LAS TRES MUERTES DE NIKOLAI IVANOVICH VAVILOV
Enildo Iglesias. Rel-UITA. 26 de febrero de 2004
http://www.rel-uita.org/agricultura/vavilov.htm
Hoy, cuando biólogos, ecologistas y agricultores nos alertan sobre cómo se está destruyendo ese valioso recurso que es la diversidad biológica o biodiversidad, prácticamente no se menciona a Nikolai Vavilov, un científico cuyos trabajos contribuyeron a catalogar la biodiversidad agrícola del planeta. En su condición de científico fue asesinado tres veces.
Nikolai Ivanovich Vavilov nació en Moscú el 16 de noviembre de 1886. En una vida relativamente corta, 56 años, realizó innumerables aportes teóricos y prácticos sobre el conocimiento de la distribución geográfica, el origen y dispersión de las plantas. En la primera mitad del siglo pasado Vavilov viajó durante más de veinte años por los cinco continentes recolectando semillas de plantas agrícolas, tales como maíz silvestre y cultivado, papa, granos, forraje, frutas y todo tipo de vegetales. Al mismo tiempo, recopilaba datos sobre los lugares que visitaba y sobre los idiomas y culturas de sus habitantes. Su colección de semillas llegó a ser la más grande del mundo, con alrededor de 200 mil especímenes que fueron almacenados y sembrados en más de 100 estaciones experimentales en la entonces Unión Soviética. Vavilov puso de relieve la importancia de los trabajos de selección de los agricultores, supo reconocer su cultura y otorgó el protagonismo de la diversidad agrícola en lugares alejados de la Europa del Norte, Norteamérica o Rusia, cunas de la funesta Revolución Verde.
Su primera expedición, en 1919, lo llevó a Persia y luego a las montañas de Asia Central, donde volvería años más tarde en tres oportunidades. En 1921 visitó Estados Unidos. Afganistán, Nuristán, el litoral de la mar Mediterráneo, Medio Oriente -incluyendo Siria y Palestina- y el noreste de África fueron otros de los lugares visitados por el científico. Luego les tocó el turno a China, Japón y Corea. Entre 1930 y 1931 volvió a Estados Unidos, donde recolectó especímenes en los estados de Florida y Texas y en algunas reservas indígenas. En ese mismo viaje cruzó a México y de ahí a Guatemala. Su última expedición la realizó entre 1932 y 1933, visitando El Salvador, Costa Rica, Honduras, Panamá, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Trinidad y Cuba.
En sus viajes, Vavilov registró que la biodiversidad agrícola estaba repartida de manera desigual: mientras en algunos lugares sobraban plantas, otros poco o nada tenían para ofrecer. También registró que los lugares con más biodiversidad agrícola cuentan con diferentes topografías, tipos de suelo y clima y que tienden a estar rodeados de cadenas de montañas, que evitan las invasiones de especies exóticas. También determinó que la biodiversidad agrícola proviene en su mayoría de ocho núcleos perfectamente identificables: China (donde se origina la soja), India, Oriente Próximo-Asia Central, sureste de Asia, regiones montañosas de Etiopía, México y Centroamérica (cuna del maíz), los Andes centrales (de donde proviene la papa) y el Mediterráneo. Aun hoy, esas áreas geográficas se conocen como centros Vavilov, verdaderos refugios de biodiversidad, esenciales para la alimentación humana. Por ejemplo, independientemente de donde se cultive papa o maíz, para ser viables necesitan de las variadísimas cepas que se encuentran solamente en su centro de origen.
El gobierno de la recién formada Unión Soviética, luego de la Revolución de Octubre, reconoció la importancia de las investigaciones de Vavilov -a partir de 1925 dirigió el Instituto de Botánica Aplicada y Nuevos Cultivos de San Petersburgo- también lo hizo el gobierno de Estados Unidos, al punto que en su segundo viaje a ese país se crea la primera instancia de cooperación científica entre Washington y Moscú. Un caso único en aquella época.
