martes, junio 10, 2008

Carta abierta al Presidente de la Republica, economista Rafael Correa, sobre los cultivos transgénicos

Con suma preocupación escuchamos en su rueda de prensa el día sábado 31 de mayo su percepción sobre la introducción de cultivos transgénicos al Ecuador. Usted afirmó que los organismos transgénicos, conocidos también como organismos vivos modificados, o genéticamente modificados (OGM), son parte de la biotecnología, como lo es la elaboración de queso, y que la biotecnología es la que tendría que ser regulada en la nueva Constitución.

Nos preocupa que especialistas de alto nivel le hayan generado este tipo de confusión, porque a diferencia de la elaboración de queso, pan, chica, que usa organismos vivos que están en la naturaleza, como son las levaduras, los organismos transgénicos son productos de la ingeniería genética. La ingeniería genética manipula la esencia genética de un organismo usando genes de otros seres vivos con los que jamás en condiciones naturales podrían hacerlo, rompiendo todas las leyes de naturaleza. Así, en la soya transgénica con resistencia a glifosato, que es el cultivo transgénico más difundido en el mundo, la soya recibe genes de bacterias y virus altamente infecciosos. Es por eso que incluso el Papa declaró como un nuevo pecado la manipulación genética.

La introducción de semillas transgénicas para cultivos representa grandes riesgos para la agricultura ecuatoriana, su productividad, la salud de los ecuatorianos y nuestra biodiversidad. Estudios hechos por varias universidades de Estados Unidos y Argentina, los países donde se han adoptado los cultivos transgénicos con mas agresividad, revelan que en promedio la productividad de los cultivos transgénicos disminuye en un 10%, porque la planta invierte su energía en la producción de nuevas proteínas, producto de la manipulación genética, y no en producir mas granos. Esto lo sabe cualquier fisiólogo vegetal.

El rasgo transgénico que más se ha adoptado a nivel comercial es la resistencia a herbicidas. La superficie sembrada con soya RR (con resistencia a glifosato) representa el 54% de toda la superficie sembrada en EE. UU. con semillas transgénicas, y a nivel mundial, el 58%. La soja RR ha sido diseñada para usarla junto con el herbicida glifosato. En los países del Cono Sur, donde se ha adoptado la soja RR de manera masiva, el consumo de herbicidas se ha incrementado.

Se calcula que en el año 2006, el consumo de glifosato fue de 130 millones de litros. Al igual que en nuestra zona fronteriza, donde se usa el glifosato a través de aspersiones aéreas, en el Cono Sur este modelo agrícola ha significado que cientos de nietos, mujeres embarazadas y trabajadores agrícolas llenen los hospitales con problemas relacionados a este modelo. Hay inclusive reportes de muertes de niños, como es el caso de Silvino Talavera en Paraguay. Este modelo intensivo que utiliza un solo tipo de metodología para controlar malezas, ha hecho que surjan super malezas, resistentes al glifosato, lo que ha obligado a los productores a usar cada vez herbicidas más fuertes, con los consiguientes impactos en la salud. Por otro lado, este mismo modelo ha hecho que aparezcan nuevas enfermedades, como es la roya de la soya, lo que ha significado una fuga masiva de divisas por la compra de fungicidas importados. Ha esto se suma el incremento en el uso de fertilizantes químicos.

Todas las semillas transgénicas tienen derechos de propiedad intelectual, es decir que el productor debe pagar regalías a la empresa portadora de la patente, no necesariamente a la empresa productora de semillas, solo por licenciar sus genes transgénicos patentados, y luego se demanda un impuesto tecnológico por uso de la tecnología.


Actualmente, la transnacional Monsanto controla el 90% del mercado mundial de semillas genéticamente modificadas. El pago de propiedad intelectual relacionado con la soya transgénica costaría a Argentina una cantidad de 300 millones de dólares. Por qué entonces se ha adoptado tan masivamente los transgénicos en el Cono Sur?, porque hay un ahorro en mano de obra, pues las maquinarias de siembra directa desplaza al trabajador rural, generándose una agricultura sin agricultores. La introducción de semillas genéticamente modificada pone en peligro la implementación del derecho a la alimentación, quitándoles a los campesinos su capacidad de producir alimentos por no poder acceder libremente a las semillas o privando a los trabajadores agrícolas de su fuente de trabajos, obligándolos a migrar a la ciudad.

Otro problema es que al hablar de cultivos transgénicos estamos hablando de seres vivos que se reproducen, migran, mutan y lo hacen a través del polen. Por un lado, el Ecuador siendo centro de origen y diversidad de cultivos tan importantes como el maíz, estaría poniendo en riesgo su diversidad, si esta se contamina con transgenes. Una implicación económica inmediata podría ser el cierre de mercados que no quieren importar granos contaminados con transgenes, como ha sucedido en el pasado en la Unión Europea, cuando se detectó arroz y maíz contaminado genéticamente. En este sentido, Parlamentarios Europeos han visto con buenos ojos que el Ecuador se declare libre de cultivos transgénicos.

Por otro lado, los cultivos transgénicos ponen en peligro la soberanía alimentaria del país. Actualmente, la expansión de monocultivos en nuestro país ha llevado a un aumento de violaciones a los derechos de los campesinos causando desalojos y desplazamientos y a la falta de acceso a la tierra y el agua. El aumento de los cultivos transgenicos en el país, llevará muy probablemente a un mayor despojo de los recursos productivos de los campesinos.

La emergencia alimentaria mundial exige en este momento respuestas que modifiquen de raíz sus causas y que se identifican con un modelo de agricultura, que, a través de las transnacionales, controla globalmente los sistemas de producción de alimentos. El texto de articulado propuesto por la mesa 6 respecto a Soberanía Alimentaria y lo expresado por Ud. en cadena nacional, abren la puerta a los cultivos, semillas y alimentos genéticamente modificados, sin la menor consideración de un debate nacional sobre un tema que puede tener consecuencias negativas y causar graves violaciones a los derechos humanos de la población. El texto presentado por la mesa 6 representa un retroceso en relación a la constitución política y a la normativa jurídica vigente.

Con estos antecedentes, los abajo firmantes le hacemos un llamado a Usted y la Asamblea Nacional Constituyente para que se declare al Ecuador libre de semillas, cultivos y alimentos transgénicos como ya lo hizo Bolivia en su nueva Constitución. www.ecoportal.net

CENTRAL ECUATORIANA DE AGROECOLOGIA
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FRENTE HUMANISTA DE AGRICULTURA, SALUD Y AMBIENTE

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