim all gene sequences that could be of commercial interest, thus trying really to get most of the 15 patent applications granted. By claiming the genetic information of rice, the company aims to monopolise also all similar gene sequences in any other useful plants, enabling Syngenta and other companies to determine prices and access to all kinds of seeds (3). The company is also trying to patent the use of the plants in food and animal feed. The only commitment Syngenta was able to give in the meeting was not to follow this kind of patents in least developed countries "These patents must never be granted. If the company follows its claims, they should expect public protests and legal actions against it. Politicians should initiate a legal framework to stop companies such as Syngenta, Monsanto, DuPont and Bayer to gain control on genetic resources," says Francois Meienberg from Berne Declaration.

The meeting with Syngenta also revealed that the interest of the company in the controversial project of genetically engineered 'Golden Rice' was primarily lead by commercial reasons. As the company engaged with the project Syngenta presented Golden Rice as the most effective solution to malnutrition in developing countries as it is enhanced with Vitamin A-related substances.

In his e-mail sent to NGOs before the meeting, Adrian Dubock, head of Biotechnology ventures in
Syngenta, states: "Syngenta's original commercial interest (discontinued for now, but not necessarily for ever) was for sales in the industrialised countries of nutritionally enhanced crops, included, but not limited to rice." According to Dubock, the patent on the GE rice will not be dropped because "Our shareholders wouldn't thank us if we had forgone that possibility." Yet the company claims there are no commercial interests in this technology at the moment.

"This statement clearly shows a commercial background of this so-called humanitarian project. It didn¹t mean to help people in developing countries: the primary goal was to benefit shareholders.

The whole project is based on a concept of misleading the public," concluded Greenpeace International campaigner Christoph Then.

Contacts:

Christoph Then, Greenpeace International, Tel + 49 171 8780832
www.greenpeace.org

François Meienberg, Berne Declaration, +41 1 277 70 04, www.evb.ch Tina Goethe, Swissaid, +41-31-350 5375; www.swissaid.ch Ruth Tippe "No Patents On Life!", +49 1728963858, www.keinpatent.de Notes:
(1) As the German NGO "No Patents On Life!" shows in its recent research. According to Syngenta, some patent applications will be dropped for technical or economical reasons but they will try to have most of them granted in at least the United States and Europe.

(2) Participating NGOs: Berne Declaration (Switzerland), Swissaid
(Switzerland), the German
NGO "No Patents on Life" and Greenpeace. The meeting was organised after the NGOs had made public already four of the 15 patent applications during the AGM of Syngenta in April 2005. (add link to our report and IPR from April on our homepage)

(3) Gene sequences in many crops are very similar. With these patents Syngenta claims for any genes with the same structure in any plants. More about the patents on www.evb.ch/index.cfm?folder_id=129 http://www.swissaid.ch/news/e/news.htm


Dr. Mae-Wan Ho told the People's Health Assembly that GM is proving bad for health because it goes against the grain of the new genetics science

A GMO or genetically modified organism is one whose natural genetic material has been modified by having synthetic genetic material inserted into it. That is how we have GM crops grown for food and feed, for fibre and for a range of pharmaceuticals and industrial products in the latest offering, if we don't manage to stop it.

Maybe you have heard the mantra from certain scientists that GM food is perfectly safe because the technology is so very precise and wonderful and the regulation the strictest in the world; that GM is good for biodiversity, increases yield, reduces pesticide use, and so on. All of the claims have been falsified, with data collected by the US Department of Agriculture and by independent scientists .

So what's wrong with GMOs?

First, new genes and combinations of genes made in the laboratory, which have never existed in billions of years of evolution, are being introduced into our food chain.

Allergies and other toxicities come to mind. In fact, 22 out of 33 proteins incorporated into GM crops were found to have similarities to known allergens, and are therefore suspected allergens.

The synthetic genetic material are introduced into the cells of organisms with invasive methods that are uncontrollable, unreliable and unpredictable, and far from precise.

