viernes, abril 29, 2005

Hormona de crecimiento


La hormona de crecimiento bovino (BGH) ha sido creada de manera sintética para incrementar la producción de leche en las vacas. La somatotropina recombinante bovina (rbST) es un duplicado sintético de la BGH, que es un suplemento proteico natural para las vacas. La BGH se encuentra naturalmente en la leche.

Existe una controversia por la venta de productos con rbST. A inicios de la década de 80, movimientos de consumidores y ambientalistas empezaron a presionar al gobierno de Estados Unidos y a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para prohibir el uso de la rbST en la producción lechera.

Consecuentemente, han surgido una serie de investigaciones científicas, estudios sociales y económicos que corroboran las preocupaciones de los consumidores, ambientalistas y ganaderos. Estos sectores temen los efectos que la rbST pueda tener sobre los seres humanos, vacas y pequeños agricultores. Otros temen que la venta de rbST afectará el comercio local e internacional de productos lácteos, pues no cuenta con la aceptación de los consumidores.

Sin embargo, la FDA concluyó en 1985 que los productos cárnicos y lácteos procedentes de ganado alimentado con rbST eran seguros para el consumo humano. Cuatro compañías transnacionales apoyan la venta de esta hormona sintética. Estas son Monsanto, Ely Lilly Upjohn y American Cyanamid. En noviembre de 1993 la FDA aprobó el producto rbST de Monsanto, Posilac, para que sea usado en la producción de leche vacuna.

Hasta 1994, la rbST no fue incluida en la lista de productos lácteos hasta febrero de 1994, luego de una moratoria de 90 días expedida por el presidente Clinton. Todavía existe desconfianza frente a las guías de etiquetado de los productos que contienen rbST. Los consumidores quieren saber qué productos están contaminados con rbST.

Por otro lado, a nivel local las fincas ganaderas estadounidenses pequeñas no pueden competir con las enormes haciendas lecheras si es que optan por no usar esta hormona sintética.

A pesar de que existe una sobreoferta de producción lechera en EEUU., se decide introducir este producto, que a más de entrañar riesgos a la salud humana y del ganado, agrava el problema de sobre producción.

A nivel internacional también hay controversia por la comercialización y producción de rbST. En Europa hubo una prohibición en las importaciones de carne contaminada con la hormona del crecimiento desde 1989. Esto sucedió simultáneamente con un incidente relacionado con carne contaminada con la hormona esteroide dietil-stilbrestrol (DES) y la enfermedad de las vacas locas

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