El Centro de Mejoramiento del Maíz y el Trigo – CIMMYT- establecen un acuerdo para trabajar en trigo transgénico
RALLT
El trigo fue uno de los cultivos más trabajados por la revolución verde, con el fin de desarrollar variedades de alto rendimiento, acompañados por una fuerte mecanización del campo y el uso intensivo de insumos agrícolas.
En esa época, la revolución verde fue implementada a través de los centros públicos de investigación en varios países.
Uno de sus principales gestores, el fallecido premio Nobel Norman E. Borlaug, se refiere a este proceso en los siguientes términos:
“La Revolución Verde comenzó en los años cuarenta cuando yo me uní a un programa nuevo de la Fundación Rockefeller cuya función era la de asistir a los agricultores pobres en México a aumentar su producción de trigo. Pasamos casi 20 años produciendo una variedad de trigo enano de alta producción, resistente a varias enfermedades y plagas y que producía de dos a tres veces más grano que las variedades tradicionales. Eventualmente, en los años sesenta, fuimos capaces de expandir el programa y enseñar a agricultores en Pakistán y en la India a cultivar apropiadamente esta nueva variedad de trigo”.
La nueva meta es la biotecnología, es decir, desarrollar trigo transgénico con el argumento del crecimiento poblacional y el cambio climático. Hans-Joachim Braun, Director del Programa Global de Trigo del Centro de Mejoramiento del Maíz y Trigo, CIMMYT, que pertenece al sistema CGIAR, dice que:
“El crecimiento reciente en el potencial de rendimiento de trigo no alcanza para cubrir la demanda mundial: ya mientras que la población mundial creció en alrededor de 1,5% durante 1993-2000, los incrementos anuales en la producción de trigo en todo el mismo tiempo fueron sólo el 0,9%, y añade que si el crecimiento demográfico sigue al doble de la crecimiento de la producción de trigo, es probable que haya graves dificultades para mantener un suministro de alimentos de trigo para las generaciones futuras”.
En relación al calentamiento global el CYMYT señala:
“El cambio climático y los sistemas de producción insostenibles en la actualidad son un desafío a la capacidad de los países en desarrollo producir trigo suficiente para sus necesidades”.
Con esos justificativos, el CIMMYT ha establecido una asociación colaborativa con Syngenta con el propósito de generar nuevas tecnologías de trigo. El acuerdo implica un esfuerzo conjunto de investigación y desarrollo en las áreas de materiales nativos y genéticamente modificados, híbridos de trigo y una combinación de semilla y protección de cultivos, para obtener variedades con mayores rendimientos.
En el boletín de prensa del CIMMYT se establece que el acuerdo aprovechará, por un lado, la tecnología de marcadores genéticos de Syngenta, su caracteres genéticos y su labor de “mejoramiento genético” de trigo para los países de primer mundo. Es importante mencionar que las características genéticas que han sido comercializadas exitosamente por Syngenta hasta el momento se restrieguen a cultivos transgénicos con resistencia a insectos (cultivos Bt) y con tolerancia al herbicidas glifosinato de amonio -producido por la misma empresa-, por lo que se esperaría que de lo que estamos hablando, a pesar de todos los argumentos con los que se lanza esta iniciativa, es de trigo que incorpore estas dos características que han sido ya probadas con otros cultivos, como el maíz., los mismos que ni aumentan la productividad ni están diseñados para enfrentar el cambio climático.
El CIMMYT por su parte, aportará con el acceso que tiene a la diversidad genética del trigo (proveniente de todo el mundo), su red mundial de cooperadores y su programa de mejoramiento de trigo para el mundo “en desarrollo”. Es decir, el CIMMYT entregará a Syngenta toda la diversidad genética que pose para desarrollar variedades de elite, las patente y cobrará las regalías a todos los agricultores alrededor del mundo que adopten estas semillas.
Su acuerdo con Syngenta es la participación de "investigación y desarrollo conjuntos en las áreas de trigo nativo y los rasgos transgénicos, híbridos y la combinación de semillas y protección de los cultivos para acelerar el rendimiento de la planta de rendimiento."