It ends up damaging the natural genetic material of the organism with many unpredictable, unintended effects, including gross abnormalities that you can see, and metabolic changes that may be toxic that you can't see.

Many foreign synthetic genes are copies of those from bacteria and viruses that cause diseases.
They also contain antibiotic resistance marker genes to help track the movements of the foreign gene inserts and select for cells that have taken up the foreign genes.

Right from the beginning, in the mid1970s, geneticists themselves have worried that releasing those synthetic genetic material runs the risk of creating new viruses and bacteria that cause diseases, and spreading antibiotic resistance to make infections untreatable. As the result of the Asilomar Declaration, a moratorium was imposed. Unfortunately, the moratorium was short-lived, as geneticists were in a hurry for commercial exploitation of genetic engineering.

The dangers arise because the genetic material persists long after the cells or organism is dead, and can be taken up by bacteria and viruses that are in all environments

This process - called horizontal gene transfer and recombination - is the main route to creating dangerous pathogens.

Genetic engineering is nothing if not greatly enhanced horizontal gene transfer and recombination, and nasty surprises have already been sprung.

Researchers in Australia ‘accidentally' transformed a harmless mousepox virus into a lethal pathogen that killed all the mice, even those that were supposed to be resistant to the virus. Headlines in the New Scientist editorial: “The Genie is out, Biotech has just sprung a nasty surprise. Next time, it could be catastrophic.”

lunes, agosto 15, 2005

Respuestas sobre maíz transgénico


De acuerdo a Peter Rosset (Ph D en Biología), hay una serie de problemas metodológicos en un estudio recientemente publicado por la revista National Academy of Sciences, en la que se afirma que no se ha encontrado contaminación genética en las Sierras de Juarez, Oxaca México

Entre estos problemas, Rosset destaca:

1. se exagera el verdadero número de muestras independientes (desde el punto de vista estadístico)
2. usaron un umbral conservador (de baja resolución), que empresas comerciales que evalúan OGM (como Genetic ID) usan porque quiere evitar tener falsos positivos y enfrentar casos de responsabilidad civil
3. se hizo un muestreo de una región geográfica muy pequeña, cuando en otros estudios se encontró contaminación genética en áreas mucho màs grandes

En Asia


En este boletín compartimos en este boletín, algunas noticias sobre Asia: Bayer engaña en sus experimentos con “comida envenenada” genéticamente modificada y al final del día una acción directa comandada por Greenpeace; ¿Se está convirtiendo Asia en un “basurero” de la biotecnología?; Consumidores rechazan alimentos transgénicos en China

domingo, agosto 14, 2005

Nuevo estudio

Grupo ETC
Boletín de Prensa
Jueves 11 de agosto de 2005
www.etcgroup.org

Los defensores de la biotecnología industrial están usando un nuevo estudio científico -que no encontró evidencias de contaminación de maíz transgénico en un área de un estado de México (Oaxaca)- para afirmar que el maíz nativo nunca estuvo amenazado y que si lo estuvo alguna vez, la contaminación se evaporó milagrosamente. Un representante de los agronegocios en México declaró incluso que "con este estudio se allana el camino para poder iniciar las siembras comerciales de maíz genéticamente modificado" (1)

Según Silvia Ribeiro, del Grupo ETC en México "No sorprende que la industria use los resultados del estudio para servir sus propios intereses -como "prueba" de que la contaminación ya no existe y que se deberían extender los cultivos transgénicos a todas partes, incluso en los centros de origen. Las comunidades indígenas y campesinas están completamente en desacuerdo con esa interpretación que hace la industria para justificar sus cultivos contaminantes."

