miércoles, abril 29, 2009

Soja protegida vale por dos: ¿Y cuánto vale la imagen del Uruguay natural-ganadero?

TOMADO DE RAP-AL URUGUAY

El día 9 de abril en Guichón, ciudad ubicada a 110 kms de Paysandú, se produjo un accidente al soltarse la abrazadera de un mangón del avión que se disponía a fumigar un cultivo de soja transgénica con los insecticidas endosulfan y cipermetrina.
El accidente ocurrió en pleno vuelo y una importante cantidad de ambas sustancias se derramó en un predio de cría de terneros de la Liga del Trabajo de Guichón, resultando en la muerte de cerca de 60 terneros. Afortunadamente, el avión pudo esquivar una casa vecina, pero una cantidad de ambas sustancias también cayeron sobre ese predio, donde pastaba ganado, causando la muerte a otros dos vacunos.
Después del accidente se pudo constatar la muerte de peces y otros animales en la zona afectada. En la semana siguiente al accidente, técnicos del Instituto Nacional Investigación Agropecuaria (INIA), Ministerio Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y de la Liga del Trabajo de Guichón recorrieron la zona tomando muestras y hallaron peces muertos en la cañada.
Las autoridades han constatado que los tóxicos involucrados en este accidente son el endosulfan y la cipermetrina. Ambos tóxicos han incrementado su uso paralelamente al aumento del cultivo de soja.

******

Por un puñado de soja, un millón de destrucción


Si bien es cierto que lo ocurrido en Guichón fue un accidente, no deja de estar relacionado con el cultivo de la soja transgénica.
Lo que deja la soja es solo contaminación y destrucción de nuestro ambiente y de nuestra gente. El 5% de la soja producida en nuestro país es industrializada en el Uruguay, en tanto que el resto es exportada por los mismos que la producen, empresarios argentinos.
En esta instancia los ganaderos han sido los afectados por el uso masivo de agrotóxicos. La noticia de este accidente seguramente ha llegado a muchos países europeos o a posibles mercados extranjeros. La imagen del país ganadero natural puede verse comprometido y afectar la exportación de carne.
Pero esto no es todo. La pesca artesanal también está siendo afectada en distintos lugares del territorio desde hace bastante tiempo. Muchos pescadores rezan para que no llueva y escurra el veneno esparcido en los cultivos sojeros a las fuentes de agua, cañadas, arroyos y ríos y deje como resultado a cientos de peces muertos, impidiendo así llevar a cabo la pesca. Claro que el que los peces no estén muertos, no prueba que no estén contaminados.


¿Coexistencia?

En julio del año pasado se levantó la moratoria que implicó la no autorización de nuevos cultivos transgénicos por un período de 18 meses. Al levantarse la moratoria se decretó la llamada “coexistencia”, que apuesta a que los cultivos transgénicos y la producción agropecuaría convivan.
La coexistencia de los cultivos transgénicos y la agropecuaría no es posible. El cultivo transgénico es un modelo excluyente, que contamina y mata lo que está cerca: por su uso masivo de agrotóxicos, por su extensión en grandes monocultivos y por la expulsión de la agricultura. Es un modelo industrial sin trabajadores.
Además, ese tipo de cultivos agrícolas está terminando con la pesca artesanal, con la apicultura y ahora se ve afectada también la ganadería.


FUENTE: http://webs.chasque.net/~rapaluy1/endosulfan/Soja_protegida.html

Etiquetas: , , ,

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal