Salud, derechos humanos y cultivos transgénicos
Una Guerra contra los derechos a la alimentación ha sido desencadenada por las grandes agroempresas de cultivos GM – apoyadas por EEUU y los gobiernos simpatizantes de este país (incluyendo la administración de Blair) – en contra del resto del mundo; y está tomando espacio en todos los niveles desde el ámbito internacional hasta las comunidades locales.
219-5-2
El gobierno norteamericano ha demandado a la Unión Europea (UE) en la Organización Mundial del Comercio (OMC) por restringir la importación de OGMs, y quiere que la OMC se sobreponga al Protocolo de Bioseguridad de Cartagena – el cual otorga a los estados el derecho a regular y rechazar los Ogms – para presionar la entrada de transgénicos en nombre del libre comercio. La Comisión Europea respondió a la OMC instando a los países europeos a levantar sus restricciones a los OGMs. Pero los estados miembros de la UE se han mantenido firmes con una clara mayoría que votó en junio a favor de mantener las restricciones nacionales existentes.
La administración estadounidense está promocionando los OGMs a través de canales oficiales como no oficiales. En julio el Primer Ministro Hindú Manmohan Singh anunció una “segunda generación de colaboración entre EEUU y la India en materia agrícuola”. Esto fue después de que el algodón Bt de Monsanto fracasó, tal como fue reportardo por científicos independientes y del gobierno. La subsidiaria hindú Monsanto – Mahyco promocionó con bombos y platillos las semillas del algodón transgénico, incluso lanzando una estrella Bollywood y enviando a bailarinas en tours promocionales por las comunidades de Punjabi.
Los cultivos transgénicos también son promocionados agresivamente en Africa. A inicios de julio un equipo de “científicos alimentarios internacionales” afirmó que “las trabas regulatorias están evitando que los campesinos africanos se beneficien de los alimentos transgénicos”, pero a pesar de esto los agricultores “están adoptando esta tecnología rápidamente”. El vocero de este equipo, Joel Cohen del Instituto Internacional para la Investigación de Políticas Alimentarias, trabajaba anteriormente para USAID y colaboró con Monsanto y así financiar a Florence Wambugu para que lidere el proyecto de la papa dulce transgénica en Kenia, logrando enorme interés por los cultivos transgénicos, a pesar de que el proyecto demostró ser luego un gran fracaso a un costo de millones de dólares. Florence Wambugu es nombrada regularmente en las revistas científicas más prestigiosas incluyendo Nature como una de las científicas que habla en representación de Africa y a favor de los cultivos transgénicos, a pesar de haber sido cuestionada por colegas científicos africanos en varias ocasiones.
Mientras tanto, la Fundación Bill y Melinda Gates entregó US$ 3.3 millones de dólares al Centro de Ciencia Vegetal Donald Danforth, respaldado por Monsanto, en Ohio para producir yuca transgénica; y $16.9 millones al consorcio africano Wambugu para modificar genéticamente al sorgo, también a través de una compañía estadounidense, Pioner Hi-Bred, un subsidiaria de DuPont establecida en Des Moines, Iowa.
Dentro de Estados Unidos, se han aprobado medidas represivas en al menos 10 estados para bloquear a las comunidades locales y regiones en su intento de declararse libres de transgénicos. Éstas han sido identificadas como organizaciones de base que se han levantado en contra de los cultivos transgénico y que han ido ganando aceptación en el último año.
1 Comentarios:
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