John Atkin, jefe de operaciones de Syngenta Crop Protection, dijo que los dos socios se han comprometido a "transformar la producción de trigo en todo el mundo, mediante la creación de nuevas plataformas de tecnología que fijan normas sin precedentes para el rendimiento y calidad del trigo."
Bajo este escenario, los expertos de renombre mundial de trigo se reunieron en la sede del CIMMYT para asistir al taller complementario de estrategias para aumentar el rendimiento de trigo, que fue patrocinado por la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID). En el evento se abordó algunos nuevos métodos para aumentar de manera significativa el potencial rendimiento de trigo, efectuar la fotosíntesis más eficiente, mejorar la adaptación al medio ambiente, los procesos físicos involucrados en la reproducción fisiológica y molecular.
Este taller fue el escenario para establecer un Consorcio Internacional para incrementar los rendimientos del trigo -International Wheat Yield Potential Consortium- , que involucrará a científicos que trabajan en todos los continentes con la estratégica de integrar componentes de investigación en una plataforma común para producir nuevos genotipos de trigo.
Históricamente, el mejoramiento de trigo ha sido principalmente una actividad del sector público, y los programas del CIMMYT se dirigían a los centros de investigación agrícola que existen en casi todos los países del mundo. Ahora vemos como la empresa privada está ingresando agresivamente en el tema y con el apoyo del sistema de investigación agrícola internacional, que nació como una grupo de instituciones públicas, y que manejan material genético procedente de todo el mundo desarrollado históricamente por campesinos.
Por eso las empresas biotecnológicas reconocen la importancia que ha tenido el sector público en el desarrollo de nuevas variedades de trigo, por lo que se propone trabajar con este sector en el desarrollo de variedades biotecnológicas. Syngenta considera que se necesita mejorar las alianzas público-privadas y añade que “tendremos que establecer la confianza. Confiando en la inversión por el sector privado, ayudarán a traer tecnologías agrícolas mejoradas al mercado global”. En realidad uno de los intereses más importantes de conformar estas asociaciones es acceder a la diversidad genética que reposa en los bancos de germoplasma de los centros del sistema CGIAR.
Monsanto está también trabajando en biotecnologías para el trigo. Esta empresa adquirió hace poco a WestBred, una compañía dedicada a la investigación y desarrollo y comercialización de nuevas variedades de trigo en Estados Unidos. Monsanto está también interesado en trabajar de cerca con el sector público.
Aceptación en el mercado
Joachim-Braun, un científico alemán basado en el CIMMYT en México, dijo que con el cambio climático en mente, "debemos evitar el riesgo de otra crisis alimentaria y garantizar que los agricultores de todo el mundo están equipados para satisfacer las demandas de una población mundial en aumento.
Asociaciones como ésta puede ser de gran beneficio de los agricultores del mundo, ricos y pobres. "Para facilitar su expansión, Syngenta considera que han habido muchas regulaciones al trigo transgénicos, y que estas han sido “regulación basada en políticas, lo que ha aumentado considerablemente los riesgos de inversiones”, por eso propone regulaciones basadas en la ciencia, porque la ciencia es neutral, lo que sabemos que no es verdad, a lo que se suma el gran desconocimiento que existe aun sobre los impactos de los transgénicos en el ambiente, la biodiversidad y la salud humana.
Uno de los sectores a los que estarán dirigidas estas nuevas semillas serán los agricultores de trigo del Canadá, aunque no todos están convencidos de adoptar estas semillas transgénicas. Citando la pérdida de mercados de canola como ejemplo, un grupo que productores de trigo de Canadá advirtieron que para avanzar en el trigo transgénico debe hacerse con la aceptación generalizada del mercado, de lo contrario se pondría en peligro varios mercados clave de exportación.
A este respecto, Atkin Syngenta dijo en un vídeo en el sitio web de la compañía de todos aquellos rasgos que el trigo transgénico desarrollado en el trabajo de la asociación no se introducirá a menos que exista una amplia aceptación entre los consumidores de trigo.
Syngenta, dijo, también está trabajando en encontrar la forma correcta de comunicar su tecnología y sus beneficios para el mundo en general.
RALLT
El trigo fue uno de los cultivos más trabajados por la revolución verde, con el fin de desarrollar variedades de alto rendimiento, acompañados por una fuerte mecanización del campo y el uso intensivo de insumos agrícolas.