Según las comunidades campesinas de Oaxaca, los nuevos hallazgos tampoco son sorprendentes. Baldemar Mendoza, de UNOSJO (Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca), quien vive en la región a la que se refiere el estudio, dijo: "Nosotros analizamos muestras de 3 de las 18 comunidades que menciona el reporte (San Juan Evangelista Analco, Ixtlán y Santa María Jaltianguis) y nuestros resultados también fueron negativos en esas tres comunidades." Señala además que el área geográfica muestreada por el nuevo estudio es un área pequeña y que las 18 comunidades son forestales, lo que significa que su actividad principal no es cultivar maíz. Mendoza también señala que "el nuevo estudio no habla de ninguna otra parte de México donde se ha encontrado contaminación pero algunos medios ya están asegurando falsamente que 'no hay contaminación en todo el estado de Oaxaca o incluso en todo el sur de México.'"

Alto riesgoGranos de alto riesgoGranos de alto riesgo

Granos de alto riesgo

Granos de alto riesgo


Por Rafael Evangelista


Fuente: Biodiversidad en América Latina


Activistas e investigadores piden un debate público y cautela con las biohaciendas. La contaminación puede afectar la seguridad alimentaria

Dicen que cuando un barco se está hundiendo las ratas son las primeras en abandonar la embarcación. No se puede decir que ellas “abandonaron el barco”, pues muchas todavía esperan obtener ganancias con la tecnología, pero la distancia y la cautela que las grandes corporaciones han intentado mantener de las biohaciendas es una señal de que ni siquiera éstas se sienten muy seguras con la llamada “nueva era de la biotecnología”. Las biohaciendas (o la práctica del “biopharming”, en inglés) son los campos de prueba de organismos transgénicos capaces de producir medicamentos.

En marzo y abril de este año, las biohaciendas pusieron en lados opuestos a Anheuser-Busch, empresa que produce la cerveza Budweiser, y a Ventria Biosciences, que testea variedades transgénicas de arroz capaces de producir proteína humana para ser utilizada en medicamentos. La disputa comenzó cuando Ventria anunció su intención de plantar 200 acres de su arroz transgénico en el estado de Missouri, en EEUU, tradicional productor de arroz. Luego de una intensa presión de los agricultores de la región y de gigantes como Anheuser-Busch y Grocery Manufacturers of America – asociación de tiendas al por menor que representa US$ 500 billones anuales – la empresa de biotecnología desistió de Missouri. Anheuser-Busch, entonces, retiró su amenaza de boicot al arroz proveniente de ese estado.

Ventria, sin embargo, reaccionó rápidamente y dirigió sus esfuerzos hacia otro estado, Carolina del Norte. El pasado día 30, ésta obtuvo autorización legal del Ministerio de Agricultura de EEUU (USDA, sus siglas en inglés) para la plantación de 270 acres (aproximadamente mil km2) de su arroz capaz de producir lactoferrina e lisozima, proteínas normalmente producidas en la leche materna y en secreciones como la lágrima. Cada gramo de esas proteínas usadas en remedios contra la diarrea y la deshidratación, llega a costar USD 30 mil. Con el arroz transgénico, Ventria espera reducir el costo de producción de esas sustancias.

Drogas en la cadena alimenticia

Agricultores y activistas temen la contaminación de plantaciones tradicionales con las variedades transgénicas, sea vía polinización cruzada o por el extravío de semillas durante el transporte. Además de eso, ambientalistas afirman que no hay estudios suficientes sobre el efecto de esas sustancias en el ecosistema. Se sabe muy poco sobre cómo ese arroz puede afectar, por ejemplo, a los pájaros que se alimenten de él o al suelo en el que será plantado.

El Institute of Science in Society (I-SIS), se basa en los trabajos de Joe Cummins, profesor de la Universidad Western Ontario de Canada, para afirmar que hay evidencias de riesgos potenciales de enfermedades pulmonares derivadas de la ingestión de ese arroz. “El gran peligro es que esas proteínas transgénicas son apenas aproximaciones de las proteínas naturales”, afirma Mae-Wan Ho, directora del I-SIS.