La primera muerte de Vavilov
Tan valorada era la colección de semillas de Vavilov, que algunos de sus colegas prefirieron morir de hambre durante el sitio de Leningrado por las tropas de la Alemania nazi, antes que comerse las semillas almacenadas en la estación experimental situada en las afueras de la ciudad. Pero Vavilov no pudo ayudar a proteger su colección, pues para esa época estaba preso en Siberia. ¿Qué había pasado?
Un seudocientífico llamado Trofim Denissovich Lysenko (1898-1976) argumentaba que el estudio de la genética era una ciencia burguesa que buscaba darle justificación biológica a las diferencias de clase, y que aplicando el materialismo dialéctico, era posible llegar al triunfo de la ciencia proletaria sobre la ciencia burguesa. La influencia de Lysenko sobre la política agraria soviética se extendió desde 1929 a 1948. Mientras Vavilov procedía de una familia acomodada, Lysenko era hijo de un campesino ucraniano, lo cual, para los dirigentes bolcheviques, lo colocaba en un sitial privilegiado. El triunfo de Lysenko encerraba su propia desgracia. Se había ganado la confianza de Stalin -a quien enviaba sus artículos científicos para que éste los corrigiera- y dentro del culto a la personalidad elaboró el "Gran Plan Stalin de Transformaciones de la Naturaleza" en el cual, entre otras cosas, prometía cambiar el clima de la URSS con la forestación de millones de hectáreas; también prometió resolver el problema del bajo rendimiento del trigo con una variedad que bautizó "trigo en rama Stalin". Nada de eso se concretó y no tenía excusas, los "saboteadores" ya no existían.
1936 marca el inicio de una campaña oficial de propaganda a favor del "lysenkismo". Bujarin deja de ser director del Instituto de la Ciencia y la Tecnología, y luego es expulsado de la Academia de Ciencias, condenado y ejecutado. Varios biólogos comunistas son arrestados y el Congreso Internacional de Genética, que debía reunirse en Moscú en 1937, fue cancelado y los genetistas denunciados como "saboteadores trotskistas". En 1938, Lisenko es designado presidente de la Academia de Ciencias Agrícolas. En 1940 Vavilov es condenado a muerte, luego se le conmutó la pena a cadena perpetua y fue deportado a Siberia... fue su primera muerte civil. Físicamente murió en 1943.
La segunda muerte
Mientras Vavilov recorría los campos del mundo en busca de las claves del origen de la diversidad agrícola, Henry A.Wallace, un mejorador de semillas estadounidense (más tarde Secretario de Agricultura de su país) promovió un enfoque totalmente novedoso para su oficio: una técnica para crear variedades de maíz con productividad excepcional. El enfoque de Wallace suponía realizar complicados cruces entre linajes afines al maíz, para tomar ventaja de un fenómeno genético conocido como "vigor híbrido", por el cual la primera generación de un cruce tiende a obtener mejores rendimientos que sus antecesores. Wallace también registró que los rasgos del alto rendimiento no eran estables. El cultivo de semillas de estos híbridos daría resultados decepcionantes, por lo que los agricultores que quisieran usar el sistema tendrían que comprar año tras año las nuevas semillas, pues la hibridación es incompatible con la antigua práctica de guardar y replantar una parte de la cosecha del último año.
La visión empresarial de Wallace lo llevó a constituir la empresa Hi-Bred Corn Company, luego convertida en nuestra conocida Pioneer Hi-Bred -hoy filial de DuPont- una de las mayores empresas productoras de semillas del mundo. Los cambios fueron fenomenales. En 1930 todo el maíz plantado (y los otros cultivos) procedía de variedades tradicionales; 35 años después, el 95 por ciento del maíz cultivado en Estados Unidos procedía de variedades híbridas. Muchas otras cosas cambiaron en esos 35 años. El trabajo humano (y animal) fue sustituido por las máquinas; las variedades híbridas, diseñadas para consumir la mayor cantidad posible de fertilizantes, llevaron a que en ese período el consumo de fertilizantes se multiplicara 17 veces en Estados Unidos. Pero el mayor cambio fue la pérdida de diversidad de cultivos. A lo largo del siglo XX más del 90 por ciento de las variedades cultivadas un siglo atrás ya no se producían comercialmente, ni se encontraban en los bancos de semillas.! Esto no ocurrió solamente con el maíz: entre las variedades de lechuga las pérdidas llegan al 92 por ciento, de las 408 variedades de guisantes mostradas en los catálogos de semilla de 1903, sólo quedan 25. Así se provocó la segunda muerte de Vavilov.