En esa época, la revolución verde fue implementada a través de los centros públicos de investigación en varios países.
Uno de sus principales gestores, el fallecido premio Nobel Norman E. Borlaug, se refiere a este proceso en los siguientes términos:
“La Revolución Verde comenzó en los años cuarenta cuando yo me uní a un programa nuevo de la Fundación Rockefeller cuya función era la de asistir a los agricultores pobres en México a aumentar su producción de trigo. Pasamos casi 20 años produciendo una variedad de trigo enano de alta producción, resistente a varias enfermedades y plagas y que producía de dos a tres veces más grano que las variedades tradicionales. Eventualmente, en los años sesenta, fuimos capaces de expandir el programa y enseñar a agricultores en Pakistán y en la India a cultivar apropiadamente esta nueva variedad de trigo”.
La nueva meta es la biotecnología, es decir, desarrollar trigo transgénico con el argumento del crecimiento poblacional y el cambio climático. Hans-Joachim Braun, Director del Programa Global de Trigo del Centro de Mejoramiento del Maíz y Trigo, CIMMYT, que pertenece al sistema CGIAR, dice que:
“El crecimiento reciente en el potencial de rendimiento de trigo no alcanza para cubrir la demanda mundial: ya mientras que la población mundial creció en alrededor de 1,5% durante 1993-2000, los incrementos anuales en la producción de trigo en todo el mismo tiempo fueron sólo el 0,9%, y añade que si el crecimiento demográfico sigue al doble de la crecimiento de la producción de trigo, es probable que haya graves dificultades para mantener un suministro de alimentos de trigo para las generaciones futuras”.
En relación al calentamiento global el CYMYT señala:
“El cambio climático y los sistemas de producción insostenibles en la actualidad son un desafío a la capacidad de los países en desarrollo producir trigo suficiente para sus necesidades”.
Con esos justificativos, el CIMMYT ha establecido una asociación colaborativa con Syngenta con el propósito de generar nuevas tecnologías de trigo. El acuerdo implica un esfuerzo conjunto de investigación y desarrollo en las áreas de materiales nativos y genéticamente modificados, híbridos de trigo y una combinación de semilla y protección de cultivos, para obtener variedades con mayores rendimientos.
En el boletín de prensa del CIMMYT se establece que el acuerdo aprovechará, por un lado, la tecnología de marcadores genéticos de Syngenta, su caracteres genéticos y su labor de “mejoramiento genético” de trigo para los países de primer mundo. Es importante mencionar que las características genéticas que han sido comercializadas exitosamente por Syngenta hasta el momento se restrieguen a cultivos transgénicos con resistencia a insectos (cultivos Bt) y con tolerancia al herbicidas glifosinato de amonio -producido por la misma empresa-, por lo que se esperaría que de lo que estamos hablando, a pesar de todos los argumentos con los que se lanza esta iniciativa, es de trigo que incorpore estas dos características que han sido ya probadas con otros cultivos, como el maíz., los mismos que ni aumentan la productividad ni están diseñados para enfrentar el cambio climático.
El CIMMYT por su parte, aportará con el acceso que tiene a la diversidad genética del trigo (proveniente de todo el mundo), su red mundial de cooperadores y su programa de mejoramiento de trigo para el mundo “en desarrollo”. Es decir, el CIMMYT entregará a Syngenta toda la diversidad genética que pose para desarrollar variedades de elite, las patente y cobrará las regalías a todos los agricultores alrededor del mundo que adopten estas semillas.
Su acuerdo con Syngenta es la participación de "investigación y desarrollo conjuntos en las áreas de trigo nativo y los rasgos transgénicos, híbridos y la combinación de semillas y protección de los cultivos para acelerar el rendimiento de la planta de rendimiento."
John Atkin, jefe de operaciones de Syngenta Crop Protection, dijo que los dos socios se han comprometido a "transformar la producción de trigo en todo el mundo, mediante la creación de nuevas plataformas de tecnología que fijan normas sin precedentes para el rendimiento y calidad del trigo."
