Semillas que incitan debate
Detractores señalan las semillas transgénicas amenazan el ambiente y la salud humana
aalfaro@elnuevodia.com
7 de febrero 2010
El cultivo de plantas genéticamente modificadas -que inició hace 14 años- no está exento de controversia.
Sus detractores señalan que todavía no se sabe si su consumo directo pudiera a la larga ser detrimental para la salud -y hasta la composición genética- de los seres humanos y los animales.
Sin embargo, cada año aumenta su uso para producir alimentos, para humanos y los animales criados para carne y productos como la leche y el huevo.
Según un informe del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones de Biotecnología Agrícola, en 2008 más de 13.3 millones de agricultores en 25 países sembraron plantas transgénicas en más de 318 millones de cuerdas, reflejando un alza de 9.4% en el uso de estas plantas, comparado con el 2007.
Pese a críticas sobre los posibles peligros, desde 1996 los agricultores -tanto en países desarrollados como en desarrollo- están sembrando cada vez más plantas genéticamente modificadas por los beneficios económicos que devengan. Éstos en 2008 ganaron $28,000 millones más, según el economista agrícola Graham Brookes. Señaló que también es porque los costos de los agricultores son menores, debido a que estas plantas requieren menos agroquímicos, al ser resistentes a insectos, enfermedades, o inmunes a yerbicidas.
Pero, las voces en contra advierten que el desarrollo de transgénicos podría causar “el desastre ambiental más grande del mundo”, de resultar una variedad que se convierta en plaga, que desplace otros cultivos o flora silvestre, al no tener enemigos naturales y ser difícil de combatir.
La doctora en fitomejoramiento de la Universidad de Puerto Rico, en Mayagüez, Linda Wessel-Beaver, dijo que hasta ahora no ha visto estudio documentando que su consumo afecte la salud. Destacó que en los sistemas comerciales que siembran grandes extensiones con una misma variedad -no necesariamente transgénica- corren el peligro sucumbir por completo a una plaga o enfermedad.
Muchos temen que la tecnología transgénica, en manos de unos pocos conglomerados multinacionales, pudiera darle demasiado poder a ese grupo. “Estoy 100% de acuerdo, ya que las tecnologías y semillas transgénicas son propiedad intelectual de estas compañías, que ni siquiera permiten hacer estudios comparativos con otras semillas, dijo Wessel.
Otros dicen que las transgénicas son la mejor solución para satisfacer la necesidad mundial de producir suficiente alimento para la humanidad y sus animales a un costo razonable, y sopesa los posibles riesgos. “Esa es la propaganda de salvación del mundo que usan estas compañías”, dijo Wessel, quien sólo usa técnicas tradicionales de mejoramiento.
Etiquetas: Puerto Rico
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