La Union of Concernid Scientistis (UCS) llegó a demandar, en el auge de la crisis entre Ventria y Anheuser-Busch, que las autorizaciones para la plantación de áreas de prueba a cielo abierto fuesen analizadas con mucha calma, pues ese tipo de tecnología involucraría cuestiones ambientales, de comercio y de seguridad alimentaria que precisan ser resueltas de forma pública. “UCS recomienda que las plantaciones de uso farmacéutico sean discutidas en un proceso científico riguroso, involucrando al público y especialistas no ligados a los intereses de la industria”, afirmó en un comunicado público.

Pruebas secretas….

Sin embargo, la transparencia no es el punto fuerte del Ministerio de Agricultura de EEUU y tampoco de las grandes empresas. Respondiendo al cuestionamiento realizado ante la justicia por la organización Earthjustice, el ministerio y las empresas fueron obligados a revelar la localización de diversas biohaciendas situadas en Hawai. Diversas organizaciones afirman que los estados políticamente más débiles de EEUU, como Hawai y Puerto Rico, son usados como campos de prueba de la industria de la biotecnología. Las empresas y el Ministerio se negaban a revelar la localización de esos campos alegando temer actos de vandalismo de los ambientalistas y actos de espionaje industrial.

El último día 29, EEUU autorizó a la empresa Mera Pharmaceuticals a realizar, en Hawai, pruebas con una variedad de algas transgénicas capaces de producir varios tipos de anticuerpos humanos e inmunoglobulina. Los ambientalistas afirman que los fotobiorreactores a cielo abierto donde las experiencias serán realizadas son vulnerables a daños causados por tempestades, pudiendo contaminar el medio ambiente marino.

El caso más famoso de contaminación causada por las biohaciendas fue el de una variedad de maíz producida por la empresa ProdiGene. Ese maíz transgénico contenía una proteína destinada a combatir diarrea en cerdos, a quienes era destinado el producto. Pero fueron contaminadas las haciendas vecinas y las plantaciones tuvieron que ser destruidas, ya que el producto no estaba aprobado ni para consumo animal, ni para el consumo humano. En otro caso, que involucró a la misma empresa, residuos de un maíz transgénico que produciría una sustancia para el combate a la diabetes contaminaron cultivos de soja. Las plantaciones también tuvieron que ser destruidas. Al final, la empresa tuvo que pagar USD 3 millones como reparación de los daños y para evitar procesos judiciales.

http://ortiga.org/

Fuentes:

http://www.i-sis.org.uk/MPTNB.php

http://www.i-sis.org.uk/PICGA.php

http://tinyurl.com/7v9uf

http://www.organicconsumers.org/ge/rice040405.cfm

http://www.ucsusa.org/food_and_environment/biotechnology/page.cfm?pageID=1376

http://starbulletin.com/2004/08/09/editorial/editorials.html

http://www.planetark.com/dailynewsstory.cfm/newsid/18935/story.htm

(Traducción: Maite Llanos)

Publicado em Planeta Porto Alegre


jueves, agosto 04, 2005

Hazards of Frankenfoods

Scrambling and Gambling with the Genome

By Jeffrey M. Smith, author of Seeds of Deception
Spilling the Beans, July 2005

"With genetic engineering, transferring genes from one species' DNA to another is just like taking a page out of one book and putting it between the pages of another book." This popular analogy is used often by advocates of genetically modified (GM) food. The words on the page are made up of the four letters, or molecules, of the genetic code, which line up in "base pairs" along the DNA. The inserted page represents a gene, whose code produces one or more proteins. The book is made up of chapters, which represent chromosomes�large sections of DNA.

