lunes, noviembre 07, 2005

Pruebas en Estados Unidos


Aunque el Departamento de Agricultura de Estados Unidos ha autorizado más de 47.000 pruebas de campo de OGM, ninguna de las instituciones responsables del proceso de aprobación ha sido capaz de responder preguntas fundamentales sobre las implicaciones en la salud humana, el ambiente, aspectos sociales y éticos.

Las evaluaciones de campo de los cultivos genéticamente modificados son hechas con el fin de evaluar los impactos de los nuevos cultivos en el ambiente y ver cómo responde la planta a la modificación genética. Sin embargo, el USDA no ha sido capaz de regular adecuadamente estas evaluaciones de campo, y la norma es cada vez más débil, a pesar de la poca evidencia empírica con la que toma sus decisiones.

La regulación sobre cultivos transgénicos en el USDA fue diseñada para apoyar a la industria biotecnológica. En 1984 la propuesta del USDA tenía como objetivos
- facilitar a la industria para que opere de manera eficiente y segura
- para ello es necesario estimular el crecimiento de la industria biotecnológica
- para ello se requiere eliminar las barreras al comercio

Con el fin de conseguir estos objetivos, se decidió que no se requería elaborar ninguna ley nueva, ni crear una nueva agencia que trate el tema de los OGM. Ellos consideraron que las leyes y agencias existentes eran suficientes para acomodar a estos nuevos productos.

La filosofía del USDA sobre el tema regulatorio en esa época es que no se prevé que los OGM van a significar cambios fundamentales en comparación con sus contrapartes convencionales, y que su papel es la promoción de los mercados. Esto convierte al USDA en regulador y promotor de esta poderos nueva tecnología.

El 1986 el USDA publica su política sobre el tema, y propone no regular un organismo o producto meramente debido al proceso con el que es obtenido, con lo que varios productos quedaban desregulados. Ahí se anticipaba ya que algunos productos iban a quedar exentos de cualquier revisión federal. En 1987 se habían dado apenas 5 permisos para hacer evaluaciones de campo y en 1988, 16. Sin embargo, se dice que hay una cantidad importante de experimentos hechos que demuestran que estos representan un riesgo bajo, por lo que no todos los ensayos de campo de OGM van a requerir de una aprobación federal previa.

En junio de 1987 se publica la versión final, estableciendo un sistema de monitoreo a los OGM, inadecuado, y a través de permisos.

226-3-1

En 1993, con apenas 6 años trabajando con el sistema de permisos, el servicio de inspección de la salud animal y vegetal APHIS anunció que se permitiría que ciertos cultivos sean sembrados sin un permiso, argumentando que habían suficientes datos como para concluir que los OGM significan un riesgo mínimo y hasta inexistente para el ambiente. Entonces, las instituciones que querían hacer pruebas de campo, simplemente tenían que notificar al APHIS. El APHIS excluyó 6 especies de plantas: maíz, algodón, papa, soya, tabaco y tomate, así como cualquier planta adicional que se determine que puede ser introducida de manera segura. El APHIS tenía apenas 30 días para responder la notificación.

En un estudio hecho en 1995 por académicos de la Universidad de Chicago se analizaron 7 cultivos aprobados por el USDA para comercializaciones, y concluyeron que se tomaron decisiones en base a datos inadecuados.

En 1995 el USDA hace una nueva propuesta para simplificar los procedimientos para la introducción de ciertos OGM. El USDA dijo que el 87% de las pruebas de campo estaban teniendo lugar ya con un formato simplificado, que requería aun menos estudios. La meta era que el 99% de los estudios de campo se hagan con un sistema simplificado de notificación. Para conseguir este objetivo, el APHIS tenía que desregular otro grupo de cultivos. Como el APHIS no podía describir estos nuevos cultivos, crea el término “Organismo antecedente”. Este es un organismo que ya ha recibido el estatus de desregulado, y que servirá como referencia para establecer comparaciones. Esto significa que si la planta transgénicos quiere ser liberada en el ambiente, siempre que esté “estrechamente relacionada” con el “organismos antecedente”, podría ser una buena candidata para que se libere en el ambiente sin ninguna regulación. De acuerdo a archivos del USDA para esa época, 16 cultivos estaban desregulados.

En mayo de 1997 se debilitaron aun los requisitos para liberar OGM en el campo con fines de experimentación, por ejemplo, reduciendo el monitoreo a las plantas manipuladas para que tengan resistencia a virus.

En 2003, el USDA propuso nuevas reglas para hacer pruebas de campo para producir cultivos farmacéuticos e industriales. Aunque hay algunas mejoras, estas no son lo suficientemente adecuadas dados los impactos que este tipo de cultivos pueden generar.

En 2004, la USDA anunció su intención de cambiar su agencia de regulación, y establecer una declaración de impacto ambiental, pero los resultados del proceso para alcanzar este fin aun no es conocido.

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