Bajo este escenario, los expertos de renombre mundial de trigo se reunieron en la sede del CIMMYT para asistir al taller complementario de estrategias para aumentar el rendimiento de trigo, que fue patrocinado por la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID). En el evento se abordó algunos nuevos métodos para aumentar de manera significativa el potencial rendimiento de trigo, efectuar la fotosíntesis más eficiente, mejorar la adaptación al medio ambiente, los procesos físicos involucrados en la reproducción fisiológica y molecular.
Este taller fue el escenario para establecer un Consorcio Internacional para incrementar los rendimientos del trigo -International Wheat Yield Potential Consortium- , que involucrará a científicos que trabajan en todos los continentes con la estratégica de integrar componentes de investigación en una plataforma común para producir nuevos genotipos de trigo.
Históricamente, el mejoramiento de trigo ha sido principalmente una actividad del sector público, y los programas del CIMMYT se dirigían a los centros de investigación agrícola que existen en casi todos los países del mundo. Ahora vemos como la empresa privada está ingresando agresivamente en el tema y con el apoyo del sistema de investigación agrícola internacional, que nació como una grupo de instituciones públicas, y que manejan material genético procedente de todo el mundo desarrollado históricamente por campesinos.
Por eso las empresas biotecnológicas reconocen la importancia que ha tenido el sector público en el desarrollo de nuevas variedades de trigo, por lo que se propone trabajar con este sector en el desarrollo de variedades biotecnológicas. Syngenta considera que se necesita mejorar las alianzas público-privadas y añade que “tendremos que establecer la confianza. Confiando en la inversión por el sector privado, ayudarán a traer tecnologías agrícolas mejoradas al mercado global”. En realidad uno de los intereses más importantes de conformar estas asociaciones es acceder a la diversidad genética que reposa en los bancos de germoplasma de los centros del sistema CGIAR.
Monsanto está también trabajando en biotecnologías para el trigo. Esta empresa adquirió hace poco a WestBred, una compañía dedicada a la investigación y desarrollo y comercialización de nuevas variedades de trigo en Estados Unidos. Monsanto está también interesado en trabajar de cerca con el sector público.
Aceptación en el mercado
Joachim-Braun, un científico alemán basado en el CIMMYT en México, dijo que con el cambio climático en mente, "debemos evitar el riesgo de otra crisis alimentaria y garantizar que los agricultores de todo el mundo están equipados para satisfacer las demandas de una población mundial en aumento.
Asociaciones como ésta puede ser de gran beneficio de los agricultores del mundo, ricos y pobres. "Para facilitar su expansión, Syngenta considera que han habido muchas regulaciones al trigo transgénicos, y que estas han sido “regulación basada en políticas, lo que ha aumentado considerablemente los riesgos de inversiones”, por eso propone regulaciones basadas en la ciencia, porque la ciencia es neutral, lo que sabemos que no es verdad, a lo que se suma el gran desconocimiento que existe aun sobre los impactos de los transgénicos en el ambiente, la biodiversidad y la salud humana.
Uno de los sectores a los que estarán dirigidas estas nuevas semillas serán los agricultores de trigo del Canadá, aunque no todos están convencidos de adoptar estas semillas transgénicas. Citando la pérdida de mercados de canola como ejemplo, un grupo que productores de trigo de Canadá advirtieron que para avanzar en el trigo transgénico debe hacerse con la aceptación generalizada del mercado, de lo contrario se pondría en peligro varios mercados clave de exportación.
A este respecto, Atkin Syngenta dijo en un vídeo en el sitio web de la compañía de todos aquellos rasgos que el trigo transgénico desarrollado en el trabajo de la asociación no se introducirá a menos que exista una amplia aceptación entre los consumidores de trigo.
Syngenta, dijo, también está trabajando en encontrar la forma correcta de comunicar su tecnología y sus beneficios para el mundo en general.
Fuentes:
Reynorlds M y Eaton D. 2009. Complementary strategies to raise wheat yield potential. Taller del CIMMYT. 10- 13 de noviembre 2009.
Syngenta-cimmyt partnership to advance wheat research. CIMMYT - México
Boletín de prensa
http://www.cimmyt.org/english/wps/media/Syngenta-CIMMYT-partnership.htm
31.03.2010
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