The analogy makes the process of genetic engineering appear to be as simple and precise as inserting a new page. A groundbreaking report, however, shreds the book analogy. Genome Scrambling ­ Myth or Reality?, written by three scientists at the UK-based Econexus, reveals that the process of genetic engineering results in widespread mutations� within the inserted gene, near its insertion, and in hundreds or thousands of locations throughout the genome� and that these are overlooked by many scientists and regulators. [1] The report is an extensive review of research that overturns the central arguments by biotech advocates �that the technology is precise, predictable, and safe, and that current studies are adequate. On the contrary, it demonstrates that GM crops represent a significant gamble to public health and the environment (see http://www.econexus.info/ ).

Gene Insertion Methods Create Mutations, Fragments, and Multiple Copies

There are two popular methods for creating GM crops; both create mutations. The first method uses Agrobacterium�bacteria that contain circular pieces of DNA called plasmids. One section of this plasmid is designed to create tumors. Under normal conditions, Agrobacterium infects a plant by inserting that tumor-creating portion into the plant's DNA. Genetic engineers, however, replace the tumor-creating section of the plasmid with one or more genes. They then use the altered Agrobacterium to infect a plant's DNA with those foreign genes.

The second method of gene insertion uses a gene gun. Scientists coat thousands of particles of tungsten or gold with gene sequences and then shoot these into thousands of plant cells. Years ago, the sequences that were shot into cells usually included both the genes that were intended for transfer (gene cassette) as well as extraneous DNA from the plasmid used in the creation and propagation of the cassettes in bacteria. This is true for most GM foods currently on the market. These days, many scientists take the added step of eliminating the extraneous, mostly bacterial DNA and coat the particles just with the cassette.

With both methods of gene insertion, scientists speculate that the process triggers a wound response in the plant cell, which helps its DNA integrate the foreign gene. With the gene gun technique, only a few cells out of thousands incorporate the foreign gene.

According to the book analogy, a single, intact, foreign page (gene) is inserted. That's the intention. In reality, most transformed DNA end up with multiple copies of the foreign gene, incomplete genes and/or gene fragments. Sections of the inserted genes are commonly changed, rearranged, or deleted during the insertion process. In addition, extraneous pieces of plasmid DNA sometimes end up interspersed within and around the inserted gene or scattered throughout the genome.

Nano México

México: abre el gobierno la puerta a los experimentos con nanotecnología

Roberto González Amador

Sin una discusión pública previa, el gobierno del presidente Vicente Fox Quesada abrió la puerta para que el país participe en experimentos de nanotecnología y biotecnología con Estados Unidos y Canadá. Se trata de áreas dominadas principalmente por la industria bélica estadunidense, que abarcan desde las patentes médicas a la producción artificial de alimentos, y en las que México sólo puede ofrecer sus habitantes y riqueza biológica a una industria dominada por un pequeño grupo de empresas trasnacionales. Los productos obtenidos por esta tecnología son considerados por expertos como "de alto riesgo", tanto para la salud humana como para el medio ambiente.

La puerta quedó abierta con un pequeño párrafo incluido en la llamada Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN), un "acuerdo ejecutivo" entre México, Estados Unidos y Canadá, países integrados al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Como el paquete de medidas del ASPAN no tiene carácter de convenio internacional, las acciones entraron en vigor el mes pasado sin el engorroso trámite de pasar por la aprobación del Congreso.

En el Reporte a los líderes de los tres países, fechado en junio de 2005, hay un capítulo titulado "Bienes de manufactura y competitividad regional". La última de las "iniciativas" de ese apartado establece que los tres países acuerdan: "Explorar oportunidades para colaborar en otras áreas clave como biotecnología, nanotecnología, cadenas de distribución y logística administrativa, productos forestales, Pymes (pequeñas y medianas empresas), materiales de construcción, etiquetado de fibras, cadena de proveedores de vegetales, y en un acercamiento a los mercados emergentes".

Este, como el conjunto de acuerdos incluidos en el ASPAN, entró en vigor desde junio pasado, una vez que se celebró en Ottawa, Canadá, una reunión ministerial entre representantes de los tres países, a la que asistieron por México los secretarios de Gobernación, Carlos Abascal, y de Economía, Fernando Canales. Esta batería de acuerdos había sido presentada tres meses antes en una cumbre trinacional, celebrada en Waco, Texas, entre los presidentes George Bush, de Estados Unidos; Vicente Fox, de México; y el primer ministro de Canadá, Paul Martin.

