martes, septiembre 02, 2008

Comunicado de prensa

PROYECTO DE BIOSEGURIDAD DENUNCIA TERGIVERSACIONES EN LA PRENSA DEL PAIS

(2 de septiembre 2008) El Proyecto de Bioseguridad de Puerto Rico denuncia informaciones falsamente atribuidas a la organización en un artículo publicado en el periódico El Nuevo Día el pasado sábado.

El artículo en cuestión, titulado “Alimentos transgénicos, ¿Solución o problema?”, escrito por Stephanie Jiménez, dedica sus últimos dos párrafos a declaraciones de Carmelo Ruiz Marrero, director de la organización. El artículo concluye citándolo con las siguientes palabras: “países como España, Brasil, México, Colombia, Venezuela, entre otros, han frenado las importaciones de transgénicos”.

“Eso es una falsedad de la reportera. Yo nunca he dicho que tales países hayan puesto traba alguna a la entrada de productos transgénicos”, respondió Ruiz Marrero. “De hecho, no tenemos información de que ninguno de esos países le haya puesto algún impedimento real al movimiento internacional de productos transgénicos.”

La reportera también cita erróneamente a Ruiz Marrero en el siguiente pasaje: “Carmelo Ruiz, aseguró que Monsanto del Caribe se niega a revelar públicamente los resultados de un estudio que realizó para probar el efecto del maíz transgénico Mon863 en un grupo de ratas.”

“Esto es incorrecto. Yo le dije a ella muy claro que dicho estudio fue hecho público en 2006”, declaró Ruiz Marrero. “Además, en la entrevista nunca mencioné a 'Monsanto del Caribe'.”

El colectivo del Proyecto de Bioseguridad encuentra preocupante que la reportera en cuestión, debido a su prisa, falta de experiencia o respondiendo a alguna agenda inmencionable, haya puesto en la boca del portavoz de la organización palabras que nunca dijo.

Información: (787) 771-4473, 203-2615.

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El Proyecto de Bioseguridad de Puerto Rico es una organización sin fines de lucro creada para educar a la ciudadanía acerca de los cultivos y productos genéticamente alterados, llamados también transgénicos, y sus impactos sobre la salud humana y el ambiente. Estamos disponibles para charlas y presentaciones. Nuestro correo electrónico es ruizcarmelo@gmail.com Nuestra página web es: http://bioseguridad.blogspot.com


TEXTO INTEGRO DEL ARTICULO DE EL NUEVO DIA:


Alimentos transgénicos: ¿solución o problema?

Científicos debaten su impacto en la salud del consumidor.

Por Stephanie Jiménez Torres / Especial El Nuevo Día / 30 agosto 2008

Mientras la crisis alimentaria recrudece a nivel global por el aumento en el precio del combustible y los fertilizantes, algunos científicos insisten en que cultivar productos genéticamente modificados constituye una alternativa viable para asegurar la alimentación de la humanidad.

Según John Gil, profesor del Colegio de Ciencias Agrícolas del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), los transgénicos podrían ofrecer seguridad alimentaria y mejorar las cualidades nutricionales de los alimentos.

Gil explicó que los productos transgénicos son aquellos a los que se les ha modificado su ADN al introducirle uno o más genes de otra especie. “El objetivo es conferir a la planta propiedades que por naturaleza no posee, como mayor resistencia a las plagas o que soporte una mayor cantidad de herbicidas”, añadió.

Ricas en nutrientes Indicó que algunas plantas transgénicas son ricas en ciertos nutrientes esenciales para el ser humano. Como ejemplo citó una nueva variedad de arroz genéticamente modificada rica en beta caroteno, la sustancia que necesita el cuerpo para producir vitamina A.

“El llamado ‘arroz dorado’ logra producir una cantidad de beta caroteno 20 veces superior a la que contiene un grano normal, evitando así que se extienda la ceguera y la hambruna en los países subdesarrollados”, expresó.

Además, Gil propuso ampliar los experimentos relacionados a la biotecnología vegetal para duplicar la producción de alimentos.

“La ingeniería genética permite mejorar la producción en las fincas, viabilizando la oportunidad de aumentar el número de tierras productivas alrededor del mundo”, aseveró. No hay consenso Según la página de internet de la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA), el 70% de los productos procesados que se venden en Estados Unidos tienen cantidades mínimas de transgénicos.

Por otra parte, se informa que el 80% de la soya, 70% del algodón, 60% de la canola y 38% del maíz sembrados en Estados Unidos han sido genéticamente modificados.

Sin embargo, no existe un consenso en la comunidad científica sobre los efectos adversos a la salud que pudieran ocasionar estos alimentos. Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) atestigua que los alimentos genéticamente modificados no hacen daño, científicos de Greenpeace aseguran que la liberación de éstos al ecosistema representa un riesgo irreversible al organismo y al medio ambiente (www.greanpeace.es.com).

El papel de Puerto Rico A pesar de las dudas e inquietudes sobre el efecto de los alimentos transgénicos, éstos van ganando terreno a un ritmo acelerado en los países en vías de desarrollo. Puerto Rico no es la excepción. El presidente de la Asociación de Investigadores de Semillas de Puerto Rico, Jaime Sánchez, informó que en la Isla están localizadas las empresas más importantes del mundo que se dedican a la elaboración de semillas transgénicas.

Algunas son Monsanto del Caribe, Pioneer Seeds, Sinyenta y Agrelian. Sánchez expresó que “ningún estudio ha probado que los productos modificados genéticamente amenazan la salud de las personas”. Añadió que la operación de las compañías que crean semillas transgénicas está regulada por varias agencias. Entre ellas figuran la FDA , el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y el Departamento de Agricultura local.

Por su parte, el presidente del proyecto de Bioseguridad de Puerto Rico, Carmelo Ruiz, aseguró que Monsanto del Caribe se niega a revelar públicamente los resultados de un estudio que realizó para probar el efecto del maíz transgénico Mon863 en un grupo de ratas.

Reacciones alérgicas Según las conclusiones del estudio, explicó Ruiz, “las ratas presentaron reacciones alérgicas y aumento en el número de linfocitos y células blancas, los cuales usualmente aumentan ante la presencia de infecciones, cáncer, varias toxinas y enfermedades”.

Añadió que “además mostraron menor número de reticulocitos, lo que es un indicio de anemia y disminución en el peso de los riñones”. “Es evidente que los productos transgénicos representan una amenaza potencial para la salud, por eso, países como España, Brasil, México, Colombia, Venezuela, entre otros, han frenado las importaciones de transgénicos”, concluyó Ruiz.

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