La tercera muerte
Diez años después de la muerte de Vavilov los biólogos Watson y Crick descubren el llamado ADN. En 1973 se consigue aislar genes, es decir, códigos concretos para proteínas específicas, para luego actuar sobre ellos, dando nacimiento a la biotecnología.
En 1980 se descubre cómo transferir fragmentos de información genética de un organismo a otro: surge la ingeniería genética y dos años después se crea la primer planta transgénica, una variedad de tabaco resistente a los antibióticos.
Hoy día, las plantas transgénicas están contaminando a las convencionales. Se acaba de denunciar que en 154 comunidades campesinas e indígenas de nueve estados mexicanos el maíz tradicional ha sido contaminado por el transgénico, incluyendo el Bt de Monsanto y el Starlink de Aventis, este último prohibido para el consumo humano por ser alergénico. La contaminación ha llegado a uno de los 8 centros de biodiversidad; Vavilov ha sido asesinado por tercera vez.
¿Habrá una cuarta muerte de Vavilov?
Parecería que esto no es posible, pues la próxima muerte sería la de la vida sobre la tierra. El problema -y el desafío- es que se trata de algo que no depende solamente de los campesinos. La cuestión es si todos nosotros, como consumidores, votantes y gobernantes, estamos dispuestos a dar los pasos y emprender las acciones necesarias para conservar la biodiversidad y construir un modelo agrícola sustentable.
http://www.rel-uita.org/agricultura/vavilov.htm
Hoy, cuando biólogos, ecologistas y agricultores nos alertan sobre cómo se está destruyendo ese valioso recurso que es la diversidad biológica o biodiversidad, prácticamente no se menciona a Nikolai Vavilov, un científico cuyos trabajos contribuyeron a catalogar la biodiversidad agrícola del planeta. En su condición de científico fue asesinado tres veces.
Nikolai Ivanovich Vavilov nació en Moscú el 16 de noviembre de 1886. En una vida relativamente corta, 56 años, realizó innumerables aportes teóricos y prácticos sobre el conocimiento de la distribución geográfica, el origen y dispersión de las plantas. En la primera mitad del siglo pasado Vavilov viajó durante más de veinte años por los cinco continentes recolectando semillas de plantas agrícolas, tales como maíz silvestre y cultivado, papa, granos, forraje, frutas y todo tipo de vegetales. Al mismo tiempo, recopilaba datos sobre los lugares que visitaba y sobre los idiomas y culturas de sus habitantes. Su colección de semillas llegó a ser la más grande del mundo, con alrededor de 200 mil especímenes que fueron almacenados y sembrados en más de 100 estaciones experimentales en la entonces Unión Soviética. Vavilov puso de relieve la importancia de los trabajos de selección de los agricultores, supo reconocer su cultura y otorgó el protagonismo de la diversidad agrícola en lugares alejados de la Europa del Norte, Norteamérica o Rusia, cunas de la funesta Revolución Verde.
Su primera expedición, en 1919, lo llevó a Persia y luego a las montañas de Asia Central, donde volvería años más tarde en tres oportunidades. En 1921 visitó Estados Unidos. Afganistán, Nuristán, el litoral de la mar Mediterráneo, Medio Oriente -incluyendo Siria y Palestina- y el noreste de África fueron otros de los lugares visitados por el científico. Luego les tocó el turno a China, Japón y Corea. Entre 1930 y 1931 volvió a Estados Unidos, donde recolectó especímenes en los estados de Florida y Texas y en algunas reservas indígenas. En ese mismo viaje cruzó a México y de ahí a Guatemala. Su última expedición la realizó entre 1932 y 1933, visitando El Salvador, Costa Rica, Honduras, Panamá, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Trinidad y Cuba.
En sus viajes, Vavilov registró que la biodiversidad agrícola estaba repartida de manera desigual: mientras en algunos lugares sobraban plantas, otros poco o nada tenían para ofrecer. También registró que los lugares con más biodiversidad agrícola cuentan con diferentes topografías, tipos de suelo y clima y que tienden a estar rodeados de cadenas de montañas, que evitan las invasiones de especies exóticas. También determinó que la biodiversidad agrícola proviene en su mayoría de ocho núcleos perfectamente identificables: China (donde se origina la soja), India, Oriente Próximo-Asia Central, sureste de Asia, regiones montañosas de Etiopía, México y Centroamérica (cuna del maíz), los Andes centrales (de donde proviene la papa) y el Mediterráneo. Aun hoy, esas áreas geográficas se conocen como centros Vavilov, verdaderos refugios de biodiversidad, esenciales para la alimentación humana. Por ejemplo, independientemente de donde se cultive papa o maíz, para ser viables necesitan de las variadísimas cepas que se encuentran solamente en su centro de origen.
El gobierno de la recién formada Unión Soviética, luego de la Revolución de Octubre, reconoció la importancia de las investigaciones de Vavilov -a partir de 1925 dirigió el Instituto de Botánica Aplicada y Nuevos Cultivos de San Petersburgo- también lo hizo el gobierno de Estados Unidos, al punto que en su segundo viaje a ese país se crea la primera instancia de cooperación científica entre Washington y Moscú. Un caso único en aquella época.
La primera muerte de Vavilov
Tan valorada era la colección de semillas de Vavilov, que algunos de sus colegas prefirieron morir de hambre durante el sitio de Leningrado por las tropas de la Alemania nazi, antes que comerse las semillas almacenadas en la estación experimental situada en las afueras de la ciudad. Pero Vavilov no pudo ayudar a proteger su colección, pues para esa época estaba preso en Siberia. ¿Qué había pasado?
Un seudocientífico llamado Trofim Denissovich Lysenko (1898-1976) argumentaba que el estudio de la genética era una ciencia burguesa que buscaba darle justificación biológica a las diferencias de clase, y que aplicando el materialismo dialéctico, era posible llegar al triunfo de la ciencia proletaria sobre la ciencia burguesa. La influencia de Lysenko sobre la política agraria soviética se extendió desde 1929 a 1948. Mientras Vavilov procedía de una familia acomodada, Lysenko era hijo de un campesino ucraniano, lo cual, para los dirigentes bolcheviques, lo colocaba en un sitial privilegiado. El triunfo de Lysenko encerraba su propia desgracia. Se había ganado la confianza de Stalin -a quien enviaba sus artículos científicos para que éste los corrigiera- y dentro del culto a la personalidad elaboró el "Gran Plan Stalin de Transformaciones de la Naturaleza" en el cual, entre otras cosas, prometía cambiar el clima de la URSS con la forestación de millones de hectáreas; también prometió resolver el problema del bajo rendimiento del trigo con una variedad que bautizó "trigo en rama Stalin". Nada de eso se concretó y no tenía excusas, los "saboteadores" ya no existían.
1936 marca el inicio de una campaña oficial de propaganda a favor del "lysenkismo". Bujarin deja de ser director del Instituto de la Ciencia y la Tecnología, y luego es expulsado de la Academia de Ciencias, condenado y ejecutado. Varios biólogos comunistas son arrestados y el Congreso Internacional de Genética, que debía reunirse en Moscú en 1937, fue cancelado y los genetistas denunciados como "saboteadores trotskistas". En 1938, Lisenko es designado presidente de la Academia de Ciencias Agrícolas. En 1940 Vavilov es condenado a muerte, luego se le conmutó la pena a cadena perpetua y fue deportado a Siberia... fue su primera muerte civil. Físicamente murió en 1943.