"Es terrible" que el gobierno mexicano haya establecido compromisos con sus similares de Canadá y en especial de Estados Unidos en áreas como nanotecnología y biotecnología, explica la especialista Silvia Ribeiro, investigadora del Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración (ETC), con sede en Ottawa. "Más terrible es mencionar biotecnología y nanotecnología en el contexto de seguridad -como es la ASPAN. ¿De qué se trata? ¿Armas biológicas? Las fuerzas armadas de Estados Unidos, ejército y marina sobre todo, tienen la mayor cantidad de patentes nanotecnológicas en el mundo; de hecho la nanotecnología comenzó su desarrollo como tecnología de aplicaciones bélicas", explicó la especialista.

La nanotecnología abarca un conjunto de técnicas usadas para manipular la materia en la escala de átomos y moléculas. Es, de acuerdo con un manual publicado por ETC, la ola tecnológica más alta, amplia y poderosa que nunca el mundo había visto antes. "La turbulencia que vendrá con esta ola tecnológica impactará profundamente a la sociedad, especialmente a las comunidades pobres y marginadas", indica el manual. "Las manipulaciones de nano escala ofrecen un potencial inimaginable para lograr un monopolio sin precedentes de los elementos y procesos fundamentales para la creación de la vida y los recursos naturales. Las tecnologías de nano escala surgen en un contexto en el cual se convertirán sin duda en la estrategia para el control corporativo de la manufactura industrial, la alimentación, la agricultura y la salud en el siglo XXI".

"Nano" es una medida. A diferencia de biotecnología, donde la palabra misma explica que la vida (bios) es manipulada por el arte humano (techne), "nanotecnología" indica solamente el tamaño del arte. Un nanómetro mide una mil millonésima parte de un metro. Los ojos más jóvenes y sanos no pueden ver cosas más pequeñas que un milímetro y un nanómetro es un millón de veces más pequeño que eso. Las materias primas de la nanotecnología son los elementos de la tabla periódica a partir de los cuales se constituye todo, incluyendo la madera, el caucho, el acero y el ADN.
Poder hacer manipulaciones precisas en la nanoescala abre un mundo de posibles aplicaciones que cruza todos los sectores de la economía. De acuerdo con ETC, se pueden fabricar computadoras más pequeñas y veloces, los medicamentos pueden alcanzar los órganos del cuerpo de manera más total y pueden dirigirse a células específicas y los materiales -por ejemplo para la construcción de armas- pueden ser más fuertes, ligeros e "inteligentes".

Silvia Ribeiro dijo a este diario que en un sentido más general "es alarmante casi cada uno de los tópicos a que se comprometió el gobierno" del presidente Fox con los de Estados Unidos y Canadá en el marco de la ASPAN. Ello, porque la forma en que fue adoptado este acuerdo significa dar un impulso, por ejemplo, a los transgénicos (alimentos modificados genéticamente), como a diversas aplicaciones de la nanotecnología, "un tema que no tiene prácticamente ninguna discusión social en México y una tecnología con altos niveles de riesgo, tanto a nivel de la salud y medio ambiente".

La especialista llamó la atención sobre otro punto de los citados en el párrafo del ASPAN sobre intercambio en biotecnología y nanotecnología. Se trata de la parte en que se hace mención a las "cadenas de distribución de vegetales", sobre todo, dijo, a la luz de los nuevos contratos entre megaempresas de distribución (supermercados como WalMart) directamente con campesinos que para poder cumplir con las condiciones que demandan tales cadenas reciben préstamos del Banco Mundial que los colocan en una nueva situación de dependencia.

La Jornada, México, 31-7-05

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