Salud
Por Suman Sahai
Primero, nuevos genes y combinaciones de genes producidos en el laboratorio, los cuales nunca existieron en billones de años de evolución, han sido introducidos en nuestra cadena alimenticia. Alergias y otras intoxicaciones han sido ya registradas. En efecto, 22 de 33 proteínas incorporadas a los cultivos GM eran similares a alergenos por lo que se podría sospechar la aparición de alergias.
El material genético sintético es introducido en las células de los organismos con métodos invasivos que son incontrolables, variables e impredecibles, y lejos de ser precisos. Éste termina dañando el material genético natural del organismo con efectos impredecibles incluyendo anormalidades espantosas y cambios metabólicos que podrían ser tóxicos y que no se pueden ver.
La mayoría de genes sintéticos son copias de los procedentes de bacterias y virus que causan enfermedades. También tienen marcadores de genes resistentes a antibióticos que ayudan a marcar el movimiento de las inserciones de genes extraños y seleccionan las células precisas a donde deben insertarse los genes.
Justo en sus inicios a mediados de la década de los 70s, los genetistas ya estaban preocupados por la liberación de material genético sintético pues había el riesgo de crear nuevos virus y bacterias causantes de enfermedades, y por diseminar la resistencia a los antibióticos haciendo intratables a las infecciones. Como resultado de la Declaración de Asilomar, se impuso una moratoria. Desafortunadamente, la moratoria duró poco a medida que los genetistas estaban apurados por la explotación comercial de la ingeniería genética.
Los peligros surgen cuando el material genético persiste incluso después de la muerte de las células o del organismo, y puede ser tomado por una bacteria o virus que se encuentran por doquier en el medio ambiente. Este proceso – llamada transferencia horizontal de genes y recombinación – es la principal ruta para crear patógenos peligrosos.
La ingeniería genética no representaría un peligro si no fuera por la transferencia horizontal de genes y la recombinación, y ya han aparecido sorpresas devastadoras.
Investigadores en Australia transformaron “accidentalmente” un viruspox inocuo de ratón en un patógeno letal que mató a todos los ratones, incluso a aquellos que supuestamente eran resistentes al virus. Los titulares del editorial del New Scientist decían: “La genética está fuera, la biotecnología ha creado una terrible sorpresa. La próxima vez podría ser catastrófico.”
El artículo continuaba sugiriendo en el mismo sentido: “Desastre en proceso. Un virus de ratón genéticamente modificado nos deja a un paso de tener la última arma biológica.”
Los investigadores insertaron un gen para un molécula marcadora de inmunidad al virus, la cual ellos pensaron podría disparar la producción de anticuerpos; al contrario, suprimió la respuesta inmunológica. Los investigadores habían insertado previamente el mismo gen en un virus para vacunas y encontraron que retardaba la salida del virus en los animales, de manera que podía tener los mismos efectos inmunológicos sorpresivos para todos los virus. Imagínense qué pasaría si este gen entrar en un virus pox pequeño!
Lo más sorprendente fue que científicos de la Universidad de California en Berkeley encontraron que al romper un conjunto de genes causantes de enfermedades en Mycobacterium tuberculosis, la bacteria de la tuberculosis resultó en un mutante hipervirulento que mató a todos los ratones en 41 semanas, mientras que todos los ratones de control expuestos a la bacteria no modificada sobrevivieron.
Pero existe otro riesgo mayor. Los genes sintéticos creados para la modificación genética están diseñados para cruzar la barrera de especies y saltar dentro del material genético natural de las células. Dichas construcciones que saltan dentro del material genético de células humanas pueden generar cáncer. Esto no es una posibilidad teórica. Ya ha sucedido en la terapia genética, que es la modificación genética de las células humanas.
En el 2000, los investigadores del Hospital Neckar en Paris, Francia trataron a infantes con Deficiencia Inmunológica Combinada Severa aparentemente con éxito al aislar las células madre de los pacientes aplicando terapia genética y luego inyectando las células modificadas en los pacientes. Pero desde el 2002, tres infantes han desarrollado leucemia. Un niño murió. Los genes sintéticos ajenos fueron insertados cerca de un gen humano que controla la división celular, sobre-esforzándolo lo que provocó una multiplicación incontrolable de glóbulos blancos.
En este documento he nombrado superficialmente algunos de los problemas y peligros de la modificación genética. Y ya podrán ver ustedes que existe una campaña masiva de desinformación y mal información por parte de los defensores de los OGM.
El mayor peligro, yo creo, es el enfoque de los genetistas. La ingeniería genética de plantas y animales comenzó a mediados de los 70s bajo la ilusión de que el material genético es constante y estático y de que las características de los organismos son definidas por sus genes, es decir, un gen determina una característica. Pero los genetistas pronto descubrieron para su sorpresa que el material genético es dinámico y fluido, en el cual la expresión y estructura de los genes están cambiando constantemente bajo la influencia del entorno. Ahora han acuñado el término “genoma fluido” para abarcar este gran cambio paradigmático. El genoma es la totalidad de todo el material genético en un organismo.
Los procesos responsables del genoma fluido son precisamente orquestados por el organismo como una danza de vida necesaria para la supervivencia. En contraste, la ingeniería genética en el laboratorio es cruda, imprecisa e invasiva. Los genes insertados dentro del genoma pueden aterrizar en cualquier lado de cualquier forma y tienden a ser inestables, básicamente porque estos genes no conocen el lenguaje de la danza. Los ingenieros genéticos no han aprendido a bailar con la vida.
Por eso es que docenas de científicos prominentes de siete países se han lanzado como el Panel de Ciencia Independiente para contrarrestar la campaña de desinformación orquestada por científicos pro-transgénicos que promocionan la agenda corporativa. Nosotros tenemos la determinación de reclamar a la ciencia que trabaje por el bienestar colectivo. Nosotros hemos recolectado toda la información en contra de los cultivos GM como también la evidencia sobre el éxito y los beneficios de todas las formas de agricultura no transgénica sustentable. Basándonos en la evidencia, hacemos un llamado a la prohibición de los cultivos transgénicos en el medio ambiente y al apoyo integral de la agricultura sustentable. Espero que la Asamblea apoye esta propuesta.
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