La segunda muerte
Mientras Vavilov recorría los campos del mundo en busca de las claves del origen de la diversidad agrícola, Henry A.Wallace, un mejorador de semillas estadounidense (más tarde Secretario de Agricultura de su país) promovió un enfoque totalmente novedoso para su oficio: una técnica para crear variedades de maíz con productividad excepcional. El enfoque de Wallace suponía realizar complicados cruces entre linajes afines al maíz, para tomar ventaja de un fenómeno genético conocido como "vigor híbrido", por el cual la primera generación de un cruce tiende a obtener mejores rendimientos que sus antecesores. Wallace también registró que los rasgos del alto rendimiento no eran estables. El cultivo de semillas de estos híbridos daría resultados decepcionantes, por lo que los agricultores que quisieran usar el sistema tendrían que comprar año tras año las nuevas semillas, pues la hibridación es incompatible con la antigua práctica de guardar y replantar una parte de la cosecha del último año.
La visión empresarial de Wallace lo llevó a constituir la empresa Hi-Bred Corn Company, luego convertida en nuestra conocida Pioneer Hi-Bred -hoy filial de DuPont- una de las mayores empresas productoras de semillas del mundo. Los cambios fueron fenomenales. En 1930 todo el maíz plantado (y los otros cultivos) procedía de variedades tradicionales; 35 años después, el 95 por ciento del maíz cultivado en Estados Unidos procedía de variedades híbridas. Muchas otras cosas cambiaron en esos 35 años. El trabajo humano (y animal) fue sustituido por las máquinas; las variedades híbridas, diseñadas para consumir la mayor cantidad posible de fertilizantes, llevaron a que en ese período el consumo de fertilizantes se multiplicara 17 veces en Estados Unidos. Pero el mayor cambio fue la pérdida de diversidad de cultivos. A lo largo del siglo XX más del 90 por ciento de las variedades cultivadas un siglo atrás ya no se producían comercialmente, ni se encontraban en los bancos de semillas.! Esto no ocurrió solamente con el maíz: entre las variedades de lechuga las pérdidas llegan al 92 por ciento, de las 408 variedades de guisantes mostradas en los catálogos de semilla de 1903, sólo quedan 25. Así se provocó la segunda muerte de Vavilov.
La tercera muerte
Diez años después de la muerte de Vavilov los biólogos Watson y Crick descubren el llamado ADN. En 1973 se consigue aislar genes, es decir, códigos concretos para proteínas específicas, para luego actuar sobre ellos, dando nacimiento a la biotecnología.
En 1980 se descubre cómo transferir fragmentos de información genética de un organismo a otro: surge la ingeniería genética y dos años después se crea la primer planta transgénica, una variedad de tabaco resistente a los antibióticos.
Hoy día, las plantas transgénicas están contaminando a las convencionales. Se acaba de denunciar que en 154 comunidades campesinas e indígenas de nueve estados mexicanos el maíz tradicional ha sido contaminado por el transgénico, incluyendo el Bt de Monsanto y el Starlink de Aventis, este último prohibido para el consumo humano por ser alergénico. La contaminación ha llegado a uno de los 8 centros de biodiversidad; Vavilov ha sido asesinado por tercera vez.
¿Habrá una cuarta muerte de Vavilov?
Parecería que esto no es posible, pues la próxima muerte sería la de la vida sobre la tierra. El problema -y el desafío- es que se trata de algo que no depende solamente de los campesinos. La cuestión es si todos nosotros, como consumidores, votantes y gobernantes, estamos dispuestos a dar los pasos y emprender las acciones necesarias para conservar la biodiversidad y construir un modelo agrícola sustentable.
Fuentes:
John Tuxill, "La pérdida de la biodiversidad campesina".
Kirill O. Rossianov, "Lysenco y Stalin".
ONU, 19.02.04, "Geo, América Latina y el Caribe, perspectivas del medio ambiente 2003".
Etiquetas: Enildo Iglesias, es, Rel-UITA, Vavilov
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