La comercialización de esas semillas suicidas (conocidas también como Terminator) tan sólo en 7 países supondría costos adicionales derivados de la compra de semilla que fácilmente superarían los 1 200 millones de dólares anuales (3 veces el presupuesto dedicado a investigación pública de los centros de la Revolución Verde del cgiar, o la mitad de la asignación anual para ayuda al desarrollo del gobierno de Canadá). Esta cifra, sin embargo, constituye una fracción pequeña de los ingresos que la industria semillera podría obtener de los agricultores si incorpora la tecnología Terminator a todas sus variedades de semilla en el mundo entero. Se piensa que es probable que la cifra ascienda a miles de millones de dólares extra, anualmente.
En Brasil, cerca de 70% de los 22 millones de hectáreas de cultivos de soja están plantadas con semillas guardadas por los campesinos. La comercialización y utilización de las semillas Terminator costaría 407 millones de dólares estadounidenses.
En Argentina, 70% de los 14 millones de hectáreas de cultivos de soja nacen de las semillas guardadas por los campesinos, y de las compradas en la “bolsa blanca” (el mercado negro). Si se comercializan y utilizan las semillas Terminator para la soja, el costo estimado alcanzaría los 276 millones de dólares anuales.
En Paquistán aproximadamente 88% del área total del trigo se planta mediante semillas mantenidas por los campesinos. Si los cultivadores de trigo de Paquistán se vieran forzados a depender de las semillas Terminator les costaría cerca 191 millones de dólares por año. Del área algodonera, un 40% está plantada con semillas campesinas. El costo de que los campesinos paquistaníes sean forzados a comprar semillas Terminator sería 33 millones de dólares anuales.
En Filipinas, 59% de las cosechas de arroz proviene de semillas propias de los campesinos. Si se tuvieran que comprar nuevas semillas cada vez que plantaran, gastarían unos 172 millones de dólares al año.
En Etiopía se siembra con semillas campesinas un 90% del área total de trigo. Si los campesinos etíopes se ven forzados a comprar nuevas semillas cada temporada, gastarán unos 66 millones de dólares al año. Campaña Terminar Terminator, boletín de prensa, 22 de marzo de 2006
En Brasil, cerca de 70% de los 22 millones de hectáreas de cultivos de soja están plantadas con semillas guardadas por los campesinos. La comercialización y utilización de las semillas Terminator costaría 407 millones de dólares estadounidenses.
En Argentina, 70% de los 14 millones de hectáreas de cultivos de soja nacen de las semillas guardadas por los campesinos, y de las compradas en la “bolsa blanca” (el mercado negro). Si se comercializan y utilizan las semillas Terminator para la soja, el costo estimado alcanzaría los 276 millones de dólares anuales.
En Paquistán aproximadamente 88% del área total del trigo se planta mediante semillas mantenidas por los campesinos. Si los cultivadores de trigo de Paquistán se vieran forzados a depender de las semillas Terminator les costaría cerca 191 millones de dólares por año. Del área algodonera, un 40% está plantada con semillas campesinas. El costo de que los campesinos paquistaníes sean forzados a comprar semillas Terminator sería 33 millones de dólares anuales.
En Filipinas, 59% de las cosechas de arroz proviene de semillas propias de los campesinos. Si se tuvieran que comprar nuevas semillas cada vez que plantaran, gastarían unos 172 millones de dólares al año.
En Etiopía se siembra con semillas campesinas un 90% del área total de trigo. Si los campesinos etíopes se ven forzados a comprar nuevas semillas cada temporada, gastarán unos 66 millones de dólares al año. Campaña Terminar Terminator, boletín de prensa, 22 de marzo de 2006
Etiquetas: Terminator
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